El Quinto Elemento (elements 2)

Capítulo 34 “Un escándalo sin sentido”

Después del desastre en el cumpleaños de Celine, regresamos al colegio Mary Weathers. Estoy cansada, agotada, impactada, pero sobre todo, muy abrumada.

No sabía que podía existir gente tan malvada en el mundo. No entiendo como no se han convertido en un cold si tienen ese corazón tan ennegrecido. Seguramente esa es su propia naturaleza y no hay necesidad de tener los ojos grises para aplastar a cualquiera que se meta en su camino.

Dejé mi equipaje y fui directamente al invernadero. Chris quiso acompañarme pero me negué. Necesito descansar de todo y de todos.

Sé que soy fuerte, pero lo que he enfrentado en estos días, sobrepasó mis límites. Pero tampoco me arrepiento de lo que hice. Ella se lo tenía merecido y no pienso renunciar a Chris solo porque su madre me lo diga. Miro hacia arriba y suspiro.

–Chris vale la pena, a pesar que muchos han metido sus garras para desgarrarnos entre nosotros. De vez en cuando tengo ganas de tirar la toalla pero todos saben que este camino no es color rosa ni tampoco perfecto. Pero tener que lidiar con una suegra metiche y una cuñada irritante es bastante complicado.

–¿Hablando sola? –intercede una tercera voz y doy un respingo en mi lugar–. Es una buena idea. Siempre me funciona.

–Disculpa, Isaac, pero prefiero estar sola.

–¿Fin de semana duro? –pregunta y suspiro al ver que no se va a ir.

–Sí. Más de lo que crees –contesto con desgana.

–¿Emma hizo de las suyas? –Ese nombre hace que quiera quemar todo a mi paso .

–¿Qué he hecho para merecer esto?

Toco el tronco del árbol frunzo el ceño cuando siento la tristeza del árbol a mis espaldas. No porque está solo, sino porque escuchó mi perorata. Al parecer, acabo de descubrir otra utilidad de usuario vida.

–Ser tu misma –responde Isaac sentado en el suelo–. He tenido pocos acercamientos contigo pero tienes varias cualidades que muchos envidian

–¿Cómo cuáles?

–Inteligente, modesta, directa, humilde, valiente, tenaz, bravucona, sincera, honesta. ¿Sigo? Porque hay muchas de las que podemos hablar y la noche no alcanzaría.

–¿De verdad piensa eso? Nos conocemos desde hace poco tiempo

–Eres una chica muy transparente, Allison McKenzie.

–¿Usted porque no dice la verdad?

–¿A qué te refieres?

–¿Cree que no me di cuenta? No es la primera vez que hacen eso conmigo.

–No te entiendo –insiste confundido.

–¿En serio… Dorian? –Sus ojos negros me miran alarmados.

–¿Cómo lo supiste?

–La misma noche que entraste a mi sueño hiciste la misma pregunta en el laboratorio.

–¿Ves lo que te dije? Eres demasiado inteligente. He logrado esconderme del mundo y mi hermana por milenios. En dos meses que has estado aquí me descubriste. –Sonrío y él niega con la cabeza.

–No es la primera vez que me pasa. Cuando me dijeron que un profesor del colegio había encontrado la forma de regenerar los árboles me dio mucha curiosidad. En su primera clase, usted aportó varios detalles específicos de Dorian que no están en los diarios de Raquel o en los libros. Y cuando levanté la mano y el anillo en el brazalete se iluminó por el sol, frunció el ceño como si lo hubiera visto en otro lado

–Definitivamente eres demasiado inteligente.

–Pero su escondite es pésimo. Se ha expuesto demasiado. Descubrir a su hermana me costó estar en la enfermería.

–¿Cómo está Raquel? –pregunta con un hilo de voz.

–Ya se lo dije. Ella le extraña mucho y quiere verlo de nuevo

–¿No me odia?

–Dorian, le ha estado buscando desde hace mucho tiempo. –Abro el brazalete y le entrego el anillo–. Esto le pertenece.

–No, por favor. Quédatelo. No le digas donde estoy. Después que mi segundo hijo murió, quise buscarla. Pero la vergüenza de la guerra que había comenzado yo mismo, me detuvo. No sabía cómo mirarle  a la cara.

–Los hermanos, siempre serán hermanos.

–¿Ya te sientes mejor? –Sonrío nuevamente al ver su cambio de tema tan abrupto.

–Un poco. Hablar de otro tema me relajó sin darme cuenta. Por cierto, ¿me ayudarás a romper la ley de los primogénitos?

–Allison…

–Por favor, Dorian. Perdón… Isaac.

–Hagamos una cosa. Encuéntrenlo por su cuenta. Si en algún momento del camino, no tienes ni idea sobre lo que debes hacer. Búscame en el laboratorio, y ahí te atenderé.

–Eres igual que tu hermana. Les encanta el misterio y los acertijos.

–El amor por los acertijos y la poesía es mi culpa. Yo se lo inculqué a Raquel. Tengo que irme. Nos vemos en clases.

–Una pregunta. –Tomo el anillo y lo coloco nuevamente en el brazalete–. ¿Qué significan las palabras grabadas en el anillo?

– “Siempre te querré” –contesta apesadumbrado–- Fue un regalo de mi madre antes de morir.

–Por esa razón se lo dejaste a Raquel. Para que supiera que siempre le querrías a pesar de todo.

–Chica inteligente. Buenas noches, Allison.

Desapareció entre las ramas y arbustos del invernadero. Suspiré y miro al cielo estrellado durante unos minutos. Tuve paz hasta que otra voz me interrumpe.

–Eres como un tornado, Allison. Donde quieras que vayas, arrasas.

–¿Qué haces aquí, Thiago? –hablo con desgana–. ¿Todos se pusieron de acuerdo para no dejarme en paz esta noche?

–Solo quiero saber cómo sigues. Dejaste la fiesta un poco desconcertada.

–¿Estabas ahí?

–En primera fila. –Con la poca luz, veo que aún sigue con el traje de fiesta–. No te das por vencida, ¿verdad?

–¿Sabes algo, Thiago? Creo que esa pregunta también es para ti. –Fue a hablar pero no lo dejé–- Sin embargo, mi respuesta es no. No me doy por vencida, pero sé cuándo no soy bienvenida en un lugar

–Eso lo dejaste bien claro –comenta con sorna.

–¿Qué es lo que quieres en realidad?

–De verdad solo quiero saber cómo estabas. Alexa desapareció y después entró hecha una furia. Calmar a Celine le costó bastante a Emma.



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En el texto hay: romance, aventura, amor

Editado: 18.07.2022

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