DECIMOTERCER DESPERTAR
El huerto
Como ya estaba anotado en mi diario de actividades, decidí dedicar el tiempo al huerto que poseía gracias a las habilidades de Jin y Jun. Para muchos seria mas fácil utilizar la bendición de Efil para que las planta crezcan de manera rápida y efectiva a regar las plantas con insecticidas o abono cada cierto tiempo. Si no fuese una persona que vivió en un mundo sin magia hubiera pensado lo mismo pero aunque en mi otra vida nunca cuide de plantas me parece mejor dejarlas crecer de manera lenta.
Al principio tuve muchos problemas, claro era mi primera vez cuidando de una planta en mi antigua vida no cultive ninguna, era más de ir a tiendas, viendo que las plantas morirían decidió buscar a una persona que me podría ayudar con ello y explicarme todo acerca de las plantas. Fui al jardinero de la casa, cual había sido recomendado aunque no poseía la bendición de Efil, mas muchos dicen que el posee un dedo verde con las plantas.
Su poder con las plantas lo podía observar en las flores que cuidaba tanto en esta casa como cerca a su casa, las rosas siempre están radiantes. Las rosas son llamadas gül, su crecimiento depende de cuanto tiempo estuvieran en la tierra, la cantidad de mana que se le proporciona según ello obtendría un color. Se dice que las rosas que posee bordes dorados fueron ellas específicamente con mana, misma pueden sobrevivir largos periodos de tiempo sin agua, sol o tierra. Con las flores este mundo tiene un mito si un enamorado siembra una flor, jamás debe sacarla de la tierra por que si lo hace su amor jamás se realizara. También mismo mito dice que la flor vota el olor favorito de su amado.
Antes pensé en cultivar flores para tapar el huerto mas termino pareciéndome un gasto inútil y deseche la idea.
Con el jardinero pude aprender como aplicar correctamente abono y plasticidas, el tiempo en debia ponerlos para que otros insectos no atacaran. Aunque sus metodos no eran muy modernos pude aprender a sembrar de manera lenta un huerto.
Estaba abonando una planta pero noto que la persona que prometio ayudarme no parece ni estar aqui, volteo a ver si logro mirarlo. Al mirarlo noto que esta llorando, era por ello que no queria que viniera, casi presentia que esto pasaria, pero aun asi el insistio y aparte posee la bendicion de Efil por lo que ayudaria sin notarlo.
Mas como imagine fue todo un fiasco, enserio debi pensar en lo que le pasaria si veia el huerto. Me acerco.
—Vamos adentro.
Al llorar parecía recordar algo muy triste, subio su mirada por unos segundos entonces creo que me oyo, lo que no espere es que se lanzara a abrazarme. El seguia llorando sin embargo en el juego no parecia que fuese muy sentimental, intento recordar como venci esa ruta pero no logro recordarlo, es extraño ya que recuerdo como acaba el juego.
Pero se puede decir que no es lo mismo ahora el es un niño por lo que lo mas prudente es dejarlo llorar, solo le doy palmada suaves en la espalda mientras sus lagrimas parecen no terminar, pero lo hicieron y se podia ver que lloro gracias a su rostro rojizo y sus ojos hinchados y hundidos.
—¿Te sientes mejor?.
El alza su mirada y asiente suavemente, me suelta de su abrazo, camina acercándose a una de las plantas donde misma empieza a crecer hasta que la fruta madura lo suficiente, luego la quita del árbol y me la entrega.
— Es para mi, gracias— dije intentando sonar alegre para luego sonreir y guardar la fruta en el bolsillo de mi ropa.
Este solo asintió. Entonces tomo su mano y lo llevo a una de las salas, cuando llego llamo a Emy que no demora en llegar y le pido agua para limpiar el rostro de Thimothy.
Mientras ella ayudaba a Thimothy los espíritus mágicos querían interponerse y hacer que su dueña les prestara mas atención, pero ese niño les daba una sensación familiar, como si no fuese humano pero ellos veían que si era humano. Querían preguntar pero ninguno de ellos sabia como debía o podía preguntar por lo que decidieron pensarlo lentamente, lo que ellos no sabían era que no importara si quemara todas sus neuronas no hallarían ninguna respuesta.
VISTA THIMOTHY
Hoy he dormido bien, tambien he comido bien pero no puedo dejar de pensar en mi hermana, pero Bea dijo que cuando vayamos le llevaremos una porción.
Mas despues de la comida, ella dijo que seria mejor que me quedara en la biblioteca con Thimothy pero yo no quiero, yo quiero estar cerca de ella. Por lo que insisti hasta que me dejo acompañarla.
Ella camino hasta llegar a un lugar que tenia muchas plantas, entonces la imagen donde hacia crecer plantas para comer vino como algo doloroso.
Donde estábamos la comida tenia tierra sabia feo, no me gusta, no me gusta pero si no comía, azotaban a mi hermana. Aparte Ehud estaba encerrada ahí por mi culpa, mi culpa. Ello me hacia tener una fea y dolorosa sensación en el pecho.
—Vamos adentro—. Entonces vi a la persona que nos salvo de ese feo sitio, ella me salvo, ella nos quito ese feo collar y ahora ya no hay comida fea. Gracias a ella esa fea sensación se va, y ya no hay dolor.
Despues de que la sensación desaparece totalmente siento que mi rostro esta muy caliente y mis ojos duelen.
—¿Te sientes bien?— dijo ella con un tono muy amable, como el que usa Ehud.
Solo pude asentir, aunque me dolían los ojos me sentía mejor. Dejo de abrazarla y me acerco a una de las plantas, repito lo que me enseño Ehud y siento algo tibio bajando a la mata, ella empieza a florecer hasta que muestra una fruta que también crece, recordé lo que me dijo Ehud del momento que debo quitarla y lo hice así. La fruta se la pase a Bea.