El reflejo de tu alma

Capítulo 14

Alejandro: ellos algún día se enterarán. Además, se tendrán que acostumbrar a vernos juntos y también porque se tienen que dar cuenta de que serás mi esposa, pero si nos escuchan eso sería lo mejor.

Camila: deberías de evitar ese tipo de rumores. No quiero que los empleados empiezan hablar de mí, solo por no aclarar las dudas que tienen sobre nosotros.

Alejandro: no creo que sea necesario y si quieres que lo haga lo hare. Solamente que no me importa lo que piensen los demás y si te afecta todo eso lo aclarare ahora mismo.

Camila: este no sería un buen momento. Porque todos ellos están en su hora del almuerzo y antes de seguir conversando necesito presentarte a mi mejor amiga. Ella se llama Victoria Reynolds Andersen.

Alejandro: encantado de conocerla, señorita Reynolds. Mi prometida me ha hablado muy bien de usted y también le pido que me considere su amigo.

Victoria: igualmente y por supuesto que lo hare. Espero que pueda hacer feliz a mi amiga y que gracias a su amor ya no tenga nunca más su mirada triste.

Alejandro: le prometo que lo hare. Ahora lo único que deben de hacer es terminar sus almuerzos y cuando hayan terminado presentare a mi prometida ante los empleados.

Victoria: eso es lo primero que deberían de aclarar. Porque desde ayer ellos no miran con desprecio y eso se lo debemos a nuestra apariencia física.

Alejandro: absolutamente nadie tiene ningún derecho a mirarlas de esa manera. Además, me hubiera gustado saber eso de los labios de Camila.

Camila: no te lo dije ya que quería evitar que te enojaras. No vale la pena darte este tipo de disgustos y más sabiendo que es por mi culpa.

Alejandro: ellos están acostumbrados a ver perfección en mi empresa. Solamente que no puedo tolerar otra mirada de desprecio hacia a ti.

Camila: tienes razón al estar enojado. Ahora tu intención es darme mi lugar delante de ellos y yo no lo pienso impedir para que puedas estar más tranquilo.

Él espera a que todos sus empleados terminen de almorzar. Alejandro no pensaba permitir que eso volviera a pasar y tenía que hacerla respetar, ellas se levantan de sus asientos y sabía que había llegado el momento de hacerlo. Él se tranquiliza un poco para poder decir las palabras exactas. Alejandro presenta ante ellos a su nueva asistente personal como su futura esposa y le pedía respeto para ella y también para su amiga. Ellos quedaron demasiado sorprendidos al saber que ella seria la señora Silverman y el después de hacerlo les pide que se retiren

Alejandro: ellos a partir de este día no tendrán ninguna justificación para no respetarte y cuando salgamos de la empresa iremos a celebrar nuestro compromiso.

Camila: siento que se te va ser demasiada costumbre salir todos los días. Además, yo no me puedo quejar, porque me gusta conocer los diferentes lugares de esta ciudad.

Alejandro: eso significa que la vida de la ciudad es nueva para ti. Seguramente nunca tuviste tiempo de conocerla como debe de ser y yo estaré encantado de llevarte a donde tú quieras. Entonces necesitare pensar primero el lugar adecuado donde te llevare.

Camila: toda mi vida siempre estuve en el colegio de monjas. Este mundo es diferente y todavía no me puedo acostumbrar a esta realidad que siento que no es la mía.

Alejandro: deberías de haberte acostumbrado. Estoy seguro que esto es algo difícil para ti, porque no conocías otro mundo aparte del colegio y yo estoy dispuesto a recorrer el mundo a tu lado.

Camila: me gustaría que lo hicieras. Pero eso solo pasara cuando tengamos nuestra luna de miel y no creo que lo hagamos y nada más me conformare con nuestro viaje de bodas.

Alejandro: tendremos más oportunidades de seguir viajando. Ahora, debo de despedirme de ti para poder seguir haciendo mi trabajo.

Ellos se despiden y Victoria tenía que recordar dejarlos solos para que ellos pudieron hablar sin la presencia de nadie. Aunque ellos se olvidaron de ella cuando empezaron a conversar. Ellas siguieron hablando unos cuantos minutos más para después dirigirse a su lugar de trabajo.

En la casa de la familia Silverman

Regina: nuestro hijo mañana traeré a cenar a su prometida. No puedo evitar preguntarme como será y si él se fijó en ella tendré que aceptarla como una hija más.

Damián: seguramente él te lo agradecerá. Espero que hayas olvidado la idea de querer divorciarme de mi con lo que hablamos esa noche.

Regina: has sido un buen esposo y eso no lo pienso negar. El amor nunca tuvo en tus planes y en todos estos años que llevamos de casados jamás me has regalado una rosa y me has demostrado que eres una persona que no le gusta expresar sus sentimientos, espero que él no sea así con su esposa.

Damián: él puede ser así desde un principio. Jamás debes de olvidar que Alejandro se parece a mí en carácter y espero que tampoco haya heredado mis celos.




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