Cap 6: Más preguntas que respuestas.
—Pues…es algo de mi castigo ¿cómo está tu familia?
Se que dijo eso para desviar el tema, pero no lo iba a permitir.
—Mi familia está bien como siempre ¿qué castigo? —Estoy decidida a sacarle información después de todo, necesitaba saber si estaba viviendo con un criminal.
—¿Por qué hoy estás tan curiosa? —Pregunto desviando el tema de nuevo.
—Seguridad.
—Qué seguridad tan necesaria. —Murmuró sarcásticamente.
Lo mire con mala cara, pero no me gustaba que me evadiera tanto así que lo deje en paz… Por ahora.
—¿A qué te dedicabas antes de morir?
—Te vas a burlar. —Me comentó apenado.
—Tranquilo te prometo que no lo haré. —Dije tratando de convencerlo.
—Bueno yo… —Se rasca la nuca un poco incómodo.— Estudiaba veterinario y zootecnista.
Me sorprendo —¿Te gustaban los animales?
—Si, eran los únicos que me querían en ese entonces —Comentó algo apenado— O eso era lo que yo creía —Murmuró en tono amargo
—¿Por qué?
Traté de acercarme para consolarlo como él hizo conmigo, pero se volvió invisible. Suspire y me fui a mi habitación a ver una película. Se termina la película y me veo unas cuantas más hasta que se hace de noche, levanto para ver qué hacer de cena, pero veo mi nevera casi vacía así que me tocara ir de compras mañana.
Termino de cenar y… se siente todo muy solo y silencioso.Tal vez no debí preguntar eso, empiezo a regañarme mentalmente hasta que me llega un mensaje agarro mi celular y lo abro veo que es que crearon un nuevo grupo de mi salon de la universidad.
Grupo 205.
Me pongo a ver las personas del grupo y no conozco a nadie, solo conozco a una que es la que se hace a mí lado, nos hicimos amigas. (La misma que creó el grupo).
Carolina.
Me meto a su chat necesito preguntarle algo.
—Hola Caro ¿estas ahi?
—Si hola ¿como estas?
—Bien… oye una pregunta ¿tu conoces a todo el salón?
—Si me llevo bien con casi todos ya que hay otros que los conozco más no somos amigos, solo conocidos.
Cuando leí eso me pregunté a mi misma.
¿desde cuándo eres tan introvertida?
Cuando estaba en primaria y secundaria conocía a todo mundo, pero ahora a duras penas hablo constantemente con 2 (Isa y Caro).
—Me puedes presentar a alguien, quiero conocer gente nueva.
Apenas le envió ese mensaje caigo en cuenta de lo que hice. Ella conoce mucha gente y no se como hablar con tanta gente.
Justo cuando iba a borrar el mensaje me responde
—Bueno el lunes te presentaré gente.
Bueno Emma no hay vuelta atrás
—Buenas noches nos vemos mañana.
—Buena noche.
Me acuesto a dormir aún con la curiosidad de como estará Liam me pregunto: ¿Estará llorando en algún rincón de la casa?, ¿estará espiandome o leyendo mis conversaciones? o solamente está odiando me por lo que le dije.
Espero no sea la última opción.
Al día siguiente me levanto temprano para ir a la universidad y él aún no está (ya me estoy preocupando).
Llegó a la universidad y entró a mi salón cuando Caro se sienta a mi lado.
—Hola
—Hola ¿Cómo estás?
Por favor que se haya olvidado de lo de ayer.
—Bien, pero según recuerdo me habías dicho que querías conocer gente.
Oh no
OH NO
En eso llega el profesor y empieza clase así que me salvó, las clases transcurren con normalidad hasta el brake. Donde veo que se acerca Carolina con… una chica.
—Hola mira Emma te presento a Keira.
Me hace un movimiento con la cabeza señalando a la chica que tiene al lado. Keira es hermosa, esa es mi percepción desde que la veo es muy linda.
Keira es una chica baja de cabello color chocolate con mechones rosa oscuro, trigueña y ojos cafés. Aunque lo que más me gusta es que somos igual de bajas.
—Eh… Hola, mucho gusto Emma.
El día siguió transcurriendo con normalidad y de vez en cuando hablaba con Keira ya que digamos que tiene muchos amigos.
Parece que soy la única introvertida de aquí.
Carolina me dijo que cada día me presentaría a alguien nuevo. Cuando se acabaron las clases iba camino a casa y volvió a mi mente el pensamiento de que tal vez Liam sigue enojado conmigo.
Suspiro y abro la puerta de casa donde lo veo mirando una película inmediatamente lo veo sonrio sin darme cuenta.
—Hasta que apareces.—Comenta el aburrido.
—Mira quien lo dice.
Le respondo en tono irónico. No quiero tocar el tema, pero se que debo.
—Sobre lo de ayer…eh.—Empiezo a hablar nerviosa, pero me pongo más nerviosa cuando veo que se tensa, su mirada se vuelve fría y su voz se volvió distante dándome a entender que no quería hablar de eso.
—Para, no se si quieres respuestas o es por curiosidad, pero no te dire nada así que mejor cierra la boca.
Cuando dice eso me siento muy culpable, pero sé que tiene razón y tengo que seguir. Por favor que no se note que me afectaron esas palabras.