A las 6:30 estoy casi lista. Utilizo el vestido que Lilith me regaló el año pasado, los pendientes de Talia, y la pulsera de Cameron pero sin quitarme la de Brenda. El cabello lo dejé en manos de mi asiática favorita y el maquillaje para Lilith. Esta chica de ojos azules puede convertirte en una belleza.
Unos guantes color turquesa se agarran solamente al dedo corazón con un cinta fina y la tela comienza desde el reverso de mi mano, ajustándose a mi piel desde la muñeca hasta los codos. Si sumamos a eso, unos zancos de 10 centímetros, creo que estoy aceptable para la ocasión.
El colgante que Javier me regaló combina perfectamente con el modelo sin mangas del vestido y el delfín reluce con la pequeña piedra amatista si la luz se refleja en él. Luego de un largo suspiro, toco la figura con la punta de mis dedos. Tengo dos misiones en el colegio Mary Weathers. Ver lo que ocasiona los ataques y encontrar a Dorian.
Brenda está preciosa. Un vestido negro cae desde su busto hasta casi tocar el suelo amoldándose a su figura. Este brilla como si miles de estrellas se hubieran estrellado en él. No tiene mangas pero en el hombro derecho dos tiras finas plateadas se cruzaban delante de su cuello y en la espalda. Esas mismas tiras bajaban por el centro del pecho hasta la cintura y después se dividen hacia atrás para un amarre delicado. Los pendientes son largos pero relucen los pequeños diamantes. Un peinado muy preparado y unos zapatos negros de aguja de 15 centímetros le dieron el toque final. El tatuaje del árbol seco en su antebrazo la hace ver como una chica dura.
Lilith se decantó por un vestido azul que combinabperfectamente con sus ojos. La parte delantera cae en cascada hasta el busto y se une por la nuca en una fina cadena dorada. Toda la espalda está expuesta. No es apretado pero la tela se ajusta a las curvas que adquirió en estas vacaciones. Unos pendientes blancos y en la punta unas gotas azules son los únicos accesorios que llevará. El tatuaje de unas brisas en su brazo derecho simulan a una chica dulce…pero fuerte.
Talia… es Talia. Un vestido blanco se ajusta a su silueta. Su cabello rojo cae en ondas por toda la espalda ocultando la falta de tela en ella, pero el tatuaje de la flama en la parte baja de su espalda es visible. Se decantó por unos pendientes sencillos de corazón engarzado en diamantes y el colgante combina con ellos. La cintura tiene una fina cinta dorada que combina con los zapatos de aguja de 15 centímetros. Un maquillaje sencillo con un carácter abrumador. Todo digno de una Sprouse.
–¿Estoy bien así? –pregunto con dudas.
–Allie, es la tercera vez que preguntas lo mismo –contesta Tony y pone los ojos en blanco–. Estás preciosa.
–Te aseguro que Chris no te suelta en toda la noche –añade Ginger desde mi cama.
–Quita esa cara –comenta Talia–. Christopher puede ser todo lo que quiera, pero tiene buen gusto. No te amedrentes con las miradas del resto. Tú eres Allison McKenzie, la chica usuario vida del siglo XXI. Si crees que lo vales, así te sentirás esta noche. Si crees que estás hermosa, te lo creerás.
–Muchas miradas van a estar enfrascadas en ustedes dos esta noche –dice Brenda rociando un poco de perfume en el cuello y después en el vestido–. Hagan lo mejor que saben hacer. Comerse con la mirada y amarse con sus cinco sentidos. La envidia carcome los ojos y el amor la cabeza. –Sonríe por lo bajo
–Brenda está poética en estos días –añade Lilith sonriendo.
–El amor, Lilith –respondo yo–. Eso lo provoca el amor.
–Nunca supe cómo comenzó lo vuestro –habla nuestra pequeña rubia con curiosidad.
–Pues –me siento al borde de la cama–, primero comenzó con los entrenamientos a altas horas de la noche. Después con mensajes desde el balcón en las madrugadas. Más adelante le siguió el lago y por último la lluvia de estrellas fugaces. –Talia me miró con la boca abierta y con cara de asombro.
–Esa vena romántica de Chris no la conocía –interviene Brenda tan asombrada como la pelirroja.
–Y si a eso le sumamos su arrogancia, perseverancia y bravuconería, pues –Me encojo de hombros–, logró conquistarme.
–¡Qué romántico! –dice Lilith con voz de chica enamorada.
–Lo único que conozco de todo lo que dijiste es el lago –habló Talia–, pero yo nunca supe sobre lluvia de estrellas. ¿Mensajes en las noches? La romántica de los dos era yo. Christopher hacía detalles por complacerme y nada más.
–Con Allie cambió –añade Lilith–. ¿Recuerdan la cazadora que él le quemó sin querer al año pasado? Se la regaló nuevamente unas semanas después. –Asentí al recordar el regalo de Chris a través de las manos de Ellie.
–Ese chico te quiere. Perdón. Ese chico te ama –aclara Talia con una sonrisa tierna en los labios–. No dejes que nadie te haga pensar lo contrario. El amor de ustedes es muy puro. –Unos toques en la puerta dieron final a nuestra conversación.
–¡Adelante! –contesta Lilith y la puerta se abre.
Mi habitación se llena de los chicos más guapos de Elements. Todos tienen el mismo diseño de esmoquin. La única diferencia es el color de la corbata.
Austin con una corbata negra. Vio a Brenda y el mentón le llegó al piso. Cameron se quedó alelado al ver a su preciosa novia Talia. Su corbata blanca combina con el vestido de nuestra amiga.
Tommy se quedó embobado al ver el cuerpazo de Lilith debajo de ese vestido tan sexy. Incluso tragó en seco. Su corbata es azul de la tonalidad de sus ojos. Lester entró con ellos al final. Al verme, su mentón cayó también.
–Ten cuidado, Lester –dice Javier cortando la mirada de Lester hacia mí–. Esta chica ya tiene dueño
Lester tragó en seco y miró hacia la puerta de mi habitación. Austin caminó hacia Brenda y la atrajo hacia él por la cintura. Cameron también se acercó a Talia, pero este la besó al llegar a ella. Tommy se acercó a una tímida Lilith y le dio una vuelta con la mano.
Editado: 18.07.2022