Pasan unas horas y Liam y yo acabamos de limpiar y organizar así que ambos nos sentamos en el sofá a hablar haciéndonos preguntas.
—¿Cumpleaños? y ¿hace cuanto falleciste? —Le preguntó mirando el techo.
—Mayo 10 de 1999 y el… —Parecía que esa fecha le dolía, pero a quien no. — Julio 13 del 2019.
—Febrero 9 del 2004.
—Bueno me toca ¿color favorito?
—Blanco nieve y ¿tú?
—Amarillo brillante.
—¿Cantante favorito? —Sabía que seguramente me diría uno en inglés que yo ni idea.
—Michael Jackson ¿tú?
Me sorprendí de que yo lo conociera, un gran artista.
—Andres Cepeda, ¿te puedo preguntar algo?
—Siento que vas a preguntar algo raro, pero adelante.
—¿Conoces a Michael Jackson o Marilin Monroe?
—No, no te dijo que mi alma está castigada. —Me respondió como si mi duda le hubiera hecho gracia. — ¿Tienes o tuviste mascotas?
—No, a mi padre no le gustan mucho.
—Yo si tuve un gato, era un gato negro su nombre era Puma aún que tenía manchas blancas. Cuando me fui de este mundo mi hermano lo adoptó, pero falleció un año después de mi muerte.
—Ah me hubiera encantado conocerlo. —Hago una expresión triste.
—Cuando mueras.
Le hago mala cara para después hacer mi pregunta.
—¿Película favorita?
—Los juegos del hambre.
Me sorprendí.
—Eso no me lo esperaba. La mía es donde están las rubias.
Miro la hora en mi celular 5:30.
—Ya me tengo que ir a.
No me dejo terminar ya que completo por mi.
—Alistar ve y vístete de tal modo que me den ganas de pedirte consejos de moda.
Le sonrió de lado y me levanto para ir a mi cuarto. Me baño y me visto con un vestido de negro con rojo que me llega un poco por ensima de la rodilla. Salgo de la habitación y veo que Liam no está igual no me da tiempo de pensar en eso por que suena el timbre.
—Hola papá.
Saludo a ese señor que está del otro lado de la puerta criticando me con la mirada.
—Hola hermana.
Veo a mi hermana menor asomarse por las piernas de papá lo cual hace que la tensión disminuya, me agacho a ella y la cargo.
—Hola Emily, ven pasa.
Dejó a Emily en el piso y mi padre se sienta en el sofá mientras Emily se pone a jugar con unos juguetes que trajo.
—Hermana ¿juegas conmigo?.
Preguntó Emily sonriendo dulcemente así que le devolví la sonrisa.
—Ella va a hablar conmigo, Emily madura ya y deja tus cosas infantiles.
Veo como la sonrisa de Emily se desvanece y baja la mirada yo me agacho un momento hacía ella y acaricio su cabello castaño.
—Tranquila jugaremos después.
Me siento en el mueble frente a papá.
—No se por que te fuiste de casa si lo tenías todo en bandeja de plata. Lo único que pedí es que estudiaras administración de empresas, pero no seguiste empeñada en estudiar licenciatura en educación. —Me dijo con una mirada asesina.
—Pero bien sabias que este es mi sueño y no renunciaré a él.
—Ese es tu problema que eres muy idealista.
—Para ti todo lo que hago está mal. —Murmure.
—Y que le paso a tu cuidado personal, tu cabello está tieso, tu cara parece mazorca y tu vestido es horrible. Si necesitabas dinero solo no te hubieras ido de casa.
Ese es mi vestido favorito y nadie me critica así en años.
—¿Por qué no vino Oliver?
—Tu hermano es más vago e inutil cada día.
—¿Por qué me tratas así desde que ella se fue?
Él sabía perfectamente que me refería a mi madre.
—Por qué eres igual a ella, igual de ilusa y soñadora creyendo que la vida es color rosa y pueden hacer y deshacer sin castigo alguno. —Pronunció con rigidez cada palabra que sentía como balas atravesando y mis ojos se cristalizaron, pero no quería llorar no frente a él.
—Yo no soy ella.
—Pues demuestra que no eres como esa mujer, demuestra que no eres igual de atroz que Deysi.
Cuando mi padre dijo su nombre fue la gota que derramó el vaso ya que no escuchaba su nombre en años.
—Mi madre no era así, que tu la quieras ver así por lo que hizo es tu decisión.
Me levanté del mueble con una mezcla de emociones carcomiendo por dentro, de repente sentí una mano tomar la mía y entrelazarla quise que fuera mi padre, que reaccionó, pero no era Liam mi padre no podía verlo, pero yo si.
—Bueno me voy, vámonos Emily.
—Adiós hermanita.
Me despido de Emily con la mano mientras mi padre y ella salen, cuando ponen un pie fuera de casa y cierran la puerta caigo sobre el sillón.
—Tranquila aquí estoy.
Liam me abraza y empiezo a llorar mientras no puedo evitar que mi mente viaje a ese día.
Recuerdo.
Me despierto como los días normales, pero escucho a mi madre y a mi padre discutir así que me asomo por la puerta.
—TE METISTE CON MI MEJOR AMIGA TENIENDO UNA FAMILIA, UNA HIJA.
—Calmate.
—No, no me voy a calmar. —Se le sale una lagrima.— Pensé que me respetabas, que respetabas esta familia como yo lo hacía, pero veo que no.
—Estaba tomado, sabes que si hubiera estado consciente no lo habría hecho.
Mire que mi madre sostenía una maleta con su mano.
—Mamá…