El reflejo de tu alma

Capítulo 8

Alejandro: tenía que tomar tu mano para poder salir de la empresa. Nada más que no me arrepiento de haberlo hecho, porque quería sentir tu mano sobre la mía.

Camila: no puedo evitar sentirme especial cuando estoy contigo. Además, ya no voy a poder mirarte directamente a los ojos si sigo hablando.

Alejandro: me gusta que te expreses a mi lado como yo lo hare contigo. Siempre debemos de saber escuchar para poder llevar un buen matrimonio.

Camila: solamente que para hacerlo primero debemos de conocer nuestros propios sentimientos y de esa manera vamos a poder darle una oportunidad a lo nuestro.

Alejandro: ese beso que te di en la oficina me los aclaro. Ahora sé que te amo, pero no es correcto hacer una declaración de amor afuera de la empresa.

Ella se queda sorprendida cuando escucho esa palabra. Porque él no podía amarla, Alejandro sonríe cuando se da cuenta de su reacción y estaba seguro de que la iba a ser entender que la amaba. Ellos cuando llegan a su auto la ayuda a subir para después hacerlo él y así ellos se dirigen rumbo a su destino

Camila: esta vez me sorprendió mucho más que antes y le pido perdón por no decirle nada cuando tuve la oportunidad de hablar de este tema.

Alejandro: esto es de lo que necesitamos hablar. Necesito que esperes unos cuantos minutos hasta que lleguemos a donde te pienso llevar.

Camila: en verdad espero que sea a un restaurante. Además, no me imagino otro lugar donde lo podamos hacer sin sentirme que estoy fuera de lugar.

Alejandro: como mi futura esposa te mereces lo mejor. Necesito decirte que te llevare al mejor restaurante de la ciudad y espero que nadie se atreva a molestarnos.

Camila: seguramente cuando estemos en el restaurante su teléfono sonará y no tendrá otra opción que contestar la llamada. Porque me va a tocar esperar a que finalice.

Alejandro: no contestare ninguna llamada y para demostrártelo apagare mi teléfono. Esto lo hago para que no haya ningún tipo de interrupción.

Camila: muchas gracias, Alejandro. No puedo creer que haya dicho tu nombre sin tan siquiera pensarlo y siento que necesito disculparme nuevamente contigo.

Alejandro: no es necesario que lo hagas. Recuerda que serás mi esposa y la única que tendrá derecho de llamarme por mi nombre, pero a partir de ahora quiero escuchar de tus labios que me lo digas.

Camila: me está pidiendo demasiado. Ahora necesitamos llevar las cosas con mucha calma y después de un tiempo me acostumbrare a decírselo.

El estaciona su auto cuando llegan al restaurante, Alejandro se baja para ayudar a su prometida hacerlo. Ella entra del brazo de él, nada más que ellos se dirigen a la misma mesa que él siempre ocupaba y después de que llegan toman asiento, el mesero se les acerca para dejar la carta en la mesa y después de hacerlo se retira. Camila estaba lista para escucharlo, pero el antes de empezar busca su teléfono para apagarlo. El no apartaba su vista de ella, ya que realmente le gusta, así como era su hermosa prometida.

Alejandro: hablar de mis sentimientos es algo diferente para mí. Porque antes de conocerte, yo no tenía ninguna necesidad de expresarlos.

Camila: entonces quiero que me digas lo primero que se te venga a la mente para poder entender y de esa manera no será tan difícil para ti.

Alejandro: tienes razón, Camila. El amor no debe de tener ningún significado, si no como yo lo veo y durante muchos años me negué la posibilidad de amar, seguramente era porque todavía no te había encontrado.

Camila: definitivamente somos dos almas solitarias que apenas se encontraron y lo único que quieren es amar. Nada más que yo también quiero lo mismo que nuestras almas.

Alejandro: te puedo asegurar que lo haremos. Ahora te pido que me escuches, además algo que nunca me ha gustado hacer es expresar mis sentimientos y esta sería la primera vez. Solamente necesito decirte que te amo y parece que me enamore de ti a primera vista, pero el beso que te di me confirmo lo que ya sabía.

Camila: necesito pedirte que me beses para que te pueda aceptar como mi futuro esposo y antes de casarnos me gustaría que fuéramos novios.

Alejandro: eso está bien para mí. Porque quiero casarme contigo en un mes y sé que necesito pedirte que seas mi novia, solo que hasta el día de mañana lo pienso hacer.

Camila: nunca pensé que haríamos las cosas al revés. Llego el momento de que hable de mí, yo crecí en un colegio de monjas junto con mi amiga a la cual quiero como si fuera mi propia hermana y sobre todo pertenezco a una de las familias más importante del país. Pero mis padres nunca esperaron que fuera fea y la única manera de que me ocultaran del mundo era mandarme al colegio y por eso nadie sabe de mi existencia. Ellos solo se ocuparon de darme una buena educación de lejos y lo único que se de ellos es lo que leo en los periódicos, además siempre prefirieron a mis hermanas que son perfectas a simple vista.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.