El raro descubrimiento y otros relatos

Mi mejor regalo

  Amanecieron largas filas de personas en casi todas las librerías del mundo, la mayoría anhelaba tener el nuevo libro de la aclamada escritora Milena Kreisky; la misma bella, simpática y soñadora dama que recibió toda clase de premios y homenajes a nivel mundial.


  Muchos de sus críticos y admiradores decían que esta nueva obra, la número veintitrés de su repertorio, llamada mi mejor regalo, es su trabajo cumbre por tener la más alta madurez artística y humanista que cualquiera de sus escritos, cuatro días desde su lanzamiento le bastaron para alcanzar el primer lugar en ventas en todo el mundo.


  Además dijeron que sin dudas es una de las mejores literatas en la historia, demostrándolo a través de sus legendarios best sellers que contienen novelas, cuentos, ensayos, sobre todo los ingeniosos y amorosos poemas que hacen soñar hasta la mente más insensible. También resaltaron sus grandiosos relatos los cuales están llenos de personajes muy representativos y meditativos para la humanidad, ya que la mayoría de las obras suyas giran principalmente en torno a los problemas sociales que afectan a las diversas familias, exaltaron la calidad de su prosa que se destaca por el impresionante despliegue de reflexivas frases, y el modo cautivante de contar los hechos; pero casi todos ellos y los demás desconocían su vida personal, la cual dio a conocer en su nueva obra literaria.

 Ahí narra su vida con el corazón totalmente abierto, escribió que para ella nunca ha sido gran cosa el dinero ni los premios, tampoco exalta sus licenciaturas, o los doctorados honoris causa, mucho menos los importantes estilos y puntos de vista innovadores que enriquecieron el género narrativo; sin embargo si alaba y agradece bastante a Dios por haberla bendecido con el bello regalo de tener una excelsa y cariñosa madre, ella hizo olvidar por completo al padre y jamás sintió la necesidad de amor, consejos, manutención, etc. Cuenta Milena (no con tristeza) como su padre la abandonó desde que estaba en el vientre de su madre, por ende nunca conoció al desalmado hombre, y la mamá soltera tuvo que hacerse cargo desde entonces del único bebé que llegó a tener.


  Gracias a su mamá la niña cuando tenía cinco años de edad, aprendió de las cosas más importantes para todo ser humano: leer y escribir, por lo que comenzó a devorar cuanto libro llegara a sus manos, por eso a través del tiempo las docenas de libreros le han sido insuficientes en su casa. De ocho años fue diagnosticada de un fuerte asma, los médicos le prohibieron que hiciera ejercicios físicos bruscos, además le recomendaron ayudarse siempre de un inhalador para contrarrestar algo de las sofocaciones intermitentes que la dejaban casi sin aire, esa terrible enfermedad la azotó durante dos décadas, a los once años esta hija prodigiosa mostró su primer cuento de veinte páginas escrito a mano, por lo que la sorprendida madre entendió la magnitud del talento y le recomendó desde entonces seguir el camino literario. La escritora también mencionó que su motivación ha sido siempre llenar de alegría y sano orgullo a la señora kreisky, por lo que estudió intensamente para graduarse a los diecinueve años de la primera licenciatura, en las páginas más adelante de la autobiografía concluye diciendo que ella se ganó el corazón y admiración de sus millones de lectores no por mérito propio; sino por una madre luchadora que hizo a su hija la persona que ahora es, y lo realizo sin ningún tipo de ayuda de nadie, ya ha dedicado casi todos sus libros a ella, y aunque si pudiera escribir miles de millones de volúmenes, ellos no tendrán nunca las suficientes palabras especiales para agradecerle tanto.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.