Capítulo 4

En la mañana siguiente

Camila: no puedo creer que el hombre que conocí el día de ayer haya aparecido en mis sueños. Seguramente la razón de esto es que mi corazón quiere aprender amar, pero él nunca me amaría, porque el amor no fue hecho para feas y ahora debo de levantarme de la cama para poder ir a las otras empresas donde estén solicitando empleadas.

Ella se levanta de su cama para dirigirse a su baño a tomar una ducha. Nada más que ella sabía perfectamente que la vida tenía que continuar, aunque eso significara que ella nunca sería feliz. Ella entra al baño y tiempo después sale, Camila se acerca al tocador y toma el cepillo para desenredarse su cabello, solamente que cuando termina de hacerlo se hace una trenza. Ella camina unos cuantos pasos hasta llegar a su clóset y escoge la primera ropa que ve, porque para ella toda su ropa era igual, ella empieza a ponérsela y por último se pone sus zapatos color negro. Ella después de que termina sale de su recámara para ir a la cocina a preparar su desayuno y cuando llega a la cocina el desayuno estaba servido, así que no tenía otra opción que sentarse.

Victoria: esta vez me levante más temprano de lo común. Porque sabía que ibas a venir directamente a la cocina a preparar tu desayuno y por esa razón lo prepare.

Camila: en verdad me sorprendiste. Además, esta es la primera vez que te levantas a una buena hora y me imagino que después de que me vaya te iras a dormir nuevamente.

Victoria: estas equivocada en ese sentido. Precisamente descanse demasiado bien y necesito hacer el aseo en la casa, ya que tengo la oportunidad de hacerlo.

Camila: entonces debemos de empezar a desayunar si no se me va a ser tarde para irme. Eso me recuerda que tengo muy poco tiempo para irme.

Victoria: seguramente debes de tener mucha paciencia al no darte por vencida. Nada más que otra persona se hubiera dado por vencida desde hace mucho tiempo.

Ellas empiezan a desayunar, pero de repente se escucha el teléfono. Camila se levanta a contestar y cuando lo hace ella se sorprende al darse cuenta de que le hablaban de la empresa Silverman para decirle que se presentara este día en la empresa, ya que ella había sido la indicaba para tener el puesto de recepcionista. Ella cuelga la llamada y se acerca a su amiga para decirle la buena noticia, así que ella termina su desayuno y se despide de Victoria para poder salir de su casa, ella lo hace y a los pocos minutos se sube al autobús que la llevara a la empresa Silverman.

En la empresa Silverman

Alejandro: quisiera saber si ya llego a la empresa mi futura esposa. Solamente pienso que será mejor que ella se convierta en mi asistente personal y esa sería la única manera de tenerla cerca de mí.

Michael: esa hubiera sido una buena opción. Además, la función que tendrá en la empresa es de recepcionista y estoy seguro de que ella no entenderá, porque ese cambio tan repentino si lo haces de esa manera. Recuerda que eres el presidente de tu propia empresa y sobre todo eres el único que tomará la decisión correcta.

Alejandro: ella será mi asistente personal y quiero que cuando llegue Camila se presente a mi oficina, así que te encargaras de traerla a mi lado.

Michael: está bien, Alejandro. Ahora el único problema es que en la empresa faltaría una persona para el puesto que fue contratada y ese sería un problema. Solamente que empezaran los rumores con referente a la futura señora Silverman y eso no lo vas a poder evitar, aunque seas el presidente de la empresa.

Alejandro: eso sí puedo hacerlo. Ella será respetada desde el primer momento en que empiece a trabajar para mí, pero si no lo hacen los empleados me conocerán realmente enojado.

Michael: antes de que ella llegue debes de tranquilizarte. Seguramente lo que menos quieres es que se lleve una mala impresión de ti.

Él se levanta de su asiento y sale de la oficina de Alejandro para salir a buscarla. Camila apenas había llegado a la empresa y no sabía que esperar de su primer día de trabajo. Ella estaba a punto de ir a recursos humanos y Michael se lo impide diciéndole que tenía que acompañarla a presidencia, ella lo sigue hasta que llegan a su destino y cuando lo hacen ellos entran a la oficina de Alejandro. Él sonríe cuando la ve sentarse en una silla y su amigo se despide de ellos para poder dejarlos solos  

Camila: no puedo creer que usted sea el presidente de esta empresa. Eso significa que es el dueño y lamento la conversación que tuvimos el día de ayer.

Alejandro: así es, señorita Johnson. Además, trabajaras directamente para mí, porque no serás una simple recepcionista, sino mi asistente personal, además usted me impresiono demasiado y por eso está aquí.

Camila: esa no es una razón suficiente para que me diera el trabajo. Necesito recordarle que somos unos completos desconocidos y que hablamos por unos minutos.

Alejandro: tendremos que corregir ese error. Mi nombre es Alejandro Silverman Andersen y no es necesario que me digas tu nombre, porque seguramente ya te distes cuenta de que lo sé.