Chris…
Faltaban unos días para cumplir los 18 años. Me siento nervioso, angustiado, pero sobre todo, muy preocupado. Allison ha estado un poco extraña en estos días. Aunque la preparación de la fiesta de mi cumpleaños la tiene bastante ocupada.
–Christopher –mi madre interrumpe mis pensamientos–, ¿todo bien?
–Sí, madre. Pensando en la fiesta del fin de semana. Allison ha estado un poco ocupada.
–Me lo imagino. –Sonríe con sorna–. Demasiado trabajo para una chica que no sabe nada de…
–Mamá, ya basta. ¿Cuál es tu problema con ella? No te ha hecho nada.
–¿Nada? Esa chica arruinó tu vida y la fiesta de tu hermana.
–No me lo puedo creer. –Me levanté de la silla de mimbre con fuerza–. ¿Hasta cuándo, mamá?
–No entiendo por qué me hablas de esa forma.
–Y yo no entiendo cuál es tu problema con Allison. –Cruzo mis brazos en el pecho–. No la conocías y ya estabas en su contra. La fiesta de Celine es otra historia
–¡Casi te mata!
–¡Allison me salvó, mamá! –exclamo furioso y ella se sobresalta dando un pequeño brinco en su lugar–. Jessie Carmington me apuñaló por la espalda con piedra roja y Allison me salvó. Me devolvió a la vida. Entiéndelo de una vez
–¡Estuviste en esa situación gracias a ella, Christopher! –Se levanta de su lugar con ímpetu–. ¿No lo entiendes? Todo por esa estúpida McKenzie.
Me acerco a ella como león enjaulado y acerco mi rostro al de ella lo más que puedo y hablo con los dientes apretados intentando contener la rabia que burbujea en mi interior.
–Mucho cuidado como hablas de ella cuando estoy presente, mamá.
–No sé qué viste en ella cuando tienes tantas muchachas que se mueren por estar a tu lado.
–Ahí está la diferencia. –Me separo de ella con gesto hosco–. Ella no se me lanzó como el resto. Al contrario. Me encaró y me dijo que me apartara de su camino.
–Pero claro que lo haría, Christopher. Eso fue una táctica para que te interesaras en ella.
–Estás ciega. Al no estar interesada en conocer a la chica que yo amo – hago énfasis en el yo–, no la conoces como yo, mamá. –Me acerco y tomo sus manos entre las mías–. Allison es dulce pero al mismo tiempo viva y decidida. Le gustan los retos y da la vida por sus amigos. No me gustan algunas las cosas de ella, amo todo de Allie. –Ella negó con la cabeza–. Inténtalo, por favor. Hazlo por mí. –Se aleja de mí como si mi tacto quemara.
–Estás tan enamorado de esa muchacha que ya no sabes lo que dices.
–¿Alguna vez amaste a papá? –Sus ojos miran hacia el jardín–. ¿Alguna vez le dijiste “te amo” a ese hombre que ha estado a tu lado durante tantos años? –Aprieta sus labios y cierra sus manos en puños–. Mamá, yo le amo. No recuerdo haber sentido esto por nadie. Ni siquiera por Talia. Me hace sonreír el solo pensar en esa persona que tanto intentas denigrar y pisotear con todas tus fuerzas. Y saber que puedo perderla hace que el corazón se me comprima de tristeza.
–Por Dios, Christopher. Esa muchacha ha envenenado tu cabeza.
–No, mamá. Al contrario. Allison me abrió los ojos a un mundo que no conocía. Los amigos, el amor, el valor de los pequeños detalles y la unidad entre nosotros. Es verdad que me he vuelto un sensiblero y romántico cursi en el último año… pero vale la pena. Dale una oportunidad. Solo una.
–Ella no sabe nada de nuestros gustos, historia o...
–Eso son solo conjeturas y trabas que pones tú misma. –Mi teléfono comenzó a sonar–. Solo te pido que lo intentes. Solo una vez. Tomo el móvil y sonrío al ver de quién se trata–. Hola, pequeña. ¿Todo bien? –Frunzo el ceño al escuchar su voz quebrada por las lágrimas–. No te preocupes. Ya nos las arreglaremos. Mientras estés conmigo, no tengo ningún problema. Te quiero. Y no te preocupes. Todo va a salir bien. –Termino la llamada, pero a pesar de la mala noticia, me siento bien.
–¿Qué pasó?
–Al parecer, la fiesta del domingo fue cancelada. Están intentando hacer cambios pero tienen poco tiempo.
–Te lo dije, Christopher. Esa chica es una irresponsable. ¿Cómo puede ser posible eso? Si Emma y yo estuviéramos al frente del evento, esto no hubiera pasado
–Mamá, yo fui el primero en decirle que no quería fiesta. Solo algo íntimo, pero ella por agradarte, quiso tomar el mando de la situación
–¡Y mira como terminó! Al final lo arruinó todo. Cada vez eliges peor a tu pareja, Chris. –Niego con la cabeza y sale de mi habitación.
–No, mamá. Nunca había elegido tan bien –murmuro y sonrío hacia el cielo
Dos días después…
–Feliz cumpleaños, Christopher –exclama mi madre entrando a mi habitación y abriendo las ventanas
–Hola, mamá –protesto tapándome la cabeza con la manta–. Todavía es muy temprano.
–Claro que no. Mi hijo mayor cumple los 18 años y no vas a pasar el día entero acostado ya que tu novia arruinó la celebración. –Me siento en la cama de sopetón.
–Mamá, si quieres que mi día contigo no comience en una discusión, evita los comentarios mordaces en contra de Allison al menos en mi presencia. –Sus ojos negros me taladraron y frunce los labios.
–Está bien. –Da dos palmadas y la puerta de mi habitación se abre. Katie entra con una mesa rodante y Emma detrás de ella.
–¡Felicidades, Chris! –Se acerca a mí y besó mis mejillas con euforia–. Toma. Espero que te guste
Me entrega una caja de regalos y se sienta en mi cama. Paso la mano por mi cara y abro los ojos para despertarme un poco. Abro la pequeña caja con un lazo azul y en el interior hay un reloj. Enarco una ceja hacia el obsequio, pero para no hacerle el feo, sonrío con falsedad.
–Gracias, Emma. –Los relojes tan grandes y extravagantes no me gustan.
–Querida, dejemos que Chris desayune en paz –insiste mi madre.
–¿No prefieres que te acompañe?
–No te preocupes. Seguro que tú y mi madre tienen cosas que charlar. –Emma asiente y ambas salen de mi habitación. Katie, la amiga de Allison, deja la bandeja a mi lado y le guiño un ojo.
Editado: 18.07.2022