Camila: en ese sentido tiene razón. Porque yo estoy capacitada para ser su asistente personal, aunque nunca he desempeñado ese puesto de trabajo y seguramente ya se imaginara la razón de eso.
Alejandro: eso me lo puedo imaginar. Nada más que a mi lado tendrá la oportunidad de trabajar y que mejor lugar que mi empresa donde podrá aprender muchas cosas.
Camila: ahora sí debo de irme para poder volver nuevamente a su lado. Además, se perfectamente dónde está la oficina de recursos humanos.
Alejandro: espero que no tarde demasiado tiempo, señorita Johnson. Porque tenemos mucho trabajo que hacer y como mi asistente lo tendrá mucho más.
Ella se levanta de su asiento para salir de la oficina de Alejandro. Solamente que él era de las pocas personas que no tenía paciencia y necesitaba tenerla si quería enamorarla como era debido. Ella estaba en otro lado de la empresa firmando su contrato y cuando termina de hacerlo ella regresa a su oficina
Camila: al fin soy oficialmente su asistente. Estoy lista para desempeñar mi trabajo y necesitare saber en dónde se encontrará mi escrito para poder empezar.
Alejandro: tu escritorio estará afuera de mi oficina, pero te necesitare la mayor parte del tiempo y serás la única persona que tendrá acceso a todo lo referente a la empresa para que te puedas familiarizar con las funciones que se desempeñan en este lugar.
Camila: pienso que eso no es necesario. Eso lo aprenderé con el tiempo y si me disculpa debo de irme a mi escritorio antes de que se haga más tarde.
Alejandro: antes de que te retires te daré mi agenda personal y cada vez que tenga una reunión de negocios me acompañaras. Eso significa que siempre estarás a mi lado.
El abre un cajón de su escritorio para darle su agenda, ella se la recibe y cuando lo hace sale de su oficina para dirigirse a su nuevo lugar de trabajo. Camila se sentía feliz, ya que consigo por sí misma esta oportunidad que tiene de trabajar en unas de las empresas más importantes de la ciudad y así el tiempo siguió su curso hasta que al fin llegó la hora del almuerzo. Ella se levanta de su asiento para ir a la cafetería y Alejandro se queda en su oficina hablando con su amigo
Michael: me imagino que es demasiado difícil para ti tenerla cerca y debes de tener paciencia. Porque ella es una persona que merecen que la enamoren y sé qué harás lo correcto.
Alejandro: eso lo sé más que nadie y ella es la indicada para mí. Nada más que lo volví a comprobar cuando hable con Camila y estoy seguro de que la amare con demasiada intensidad.
Michael: espero que no seas celoso con tu futura esposa. Además, los celos son algo difícil de evitar y mucho más si ella despierta el interés en otros hombres.
Alejandro: seguramente esto lo estás haciendo con el único propósito de que me enoje. Sabes perfectamente que nadie ha despertado en mí ese sentimiento.
Michael: no estés tan seguro de que eso no pasara y me gustaría verlo cuando suceda. Ahora ella debe de estar en la cafetería y los demás empleados se preguntarán porque la elegiste para que fuera tu asistente personal, si hace años que no tenías a nadie que ocupara ese puesto y sobre todo tus padres se harán esa misma pregunta cuándo la conozcan, pero a ellos les tendrás que dar muchas explicaciones. Solamente que su apariencia no cumple con los requisitos requeridos para que este en la empresa.
Alejandro: algo que aprendí de mis padres es que no debemos de juzgar a las personas por su apariencia. Ellos estarán felices cuando se las presente como mi futura esposa y los empleados guardaran silencio al saber que ella será la señora Silverman.
Michael: tenías pensado todo a la perfección. Necesitabas darte la oportunidad de amar y por lo visto no tardaras en expresarle tu amor a ella, así que debes de ser más prudente y si yo estuviera enamorado no dejaría a mi mujer en ningún momento sola sabiendo que alguien más se tome el atrevimiento de mirarla.
Alejandro: no pienso permitir que ella se separe de mí por mucho tiempo. Necesito aprender a darle su propio espacio por lo mientras que se acostumbra a mi presencia.
Michael: conociéndote como lo hago eso es imposible. Porque eres una persona demasiado impulsiva, aunque prácticamente nunca lo demuestres.
Alejandro: siempre he sabido controlarlos. Solamente que con ella será diferente y no sé qué esperar de lo que estoy empezando a sentir, pero eso me gusta.
Michael: precisamente te gusta porque estas experimentando nuevos sentimientos. Nada más que al fin termino la hora del almuerzo y debo de retirarme para que la señorita Johnson pueda entrar a verte.
Él se despide de su amigo y sale de su oficina. Alejandro ahora tenía que pensar con que pretexto llamaría a Camila para que ella entrara, él no necesitaba hacerlo y debía de recordar que él era su jefe. Ella había llegado de almorzar y se estaba familiarizando con su nuevo trabajo y en ese mismo instante que lo estaba haciendo suena el intercomunicador. Ella le contesta y su jefe le dice que entre a su oficina, Camila se levanta de su escritorio y antes de hacerlo toma la agenda personal del señor Silverman para entrar. Ella suspira al momento de hacerlo y toca la puerta para pasar cuando él se lo dice y Camila lo hace. Ella no puede evitar sentir la mirada de su jefe, eso la hacía sentir nerviosa y esperaba que él no se diera cuenta de eso.