El reemplazó

17. Dormiré contigo

De alguna manera Alex se las arregló para llegar a su habitación.

Lo que le había pasado era simplemente demasiado increíble, aunque no en el buen sentido.

¿Que había hecho mal? ¿En qué se había equivocado?

No, el no había hecho nada malo, el nunca hizo nada para que intentarán quitarle la vida y, sin embargo eso mismo fue lo que ocurrió.

Literalmente Luna, su nueva hermana había intentado asesinarlo, no fue un accidente, no fue un error, ella literalmente quería verlo muerto, acabado, destruido.

Ella había intentado acabar con el.

¿Por qué?

Tú no eres el, Luna había dicho esas palabras mientras se esforzaba para asesinarlo.

¿Acaso se refería a Lincoln?

El no era estúpido, claro que entendía que el no era Lincoln, nunca fue su intención acerce pasar por el o usar su ropa, esa fue una idea del señor Lynn, el hombre que lo había adoptado.

Aún así, lo único que le había pedido el señor Lynn es que le permitirá llamarle por ese nombre.

El nunca pidió que las demás le llamarán Lincoln, el nunca lo pidió y sin embargo, de la nada ellas empezaron a llamarlo así.

— Toda esta familia está loca.

El murmuró bajo para que las chicas que estaban cerca de el no le escucharán.

Se mantenía acurrucado en la cama, abrazando sus rodillas y haciéndose una bola.

Algunas lágrimas todavía salían de sus ojos, le dolía respirar, su garganta todavía le dolía.

Su hermana Leny acariciaba su cabello delicadamente, era un toque suave, pero eso no servía para calmarlo.

Alex tenía miedo.

Miedo de la muerte, su vida ya no estaba en peligro pero todavía podía sentir esas manos apretando su garganta.

— Lo siento, todo fue mi culpa.

Lola hablo de repente pero Alex no le respondió, más bien no tenía las fuerzas ni el estado mental para hacerlo.

Sus demás hermanas estaban en esa pequeña habitación para consolarlo.

Lori, Luan, Lynn junior, Lucy, Lana, Lisa y finalmente la pequeña Lili.

Algunas de ellas estaban llorando, literalmente su hermano estuvo a punto de perder la vida, si no hubieran llegado a tiempo, si solo hubieran llegado un segundo tarde, entonces las cosas hubieran sido mucho peor.

— ¡¿Que demonios le pasa a esa chica?!

La hermana mayor de todos los presentes murmuró con fuerza, Lori estaba enojada, no estaba furiosa.

De repente su hermana había enloquecido sin ninguna explicación.

No podía aguantar las ganas de ir por ella y golpearla hasta hacerla sangrar, pero no tenía las fuerzas para eso.

El ver a su hermano tan lastimado le había rompido el corazón, su ira era enorme pero su preocupación por su hermano era mucho mayor.

Todas querían abrazarlo pero no tenían la confianza necesaria, Alex todavía no era cercano a la mayoría de ellas.

Solo Lori y Leny habían pasado tiempo con el, y Lola se le había acercado sin ninguna basilacion o temor.

¿Que pasaría ahora? ¿Que pasaría con Luna?

No podían denunciarla por el intento de asesinato, la odiaban, la despreciaban como nunca podrían haberse imaginado.

Todas ellas amaban a Luna, pero esto. Lo que había hecho no tenía nombre.

No querían que una de sus hermanas, que un miembro de la familia terminara en prisión.

— Chicas ya es tarde, todas tenemos escuela mañana.

Lori había hablado con la verdad, cada chica en la habitación frunció en seño, era duro pero entendían que ella tenía razón.

Lo mejor era dejar dormir a su hermano y mañana cuando las cosas se calmaran un poco, pensar en una forma de resolver todo esto.

Las chicas salían de una en una con expresiones llenas de malestar, Lori salió y dio un último vistazo a su hermano.

Se prometió así misma que lo mantendría cerca de ahora en adelante.

No soportaba la idea de que aquel trágico suceso pasará de nuevo, era demasiado horrible para recordarlo.

Lori miro a Leny, su mano no se detuvo en la acción de tranquilizar a Alex.

Alex mantenía la otra mano de Leni muy cerca de el, era como la acción de un niño al abrazar la mano de su madre.

No era para menos, el tenía miedo, no podía pensar con claridad, todavía podía sentir el dolor en su garganta, ese dolor le recordaba lo cerca que había estado de morir, le recordaba lo cerca que estuvo a punto de dejar de existir.

A Leni se le rompió el corazón, no quería dejarlo, era su lindo y pequeño hermanito y ahora más que nunca el la necesitaba, necesitaba ser querido, necesitaba ser protegido.

— Yo dormiré con el.

Esas palabras fueron dichas por Lola, tanto Lori como Leny se quedaron sin habla.

Lola no era precisamente una dulce niñita, sabían que ella era engreída, malcriada y presumida.

Bueno así había sido antes de que su hermano llegará de su largo viaje.

Ahora era una dulce niña, alegre, atenta y muy amable, todo lo contrario de la Lola original que conocían.

Leny la miro no muy convencida.

Las lágrimas de Lola fueron suficientes para convencerla.

Ella misma había sufrido el terror en carne propia, algo tan monstruoso nadie debería ver.

Lola se había mantenido llorando en voz baja, había llorado hasta que se había quedado seca, no se había atrevido a pedir consuelo de sus otras hermanas.

¿Como podría?

Había sido muy débil, había sido inútil, solo se había quedado hay como una tonta tomando la mano de Alex.

Tan débil, tan inútil que lo único que podía hacer era tomar su mano mientras su hermana mayor luchaba para quitarle la vida.

Se odiaba así misma por ser tan débil.

Alex no parecía prestar atención a lo que ella hablaban, solo cuando la mano de Leny le fue arrebata pareció quejarse.

Se abrazo así mismo con la fuerza que no tenía.

Temblaba de miedo, temblaba de frío, se sentía solo.

Leny asintió y decidió confiar en su hermana de catorce años, miro a Lori por un momento, la hermana más grande y más madura asintió aciendole entender que estaba de acuerdo.



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En el texto hay: amor, odio, violencia

Editado: 13.08.2021

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