–Dios, me duele la cabeza –dice Ginger cayendo en el colchón y yo a su lado.
–¿A ti sola? –bufa Lilith–. Me duelen los pies de caminar por tantas tiendas.
–Esto es culpa tuya, Allie –protesta Brenda cayendo con un sonoro puf en su cama.
–No creí que sería tan complicado.
–¿Por qué crees que Alexa contrata no uno, sino dos coordinadores de eventos? Es demasiado para uno solo –recalca Talia en tono cansado.
–La buena noticia es que ya lo tenemos casi todo –afirma Tony–. Solo falta el catering y la banda.
–Javier y Austin se encargarán del catering –inquiere Brenda.
–Tommy y Cameron están buscando una banda que sea acorde a los gustos de Alexa pero que combinen con los de Chris –añade Talia.
–Los pobres. Tomaron el trabajo más difícil.
–Ellos lo decidieron así, Lilith. –Estiro mis brazos y me siento en la cama– Chicas, necesito ver a Isaac. Dejé la lista encima de la cama. Si tienen alguna duda, solo tienen que revisarla.
En el camino al laboratorio me encuentro con Thiago. Este mira desde uno de los ventanales del pasillo de las chicas. Específicamente, frente a la puerta de la habitación de Emma.
–¿Thiago?
–Hola, Allison.
–¿Todo bien? –Da un largo suspiro y niega con la cabeza.
–Emma no quiere verme –explica y me acomodo a su lado a su lado y nos recostamos a la pared–. No sé qué pasó.
–¿Te soy sincera? –Asiente sin mirarme–. Si yo fuera ella, es posible que tomara la misma posición. Viste como la herían y no hiciste nada. No fue a mí, y me caló hondo lo que vi. Deja que el tiempo pase. No eres santo de mi devoción, pero errores los comete cualquiera. Verás que ella con el tiempo…
–No, Allison –me interrumpe con voz trémula–. La relación entre Emma y yo está completamente rota.
–¿No recuerdas nada? Cuando estaba encerrada, Alice mencionó que tú fuiste el causante de mi accidente con la maseta.
–Lo siento mucho. Mi mente tiene muchas lagunas y se me hace imposible rellenarlas.
–¿Cómo está Alice?
–¿Cómo puedes hacerlo? –Frunzo el ceño confundida por su pregunta–. Te hice daño, Allison. Te herí, te torturé al igual que Alice, y aquí estás hablando conmigo formalmente y preguntando por la mujer que casi te mata.
–Thiago –Sus ojos verdes cristalizados por las lágrimas me miraron finalmente–, es verdad que por ustedes casi paso al otro mundo pero… todos merecen otra oportunidad.
–Pero Alice te engañó… de nuevo. ¿Cómo puedes ser tan buena?
–Porque me toca. En este momento todo el colegio les odia. Yo estoy en tu lugar desde que puse un pie en el colegio Mary Weathers. La diferencia es que yo tengo el apoyo de mis amigos y ustedes no tienen a nadie. En momentos como este, lo único que se necesita es una mano que te ayude a pasar la crisis. Si necesitan de mi ayuda, solo búsquenme. Cualquiera puede pasar un mal momento.
–Pero…
–Da Silva, quiero que escuches lo que voy a decirte. Hay demasiada maldad en este mundo como para que yo también les trate con indiferencia. Esa no es mi naturaleza. Un poco de bondad en tiempos malos no le hace mal a nadie.
–Eres una buen chica.
–Ya lo sé. ¿Cómo crees que he durado tanto siendo amiga de Talia y la novia de Chris al mismo tiempo? –Una lágrima recorrió su rostro pero sus labios se curvaron en una sonrisa–. Eso está mejor. Aléjate un poco. Deja que Emma respire y tú también deberías hacerlo. Relaciónate con otras personas, concéntrate en terminar este último año para ti y si todo sale bien, conoce a otra chica. Intentaré por todos los medios resolver el juicio, ¿quedó claro?
–Muchas gracias. Karen nos dijo que estás abogando por un juicio para nosotros.
–Es lo justo. Los sentimientos eran de ustedes pero otra persona los utilizaba en su propio beneficio. –Sonrío y veo al profesor pasar al final del pasillo–. Nos vemos luego, Thiago. Recuerda lo que te dije. ¡Isaac! –El aludido se detuvo y corro hasta él.
–¿Todo está bien?
–Necesito hablar contigo… en privado. –Asintió y nos dirigimos al laboratorio
–¿Qué quieres saber? –inquiere a penas cierra la puerta y camina hasta los estantes.
–Mi madre. –Sus pasos se detuvieron al instante y mueve sus dedos a ambos lados de su cuerpo como si tocara un piano invisible antes de cerrar la mano en puños–. Chris me contó lo que le dijiste. ¿Es cierto? ¿Mi madre se parece a Marina?
–Cuando la vi, todos los recuerdos vinieron a mi mente y me paralicé –relata sin mirarme–. Y lo único que me dio por hacer fue correr en la dirección opuesta. –al final se dirigió hasta la silla debajo de loas pantallas y yo me recuesto a la mesa–. Cuando vi sus ojos enrojecidos, salí despavorido. Tenía el corazón desgarrado, Allison. Marina fue el amor de mi vida y verla tantos siglos después… –dejó de hablar y sus nudillos se tornan blancos al cerrar las manos muy fuerte.
–Me lo imagino. Yo me pasé solo un día sin ver a Chris y casi me muero de la angustia. No quiero imaginarme si le pierdo. Al menos ya descubrimos porqué fui elegida por Raquel. Al parecer soy descendiente directa de tu esposa.
–Ustedes se llevarían de maravilla.
–Ya me lo puedo imaginar.
–Allie, voy a serte sincero. Tienes que terminar con esto. No puedes romper la Ley o las consecuencias van a ser muy graves.
–¿A qué te refieres, Isaac?
Faltan solo dos días para el cumpleaños de Chris y todos estamos muy animados, con excepción de Celine y Alexa. La vieja bruja se negó rotundamente pero fue en vano.
Para no dejarla afuera, dejamos que se encargara de los invitados pero nosotros revisaríamos la lista para evitar malos tragos como en la fiesta anterior.
–Tenemos un problema –habla Talia entrando como vendaval a mi habitación.
–¿Qué ocurre?
–Los de decoración cancelaron el evento. No pueden venir.
–¡¿Qué?! ¿Cómo es posible? –protesto buscando el teléfono–. Hola, soy Allison McKenzie. Hice una reservación de… ¿Cómo puede ser posible? –Al otro lado dan justificaciones sin sentido–. Pero hicimos todo como…No, no pienso dejarlo así. Exijo que me devuelvan el dinero inmediatamente. No me interesa. Como si tiene que ir ante el presidente. Quiero mi dinero esta misma tarde en mi cuenta. –Termino la llamada furiosa.
Editado: 18.07.2022