Un giro drástico se había formado entre todos. Jamás habían salido a la superficie, menos saber que nunca lo estuvieron, que aquel bosque que creímos real era falso, un laboratorio bajo paredes de tiempos medievales era algo difícil de creer. Yo tampoco sabía eso, cuando me escapé lo hice con la ayuda de una persona del propio laboratorio que me trajo con ella dentro de un zafacón, asi que tampoco vi por donde pasábamos. Eso sí, después de salir entonces ya sabía que era lo que había fuera de todo. Muchos tipos de gente, cosas en fin todo un mundo en conocer.
Habíamos pasado dos días con todo esto de la preparación para salir al exterior hasta que llegó el día. Aún estabamos en el cuarto de siempre cuando entró un hombre junto a un equipo de personas que traían vestiduras.
-Buenos días a todos, su salida es hoy. Recuerden que afuera el mundo es distinto como se les ha contado ya. Las personas creen que ustedes son como ellos y que llevan la sangre real pérdida de hace años. Por lo tanto hoy usarán ropa adecuada para el exterior.-Dijo el muchacho entregándonos la ropa.
Nos alistamos todos, tuvimos que usar las chicas unos trajes que llegaban hasta nuestras rodillas pero bien elaborados y a mí me tocó la típica vestidura calurosa, horrible que usaban todos los reyes. Y salimos caminando por un pasillo hasta que subimos unas escaleras y llegamos a un ascensor.
-¿Preparados?-Preguntó un hombre abriendo la puerta.
-Si-Dijeron todos emocionados mientras yo solo tenía una sonrisa y Abril se colocó a mi lado.
-¿Es lindo allá arriba?-Preguntó besando mi frente. Y claro que le acerté.
-Es más hermoso de lo que crees.-Mencioné tras escuchar el crugir del ascensor comenzar a elevarse al exterior.
-Todavía no puedo creer que saldremos-Mencionó Luna acercándose a nosotros.
-Será sorprendente-Dije cuando el ascensor se detuvo y una luz comenzó a verse. La puerta se abrió y salimos poco a poco siendo guiados por un hombre.
-Caminen-Ordenó mientras salimos a una especie de cuarto rodeado por paredes metálicas y que solo tenía una puerta con cerradura forzada.
-Cuando abra la puerta saldrán al piso subterráneo del Castillo. Pronto les guiaré por unos escalones y subirán al primer piso en la superficie.-Dijo abriendo la puerta mientras todos hablaban entre sí.
-Caminen-Ordenó otra vez y pasamos a un lugar amplio, lleno de paredes que estaban formadas de ladrillos rocosos. Pude divisar cuartos llenos de personas envatadas y que caminaban de un lado a otro llenos de carpetas.
-Este lugar aún está bajo tierra aquí se trabaja con tecnología avanzada que no llega a existir en el exterior aún. Mientras síganme hacia las escaleras.-Mencionó mientras todos caminaban mirando con estrañez. Llegamos a subir como docientos escalones hasta llegar a otra puerta, y todavia no podía creer como me habían sacado por tanto lugar al exterior. Recuerdo que el empleado fue expulsado y encarcelado por mi culpa. Y el hombre abrió la puerta dejándonos ver un enorme pasillo por donde también tuvimos que caminar minutos. Llegamos a unas puertas con clave y luego de que no las mostraron salimos a un paisaje indescriptible.
-Este ya es el exteriore.-Dijo cuando todos corrieron por todo el lugar. Había dos sillas talladas en plata con diamantes trasparentes. Supuse que eran para mí al ser yo la supuesta reina. Había soldados que vigilaban y en cuanto los chicos lo miraban todo salieron muchachas a servirles cosas de comer.Yo miraba el increíble color dorado y platinado de las cosas y las grandes telas rojas que había.
-¿Señorita Megan?-Escuché tras de mi cuando me volteé del susto.
-Las personas le esperan fuera.-Mencionó a lo que respiré profundo.
-De ahora en adelante, yo seré su sirviente.-Dijo a lo que sonreí.
-Bien entonces prosigamos.-Ordené a lo que él me llevó a la inmensa puerta de metal y ordenó a dos de los soldados a que la abrieran. Pronto la luz llenó el lugar y el muchacho me ordenó caminar por un piso alfmbrado color rojo. En esos momentos me acerqué a un enorme patio, una vista indescriptible llena árboles a lo lejos, el cielo azul. Las nubes y el sol que tanto extrañaba por fin los lograba ver. Hasta que se escucharon voces extrañas y divisé una gran cantidad de personas que me miraban sorprendidos.
-Señoras y señores, les presento a Megan Carpenter, la sucesora perdida del trono de la monarquía Australian.-Gritó con lujuria y todos comenzaron a gritar de emoción y miraba cada rostro con el énfasis de encontrar al que fue alguna vez mi hermano o mi madre pero había olvidado que los mataron en mi frente. La gente gritaba !viva la reina! y yo solo sonreía normalmente.
-¿Quiere decir algunas palabras?-Preguntó el muchacho y yo ni sabía que decir.
-Perdón pero apenas regreso al exterior, no se que decirles nunca me había relacionado con tanta gente.-Mencioné a lo que el muchacho quedó pasmado. Talvez ni sabía que era una experimento y no quién el pensaba.
-B-bien diré algo.-Tartamudeé
-A todos ustedes, me comokace darles las gracias por el gran apoyo en venir a verme. Sé que estuve oculta pero fue por motivos de preparación, apenas tengo veintiún años. Pero decidí salir para trabajar por el bien de toda la ciudad o ¿imperio?-Y miré al muchacho que llevó su mano a la cara.