El Quinto Elemento

VIV-El robo

Me quedé unos minutos en el patio pensándolo por miles de veces pero a cada una acerté. Tenía que hacerlo incluso por mí.

-Megan-Escuché la voz de Luna llamarme.

-Ya voy.-Dije mientras me levanté del suelo y entré por la puerta dejándola que caminara a mi frente.

Cuando llegamos al cuarto de experimentaciones Ignis me esperaba junto a una camilla con unas jeringas que contenían un líquido negro.

-Puedes acostarte, ya quiero terminar con esto. Dolerá, crees que podrás-Lo interrumpí y me acosté en la camilla.

-Ignis podré hacerlo.-Le dije mientras se volteó hacia una computadora. Y Luna me agarró de la mano.

-Cuando diga uno apretaré la tecla y las jeringas se inyectaran automaticamente en tu cuello.-Dijo él colocándolas en posición.

-Voy en tres, dos, uno.-Dijo mientras las jeringas se inyectaron en mi cuello haciendo que mi venas se marcaran negras. Causando dolor en todo mi cuerpo pero luego este cesó. Y me quedé inmóvil sintiendo como el veneno comenzaba a matarme.

-¿Estás bién?-Preguntó pero escuché su voz lejana. Sentí como si mis ojos se comenzaran a quemar dejándome con la vista borrosa.

-Me está matando...-Dije entre dientes porque con todo ya sabía que no había funcionado. Me estaba destruyendo las células, hiba a morir.

-¡Extráetelo!-Me gritaron ambos y coloqué mis manos alrededor de mi cuello tratando de comenzar a extraerme el líquido y se me hacía cada vez más difícil pero al final lo logré dejando que el líquido ya fuera de mi cuerpo cayera sobre un tubo de ensayo para que no contaminara a ellos. Y mis ojos se cerraron.

(...)

-Megan-Escuché mi nombre en la lejanía hasta que desperté brincando de la camilla en donde estaba, raramente quedé parada frente a los que estaban.

-Oh, son ustedes.-Dije mientras vi los rostros de Ignis y Luna dando un largo suspiro.

-¿Cuánto llevo dormida?-Dije arreglándome todo el pelo que tenía regado en la cara.

-Solo cinco minutos.-Dijo Ignis riéndose.

-¿Es encerio? Creí que había dormido una semana.-

-No, y al parecer te recuperaste muy rápido.-Dijo Luna

-Significa que al menos eres menos vulnerable a su poder. Los genes verdes que se activaron en tu genética te dieron un poco de más soporte contra Darkar. Y no funcionó del completo porque tu tienes otros genes activos diferentes. Otra cosa es que sin los genes violetas no podrá ser vencido.-Dijo Ignis

-Cierto pero hablando de eso, ¿qué han investigado sobre ellos?-Les pregunté dudosa.

-Nada, no hemos encontrado ningún gen, tampoco sabemos como crearlos.-Se quejó Ignis.

-Pero, entonces ¿cómo saben que existen?-Les pregunté porque tanta cosa con ese tipo de genes y que nisiquiera existan es algo insólito.

-Existen-Soltó Luna

-¿Qué y porqué no me lo habías dicho?-Inquirió Ignis

-Ambos los habíamos detectado en las primeras pruebas de sangre que le sacamos a Megan, ¿recuerdas?-Le replicó ella.

-Ciertamente, recuerdo que dijeron que esos genes estaban ahí en mi genética pero que aún seguían inactivos.-Les dije cuando recordé.

-Pero inactivos no funcionan, Megan esos genes los estudiaremos, veré que se puede hacer con ellos y su base.-Dijo Ignis mientras buscó una jeringa para extraerme sangre.

-No-Bufé

-Qué dices, anda dame tu mano.-Insistió pero me negué.

-Me quiero ir ya, es tarde ¿van a seguir experimentándome? ¿No creen que ya es suficiente por hoy? Casi me matan por no investigar bien las cosas.-Me quejé porque ya estaba cansada de jeringas y porquerías por hoy.

-Bien, entonces mañana después de clase de estrategia.-Dijo él y no tuve opción que acentir.

-Voy al cuarto, y ustedes tambien deberían.-Les ordené

-No vamos a ir aún, necesitamos investigar unas cosas.-Abrió la boca Luna.

-Bien entonces quédense yo me voy.-Dije mientras cerré la puerta y me dirigí al dormitorio. Y lo unico que recibí al entrar fue un abrazo de Abril.

-¿Estás bién querida?-Rápido preguntó pero yo no quería decirle que había fallado.

-Hemos encontrado otra solucion antes de lo que hiban hacerme. Los genes morados.-Aclaré pero él no me creyó.

-Megan, estás mintiendo, sé que no lo lograste y casi perdías tu vida.-Dijo mientras me puso sus manos en las mejillas.

-Como sea eso no importa, lo que importa es que ahora estoy bien y a tu lado.-Le repliqué y me besó en la frente.

-Bueno ve y dúchate, mañana habrá clase de estratégia, así podrás probar tu nuevo elemento, la tierra.-Me dijo mientras yo tomé dirección al baño y entré para mirarme en el espejo. Esa pequeñita insignia de árbol que había aparecido me daba un poco de felicidad. Era maravilloso que lograra controlar ya tres elementos a su máxima capacidad. Solo me faltaba el aire que de seguro pronto lo adquiriría. Lo que me extrañaba era la pequeña insignia del pentágono pequeñito. No sabía que podría significar un pentágono pequeño, ni mucho menos el grande que fue la insignia que tuve desde que me crearon. En fin mañana sería un día importante, práctica de nuevo elemento y más pruebas de sangre para descubrir los genes violetas.



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En el texto hay: romance humor terror

Editado: 12.11.2018

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