El Quinto Elemento (elements 2)

Capítulo 38 “Una broma y graves consecuencias”

–Buenos días –grita Brenda abriendo las cortinas de la ventana y cubro mi cabeza al instante.

–Te odio, Brenda –protesto con voz grogui bajo la manta.

–Arriba, Allison –insiste Tony con voz chillona y me levanto de sopetón frustrada. El grito de la ardilla fue lo siguiente que escuché. Al parecer estaba encima de mí y aterrizó en el suelo.

–¿Estás bien? –pregunta Ginger cerca de su hermano mientras él pasa la pata por su cabeza.

–Otro lanzamiento como ese y yo termino sin cabeza –protesta la ardilla sonriendo. La puerta se abre y entra Pumba, el jabalí de Chris.

–Hola, tú. –Doy dos palmadas al borde de la cama y él se acerca con un trote lento–. ¿Qué haces aquí tan temprano?.

Frunzo el ceño al ver algo colgando de su cuello. Coloca sus pezuñas delanteras en el borde de mi cama y levanta la cabeza. De su cuello colgaba una cuerda con un pequeño frasco.

–¿Qué es eso? –pregunta Ginger.

–Ni idea –respondo.

Tony cortó la cuerda con una de sus garras y tomo el pequeño frasco entre las manos.

–Tiene algo adentro –comenta Brenda a mi lado. Destapo el corcho y en el interior del frasco hay un pequeño trozo de papel. Sonrió cuando lo desdoblo.

–Es un mensaje de Chris. –Sonrío–. “Por ti, llegó el amor a mi vida y todo cambio. En tus ojos encontré lo que había perdido y volví a creer. Te quiero, pequeña”.

–¡Qué tierno! –murmura Brenda dando palmadas de felicidad.

–Ya, en serio. Gracias a ustedes me va a dar un coma diabético por tanta dulzura –dice Ginger con ironía.

–Hermana, mira que eres insensible –dice Tony empujando a su hermana.

–¿Insensible yo? Cierto. Tú eres el loco enamorado de nosotros.

–Gracias, Pumba. –Acaricio la cabeza del jabalí. Pumba se baja de la cama y sale por la puerta entreabierta.

–Chris te quiere de verdad –opina Brenda–. Cuando estaba con Talia era un desastre y por lo que escuché en los pasillos, con Alice no fue distinto.

–Mi madre dijo una vez que el amor hace milagros –dice Lilith sonriendo

–Si estamos hablando de Chris, sinceramente hiciste un milagro en él. Cualquiera pensaría que lo tienes hechizado –añade Tony.

–Cuando se ama de verdad, no hay hechizo que valga –habla una voz desde la puerta que me saca una sonrisa instantánea–. Buenos días, pequeña.

Él se acerca a mí y besa mi nariz como cada mañana.

–¿Lista para un nuevo día?

–No nos queda de otra –contesta Ginger a mi lado–. Más le vale a esa rubia no acercarse a Allison o te juro que…

–Se queda sin pelo –respondimos Chris, Brenda y yo al unísono. La ardilla nos miró extrañada y nosotros reímos.

–Mejor voy a bañarme y cambiarme. Hoy nos espera un largo día en el colegio –digo levantándome de la cama.

–Pero si solo tenemos Defensa en la mañana –protesta Brenda.

–¿Te parece poco? –protesto–. Lilith ya controla los rayos con una sola mano, Tommy forma nubes y se desliza con ellas, Talia ya puede hacer una tabla de surf de fuego, Cameron ya forma animales con el fuego y tú ya puedes hacer que un árbol se mueva de su lugar. Eso, sin contar que Javier ya puede crear animales de agua que se desplazan sin problema por aire o por tierra.

–¿Ya terminaste? –pregunta Chris colocando sus manos en mis hombros y suspiro–. Pequeña, tú tienes la capacidad de forma un remolino de agua donde no la hay, rodearte de una cortina de agua y cambiar su temperatura a voluntad. En una burbuja de agua formar rayos y e incluso saetas de fuego ¿Sigo?

–Pero…

–Pero nada –interrumpe Tony–. Estas cosas llevan tiempo de preparación. No he visto ni a un solo estudiantes de segundo en este colegio llegar al nivel de ustedes en tan poco tiempo.

–Mi hermano y Chris tienen razón. Ustedes son buenos –secunda Ginger.

–Solo faltas tú por creértelo –añade Brenda tomando mis manos entre las suyas y sus comisuras se elevan en una sonrisa.

–Más les vale que esto sirva –comento divertida–. Si no nos mata este profesor, cuando lleguemos a Elements, nos mata Brad.

–Nah –habla Brenda–. Eso si nos atrapa primero.

Al llegar a la cafetería, hago el mismo pedido de siempre y me reúno con Talia, Alice y Lilith en la mesa de siempre. Las miradas indiscretas nos miran al pasar.

–Como otro estudiante me mire atravesado, le quemo las pestañas –amenaza Talia en tono molesto

–Tranquila, compañera –interviene Lilith sonriendo–. Esto no se va a olvidar en un tiempo, pero si seguimos haciendo hincapié, nosotros mismos hacemos que el resto no lo olvide.

–Bien dicho, enana –digo yo.

–Pequeña, tengo que irme. Mi día está apretado. ¿Nos vemos en el almuerzo? –Asiento y besa mi mejilla–. Te quiero.

Después de un largo abrazo se retira con Teo y les sigo la vista hasta que salieron del comedor.

–¡Qué tierno es! –dice Brenda y suspira.

Un carraspeo interrumpe nuestra conversación. Sus ojos azules nos miran  temerosos y una mala sensación se alojó en mi pecho.

–¿Quién de ustedes es Lilith? –pregunta el joven.

Todas la miramos y ella levantó las manos como si no hubiera hecho nada en señal de defensa

–Soy yo –responde la aludida frunciendo el ceño–. ¿Quién pregunta?

–Solo tengo que entregarte esto. –En la superficie de la mesa  coloca un sobre color crema–. Adiós.

El chico sale del comedor como alma que lleva el viento. Masajeo mi pecho y cierro los ojos por la punzada en la sien.

–¿Qué acaba de pasar? –pregunta Alice confundida.

Lilith toma el sobre en sus manos y lo mira por ambos lados

–No tiene destinatario. Ábrelo –insiste Talia pero Lilith niega con la cabeza–. Dudo que haya una bomba ahí dentro. Ábrela. Seguro es algún pretendiente.

Todas sonreímos por la locura de las palabras de la pelirroja  y el ceño fruncido de Lilith. Aún con dudas, abre el sobre y el olor que emanó de su interior me dio ganas de vomitar



#9519 en Fantasía
#12481 en Otros
#1546 en Aventura

En el texto hay: romance, aventura, amor

Editado: 18.07.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.