El Quinto Elemento (elements 3)

Capítulo 28 “Cambio de reglas”

Antes que los rayos del sol atravesaran la habitación, ya estaba enfundada en la ropa que había utilizado en el Torneo del examen final en Elements.

—¿Qué ocurre? —pregunta Tony bostezando y estirando sus patas hacia arriba.

—Tengo un presentimiento extraño. No sé lo que puede ser. Estoy inquieta desde hace rato —respondo cayendo con un sonoro puff en la cama.

—Seguro son los nervios —opina Ginger con voz grogui—. Necesitas tener mucho cuidado en la competencia, Allie. No sabemos que sorpresas pueden traernos estos juegos el día de hoy.

—¿Ya estás lista? —pregunta Brenda adormilada rascando su cabeza—. ¿Estás preocupada por la competencia de hoy? —Asiento mientras acaricio mi pecho por la opresión alojada en él. Mi amiga se acerca y me abraza por los hombros para darme aliento—. Verás que todo irá bien.

—Eso espero, Brenda. Eso espero. —Mi estómago ruge y todos sonreímos.

—Ni siquiera con preocupaciones, su estómago deja de hacer ruido —comenta Tony en tono juguetón y saco la lengua.

Gruño cuando llego al Coliseo. La sensación que tengo desde que me levanté aún no se ha esfumado y eso comienza a frustrarme.

—Hay un cambio, muchachos —explica Isaac cuando entramos en el habitáculo y gimo por lo bajo,

—¿Qué ocurre? —pregunta Liam, un chico rubio de ojos azules de viento.

—Lucharán por parejas y su pareja será designada por los directores de los colegios.

«¿Parejas designadas?», pienso y luego caigo en la cuenta cuando las palabras de Syryna vienen a mi cabeza. “Deja que el destino juegue sus cartas y utilízalas a tu favor”. Sonrío y niego con la cabeza. «¿Destino, Syryna? ¿En serio? Si la noticia es buena, no entiendo por qué sigo con esa mala sensación»

—¿Cuándo sabremos quiénes serán nuestras parejas y los contrincantes? —pregunta Emma mirando con aburrimiento su perfecta manicura. El profesor mira su reloj y responde:

—En este preciso momento. Salgamos a la arenera.

El Coliseo está a rebosar de personas. Creo que hay más que el día de ayer. Esta vez, en el centro del techo acristalado cuelgan cinco pantallas gigantes formando un pentágono de cara a cada sección del Coliseo.

—Buenos días, queridos estudiantes. Llegó el segundo día de los Juegos Elements. ¿Alguno está emocionado? —pregunta la directora Carlisle y el público grita eufórico provocando que ella curve sus labios en una sonrisa amplia

—Veo que las expectativas no han disminuido, Rebeca —comenta Karen divertida—, y eso es bueno, porque la competencia de hoy será mucho mejor.

Los silbidos y gritos del público no tardaron en llegar.

—En el día de hoy comprobaremos si los chicos tienen la capacidad para luchar y cuidar la espalda de su compañero al mismo tiempo —explica Erika y el público se sume en el silencio dando paso a murmullos ininteligibles.

—Quedan ocho competidores por colegio y solo cuatro pasarán a la siguiente ronda. ¿Quiénes serán los ganadores? —pregunta la directora del colegio en América del Sur y se encoge de hombros—. Nadie lo sabe.

—Las parejas fueron decididas al azar —explica Rebeca y ahogo una sonrisa apretando los labios con fuerza.

—Aquí les presentaremos las parejas del día de hoy —añade Benjamín, el director de Australia—. Esperemos que sean a gusto de los espectadores. En las pantallas aparecerán los estudiantes designados. Por el colegio Landsports. —La pantalla del colegio australiano se ilumina y aparecen las fotos de los chicos por parejas y sus oponentes

—Colegio Black Forest —indica Erika, la directora en Alemania y la pantalla de su colegio se encienda con los rostros de los seleccionados. Esto es peor que los Juegos del Hambre cuando muestra los rostros de los caídos.

—No puede faltar Elements —enfatiza Rebeca y todo el colegio Elements grita emocionado al ver las parejas del día de hoy.

—No te apasiones mucho, Rebeca —indica Joanna, la directora en Brasil, con zalamería—. Mis chicos también son muy buenos, y te lo pienso demostrar. —La pantalla de Capoeira, el colegio en Brasil muestra los candidatos y suspiro. Esos muchachos en verdad son muy buenos.

—Y finalmente, ¡Mary Weathers! —exclama Karen con efusividad.

Nuestro colegio casi salta a la arenera al ver los candidatos y sus contrincantes. Sonrío por la algarabía cuando los rostros aparecen, pero esa misma sonrisa se esfuma al instante. Miro hacia mi pareja de combate y sus ojos negros chocaron con los míos. Sonríe con amplitud mostrando los hoyuelos en sus mejillas que tanto me gustan. Trago en seco el ver la encerrona de Rebeca

«¿En serio, Syryna?», pregunta mentalmente y Rebeca me mira sin dejar de sonreír. «¿Tenía que ser Christopher Gray mi pareja?», me guiña un ojo con picardía y resoplo. Niego con la cabeza y miro hacia mis amigos en las gradas. Están tan asombrados como yo.

—¡Qué comiencen los Juegos Elements! —exclaman los directores al unísono y los gritos y silbidos no demoraron en llegar. Con lentitud regresamos a nuestra puerta de salida y yo sudando frío.

—Esto va a terminar muy mal —murmura Thiago cerca de mi oído y gimo por lo bajo—. Trátame con cariño, ¿quieres? No quiero terminar tan demacrado frente a mi novia. —Sonrío y le empujo por el hombro juguetonamente.

—Anda pesado. —Emma pasó por mi lado y me empuja con fuerza por el hombro cortando la buena vibra.

—¿Y esta que tiene?

—¿No es obvio, cariño? —contesta Thiago hacia su novia—. Está molesta porque le tocó contigo y no con Chris. —Ambos sonríen y suspiro—. Por cierto, que mala suerte tuviste.

—Dímelo a mí —sisea Alice con resignación cuando su novio la atrae hacia él por los hombros—. Ella no sabe hacer las cosas por pareja. Está adaptada a que las hagan por ella.

—Thiago, prometo llevarte suave —asegura Chris y el aludido pone los ojos en blanco—. ¿Estás lista?

—Siempre, entrenador —digo contenta con la esperanza que la lucha desbloquee los recuerdos que tiene de mí.




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