El Que No Quiso Luchar Fui Yo.

Capítulo 14

El QUE NO QUISO LUCHAR FUI YO

Capítulo 14

La rodeé con mis brazos, subí y bajé mi mano por su espalda mientras ella recargó su cabeza en mi pecho. Deslicé mi nariz por su cabello e inhalé su delicioso aroma que inundaba mis fosas nasales. Mi pecho subía y bajaba a un ritmo constante, era lo que ella provocaba en mí.

Quisiera tenerla aquí conmigo siempre, aunque fuera solo por momentos, ya que la realidad era muy diferente. Sentía sus manos acariciando mi cabello y mi rostro, disfrutamos de ese momento en silencio con la melodía de nuestras respiraciones. Quería guardar esos momentos con ella porque era lo único que me quedaría. Se quedó dormida en mis brazos, seguí acariciando su cabello, no entendía en qué momento mis sentimientos habían cambiado. Se suponía que estaba enamorado de Mariana, ella era mi presente y futuro, pero solo en días todo cambió.

Tenía claro que a Sandra no la podía ver como debería, todo lo contrario, esa niña despertó en mí cosas que nunca antes sentí con nadie. De tanto pensar ni cuenta me di cuando me dormí, mucho menos cuando ella regresó a su cama.

Al día siguiente, la primera imagen al despertar fue su hermoso rostro, aún dormía, era sábado por eso no madrugó. Me quedé mirándola, ¿por qué nos complicamos tanto la vida con cosas que son imposibles? Pensar en Sandra era algo ilógico, era mi prima, eso para una familia como la mía o la de ella era un pecado mortal. Aparte estaba Mariana y ella no merecía eso, menos Sandra que era una niña tan dulce, ella no merecía que nadie la lastimara.

No quería complicar las cosas más de lo que ya estaban, no tenía claro mis sentimientos o no quería aclararlos. Abrió sus ojos de repente como si supiera que la estaba mirando, me regaló una hermosa sonrisa.

—Buenos días —estiró sus brazos.

—¿Cómo amaneciste? —me giré de lado mirándola.

—¡Muy bien y tú! —se retiró un mechón de cabello que le cubría el rostro.

—Bien, mucho más con este bonito despertar —me giré mirando al techo—, la primera imagen tu hermoso rostro.  

—Lo más bonito fue la noche — soltó de repente, me quedé sin palabras—, y la compañía —giró su cabeza y me miró.  

—Tienes toda la razón, fue una noche hermosa —como si pudiera leer mis pensamientos se adelantó.  

—No pienses en eso, no te estreses, tenemos claro lo que está pasando. Aunque no tengo mucha experiencia, tengo todo muy claro —se sentó con la mirada fija al suelo y respiró profundo—, tengo claro cuál es mi lugar y quién soy yo en tu vida.

—¿Cómo sabes que pienso? —me senté, giré mi cabeza tratando de buscar su mirada—. ¿Quién eres tú en mi vida?

—Como dices tú, aprendí a conocerte — me miró—, en algunas cosas—aclaró—, soy tu primita, la ahijada de tus padres.

Eso último lo dijo en un tono de tristeza.

—Eres mi prima y te quiero.

Solté sin pensarlo, solo dije lo que sentía mi corazón. Abrió sus ojos, cuando pensaba responderme entró mi madre y nos interrumpió.

Gracias al cielo, porque no sabía que hubiera pasado, no entendía porqué dije lo que dije. Sandra salió de la habitación y yo me quedé platicando con mi madre, me dijo que si le ayudaba a pintar una pared de la casa. Luego nos sentamos a desayunar todos juntos en el comedor. Sandra estaba sentada a mi lado, pero no me miraba, otra vez el juego de evitar las miradas. Luego le ayudó a mi madre a recoger la mesa, yo me levanté tomé la bicicleta, una cubeta y jabón para lavarla. Sentí el peso de su mirada en mi espalda, giré mi cabeza y la miré, caminó hasta mí.

—¿Tu niña, verdad?

—Sí, esta la compré en Italia, es mi consentida. Si quieres en la tarde salimos a dar una vuelta, yo te presto la otra.

—Me encantaría — empezó a jugar con un mechón de su cabello —,solo hay un pequeño problema, no sé montar.

—¿En serio? —asintió—, yo te enseño, ¿te parece?

—Me encanta la idea.

Se supone que debía alejarme de ella, pero no era lo que hacía, siempre buscaba la manera de estar cerca, pero ella tenía razón, eso solo sería pasajero. El próximo sábado regresaba a su casa, imaginaba que pasaría mucho tiempo para volver a verla. Quise pensar que solo estaba confundiendo mis sentimientos, la mejor manera de descubrirlo era estar junto a ella y descubrir que solo era atracción física.

Dejé mi celular apagado, solo quería disfrutar de cada pequeño momento que pasaba junto a ella. Me puse a pintar la pared como lo pidió mi madre, Sandra me ayudó, terminamos embarrados de pintura jugando entre risas. Amaba verla sonreír, era feliz haciendo payasadas todo por verla reír a carcajadas, descubrí que nunca antes me había reído tanto. Ella era la razón de esa alegría que sentía aquí dentro, una alegría que no me cabía en el pecho.

Luego de tantas risas terminamos de pintar la pared, le dije que se alistara para sus clases. Luego de unos minutos me dijo que estaba lista, levanté la mirada tenía unos shorts negros, una camisa blanca de mangas, su cabello rubio suelto brillaba más que los rayos del sol y su hermosa sonrisa, tan perfecta.

Andrés nos acompañó, bajamos hasta la cancha de tierra, le expliqué lo básico, se subió, yo la sostenía y ella trataba de mantener el equilibrio. La soltaba poco a poco, solo escuchaba sus gritos diciendo que no la dejara, la sostenía nuevamente, luego de unos minutos ya tenía más equilibrio. La solté, primero gritó y luego pedaleó un pequeño trayecto, pero luego aterrizó justo en el suelo. Andrés y yo corrimos hasta ella, soltó una carcajada al ver nuestras caras de pánico. Me incliné revisando que no se hubiera lastimado, la tomé de la mano.

—¿Estás bien?

—Sí, solo se me olvidó frenar —soltó una risita —, estoy bien—se levantó y me haló de la mano—. Sigamos.

A cualquiera se le contagiaba esa alegría de niña curiosa que se moría por descubrir algo nuevo. Pasamos una tarde increíble, después de un par de caídas, bueno unas 10 para ser honestos, llena de tierra hasta el cabello, aprendió a mantenerse más tiempo en ella. Andrés se aburrió y regresó a la casa, nosotros practicamos unos minutos más, cada quien en su bicicleta. Decidimos montar por la carretera, eso lo decidió ella, yo salí adelante ella me siguió.




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