Capítulo 7

Camila: así es como siempre he visto ese sentimiento. Nada más que todos necesitamos conocer el amor y no debemos de negarnos la posibilidad de hacerlo, pero mucho más si lo tenemos enfrente de nosotros.

Alejandro: yo sé perfectamente que eres tú mi amor, Camila. No quiero que te apartes de mí cuando entremos a la sala de juntas y sobre todo quiero que te sientes a mi lado.

Camila: entonces debemos de irnos. Porque usted es el presidente de la empresa y debe de dar el ejemplo de ser puntual, porque no será bien visto que llegue tarde a la reunión.

Alejandro: solamente que antes de irnos necesitare besarte. Además, debo de aprovechar esta oportunidad y esta sería la ocasión perfecta para probar tus labios.

Él se levanta de su asiento y Camila también lo hace. Ella no podía creer que iba a ser besada por él, pero esta vez no se trataba de un sueño, Alejandro se acerca a ella para después besar sus labios. Él tenía que ser demasiado delicado, ya que el primer beso era demasiado importante para poder empezar una relación y él quería una vida a su lado. El termina de hacerlo y lo que sintió no lo podía explicar

Camila: no sabía que se podía sentir algo por un beso. Seguramente le paso exactamente lo mismo que a mí, además no ha dicho ninguna palabra desde que dejaste de hacerlo.

Alejandro: tienes razón. Estoy demasiado sorprendido con lo que me hiciste sentir y necesito recordar que estamos en la empresa, aunque ya no me importa nada sino estar a tu lado.

Camila: no debe de estar hablando en serio. Entonces necesito ser la voz de la razón en este momento y deberíamos de ir en camino a la reunión.

Alejandro: está bien y cuando termine nos iremos. Ahora no voy a poder soportar más tiempo sin decirte los planes que tengo para nosotros.

Ella no estaba de acuerdo en dejar la empresa sin que se cumpliera las horas de trabajo. Nada más que no quería llevarle la contraria a su nuevo jefe, ellos salen de su oficina para poder dirigirse a la sala de juntas y cuando llegan toman asiento. Ellos estaban esperando a los socios de la empresa que precisamente eran parte de su familia, ellos ven cuando entran por la puerta y a los pocos minutos ya estaban todos reunidos, así que de esa manera empezó la reunión 

Humberto: me parece una buena idea invertir el dinero. Esto nos va a generar ganancias favorables y más en el sector de hotelería, me imagino que tu padre está de acuerdo con esta decisión.

Alejandro: por supuesto que lo está. Mi padre jamás ha cuestionado mis decisiones, eso lo sabes perfectamente bien primo y por eso soy el presidente de mi propia empresa.

Humberto: solo quería saberlo. Además, todavía falta que nos digas quien es la joven que está a tu lado y que puesto desempeña en la empresa.

Alejandro: ella se llama Camila Johnson Davies y es mi asistente personal, pero también mi prometida. Ahora que lo sabes debemos de continuar.

Leandro: no puedo creer que mi hermano este de acuerdo con que te cases con ella. Estas seguro que te dio su consentimiento para que se realice tu boda.

Alejandro: hace años que yo soy mayor de edad. No necesito que mi familia este de acuerdo, pensé que lo entenderían y me doy cuenta de me equivoque con ustedes.

Leónidas: yo te entiendo perfectamente. Porque también estoy enamorado, ella es tan hermosa como ninguna mujer y para mí no existe nadie más que no sea ella.

Alejandro: así que estás enamorado como yo lo estoy de mi mujer. Solamente que me puedo imaginar que muy pronto habrá boda y espero que la mía sea la primera.

Leónidas: estoy seguro que la tuya será la primera en celebrarse. Nada más que ellos no comprenden tus sentimientos, porque nunca se han enamorado.

Humberto: nos estamos saliendo completamente del tema. Además, no me gusta hablar de mis sentimientos delante de ustedes que son mi familia.

Ellos después de eso continúan con su reunión hasta que al fin la terminaron. Camila solo estaba en silencio mientras su familia se iba, ellos se quedan completamente solos y él tenía la intención de volver a besarla, ella no iba a permitir que le diera otro beso

Camila: no voy a dejar que me beses y no puedo creer que me hayas presentado como tu prometida sin tan siquiera serlo. Ahora ellos se imaginarán que nos casaremos. 

Alejandro: esa era mi intención y de esa manera no podrás negarte. Eso me recuerda que algunos de estos días, te presentare ante mis padres.

Camila: pienso que deberíamos de esperar para que lo hagas. Seguramente sus padres se sorprenderán y más cuando me presentes como tu prometida.

Alejandro: mis padres jamás han sido personas superficiales. Ellos estarán felices por nuestro matrimonio, porque pude elegir a la mujer adecuada para mí.

Camila: definitivamente yo no puedo ser esa persona. Sera mejor que desista de esa idea, si quiere que siga trabajando para usted y ahora quisiera saber qué es lo que piensa.