El Quinto Elemento (elements I)

Capítulo 24 “Decisión difícil”

Una semana después…

­–Esto no me gusta mucho, Allie –susurra Brenda en mi oído–. No sé cómo lograron ocultarlo todo este tiempo.

–Chris es muy bueno guardando secretos –respondo por lo bajo

Después de aquel día, Chris y yo nos encontramos en la tarde o en la noche para entrenar.

–Oye, ¿por qué decidiste no hacer la vidriera? –pregunta Brenda.

–Eso es algo simbólico y siento que batallas más grandes vendrán adelante. Eso fue solo el principio. Además, sabes que esas cosas no me gustan –respondo en tono cansado.

La semana pasada, el mismo día de la llegada del colegio Mary Weathers, hubo un ataque de los cold. Logré salvar a Talia y a Austin. Se había decidido hacerme una vidriera como la de mis padres. No creí que fuera algo tan grandioso ni que mereciera la pena. Es verdad que con solo 16 años salí casi ilesa de dos ataques continuos de cold, pero no me sentía en posición de tener semejante galardón.

–Buenas tardes, chicos –interrumpe el profesor Brad–. Quería anunciarles que los chicos de Mary Weathers se quedarán con nosotros hasta que termine el año pero no tomarán partido en el torneo. –Las quejas no tardaron en llegar–. No se preocupen. Solo hice unos pequeños cambios.

–De esto no va a salir nada bueno –susurró Brenda nuevamente.

–Alice será la nueva pareja de Javier. Chris, ¿tienes algún problema si tu pareja es Allison? –Chris sonrió ampliamente y negó con la cabeza–. ¿Allison? –Yo también negué con la cabeza–. Si no hay más nada que discutir, comencemos. Necesito dos parejas. –Chris se acercó a mi y susurró en mi oído:

–¿Todo bien?

–Todo lo que puedo estar –respondo por lo bajo.

–¿Le damos una demostración?

–Solo llevamos entrenando una semana, Chris.

–Para mí es suficiente –añade con zalamería.

–¿Tengo que elegir las parejas? –pregunta Brad nuevamente. Chris levantó la mano–. Muy bien. Allison y Chris son los primeros. ¿Alguien más? Perfecto. La otra pareja es Javier y Alice .

–Fantástico –digo por lo bajo. La sonrisa de Chris se agrandó y yo niego con la cabeza. A este chico le gustan los problemas.

Hoy vamos hacia el páramo. Lucharemos con los elementos –añade Brad.

–¡¿Cómo?! –saltó Brenda–. Vincent va a matarme –murmura con voz queda.

–Si quieres puedes unirte a nosotros en las tardes –comenta Chris y Brenda niega con la cabeza fervientemente.

–Ni loca. Entre ustedes yo no me meto. Además, ¿no se suponía que la pareja tenía que ser del mismo elemento? Hasta Brad está rompiendo sus propias reglas –protesta haciendo un mohín.

–Anímate. –le golpeo con el hombro–. Chris es un buen profesor.

–Eso no lo niego. Entrenar con semejante tío tiene que tener sus cosas buenas –añade mi amiga asiática y Chris suelta una carcajada.

–Allison –dijo Javier a mis espaldas–, necesito hablar contigo.

–Ustedes adelántense. –Brenda y Chris me miraron pero hicieron lo que les dije.

–McKenzie, León, no se retrasen –habló Brad a nuestro lado y ambos asentimos.

–Tú dirás –digo cruzándome de brazos.

–Ten cuidado con él –advierte y yo pongo los ojos en blanco.

–¿Es en serio, Javier? Tú decidiste estar con Alice, yo decidí que Chris fuera mi compañero. ¿Me metí en tu decisión? No. Así que respeta la mía. ¿Algo más? –Sus ojos verdes ya no tenían el mismo brillo que cuando entrenábamos al principio. Incluso hasta he notado que casi ya no sonríe. El corazón se me ablandó con solo verle en ese estado–. Javier –Acaricio su brazo con suavidad–, las cosas se han torcido últimamente entre nosotros, pero si necesitas hablar con una amiga, aquí estoy, pase lo que pase, ¿de acuerdo? –Él asintió–. Vamos. Necesito patearte el trasero un poco allá afuera- él soltó una carcajada y sus ojos brillaron por un instante.

–Ya quisieras, McKenzie.

–Allison va a darte un susto un día de estos, León –dijo Chris a unos metros de nosotros–. Ha adelantado mucho en estos días. –Abro los ojos hacia Chris por tener la lengua tan suelta.

–¿Han estado entrenado juntos? –preguntó Javier con voz molesta. Chris se acercó a nosotros.

–Desde hace casi una semana –respondió mi compañero–. Allison, vamos a demostrarle lo que se están perdiendo. –Sonrío y choco puños laterales como hacíamos desde hace una semana.

–Hora de jugar –dije por lo bajo.

Media hora después…

–¿Ya estás cansado, León? –pregunta Chris con zalamería.

Increíblemente yo había logrado derrumbar a Javier un par de veces. Había encontrado su punto débil: la tibia.

–Falta mucho para que eso pase, Gray. –Un chorro de agua fue en mi dirección y logré pararlo con una cortina de agua. Chris y yo unimos nuestros elementos y agua caliente salió disparada hacia Alice. Se dio unos buenos revolcones en la hierba. Yo cantaba victoria en mi interior. Había mejorado… considerablemente.

–Has avanzado, McKenzie –dijo León. De su boca sale un pequeño hilo de sangre–. Eso es bueno

–Aprendí del mejor –Sonrío y miro a Chris. Él asintió con la cabeza–. Perdón por eso. ¿Ya aceptarás mi ayuda y tu derrota definitiva?

–En tus sueños –responde Javier con sorna.

–Se acabó el tiempo –gritó Brad acercándose a nosotros–. Buen trabajo, chicos.

Suelto un grito y caí en el suelo por el impacto de algo congelado en mi pecho.

–¡Allison! –gritó Javier. Una saeta de fuego cruzó delante de mí hacia alguien y se escucha un segundo grito: Alice.

–¿Te has vuelto loca? –grita Chris.

–Allison –Javier me acerca a su regazo sin moverme de la hierba.

«Maldita sea. Como duele», pienso mientras aprieto los dientes. Mis brazos apenas tienen movilidad y siento como mi pecho se congela con rapidez.

–¡Allison, maldita sea! –Javier saca mi pelo de la cara y en sus ojos verdes  veo la desesperación. Ni siquiera puedo hablar. Mi lengua está entumecida.



#723 en Fantasía
#1267 en Otros
#60 en Aventura

En el texto hay: aventura, amor, magia

Editado: 12.12.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.