Capítulo 20

En la mañana siguiente

Camila: me siento feliz porque ahora mi padre estará en mi vida. Espero que eso no le ocasione problemas con mi familia y sé que tome la mejor decisión al decirle que no quería volver con ellos. Ahora necesito levantarme de mi cama antes de que Martín venga por nosotras.

Ella se levanta hasta que se despierta bien, Camila empieza a caminar hasta que llega al baño. Ella toma su ducha cuando entra y tiempo después sale, solamente que no podía evitar suspirar y de esa manera llega a su tocador. Ella empieza a desenredarse su cabello y decide hacerse una coleta, pero al darse cuenta de que había terminado lo único que faltaba era cambiarse. Ella se acerca a su clóset y elige lo primero que toma entre sus manos, ella se empieza a cambiar y por último se pone sus zapatos, además por fin podía decir que había terminado de arreglarse. Ella sale de su recámara sin olvidar su bolsa y así se dirige a la cocina, nada más que se sorprende cuando ve nuevamente a su amiga levantada temprano.

Victoria: seguramente se te hace demasiado extraño que prepare el desayuno. Esto lo hago para que podamos seguir más tiempo conversando y porque muy pronto te iras de la casa.

Camila: lo único que cambiara es que me casare. Jamás olvidaría a mi hermana, así que no quiero que te sientas triste y presiento que el amor llegara a tu vida y cuando lo conozcas no debes de rechazar tu felicidad.

Victoria: no todas podemos conocer el amor de una manera inesperada. Será mejor que te sientes para que empecemos a desayunar y estoy segura de que si llegamos tarde a la empresa a tu prometido no le molestara.

Camila: él es una persona que respeta demasiado su trabajo y siento que mi padre hablara de otras cosas con él cuando llegue. Espero que mi matrimonio no tenga ninguna condición impuesta por ninguno de los dos.

Victoria: debes de confiar en el señor Johnson. Él quiere remediar los errores que cometió en el pasado y hará las cosas bien por primera vez.

Ellas toman asiento para poder empezar a desayunar. Camila se sentía intranquila y con la aparición de su padre tendría que ver al resto de su familia, aunque ella no quisiera por eso trataría de evitarlas. Ellas terminan de desayunar y se levantan de sus asientos para llevar los trates sucios al lavadero, ella los lava mientras su amiga se termina de alistar para que se fueran a su trabajo. Victoria regresa a su lado cuando termina de hacerlo, así que salen de su casa y Martín ya las estaba esperando.

Martín: buenos días señoritas y antes de que se suben necesito darle un obsequio a la señorita Johnson de parte de su prometido, pero él me dijo que no lo tiene que rechazar.

Camila: te agradecemos tu saludo. Seguramente al decirme eso el obsequio debe ser una joya y mi prometido definitivamente me quiere consentir con este tipo de regalos.

Victoria: no tiene nada de malo que lo haga y si yo fuera tú la recibiría con mucho gusto. Solamente que él es demasiado detallista contigo y me imagino que así será mi ser amado.

Camila: no deberías de desilusionarte sino es como lo esperas. Porque la mayoría de los hombres no les interesa enamorarse, además Alejandro es especial.

Martín: el señor Silverman la quiere. Eso se ve a simple vista y no tiene ningún motivo para no aceptar su amor, pero lamento si cometí una falta de respeto al hablarle de esa manera. Necesito prometerle que no volveré a pasar y si quiere quejarse de mi comportamiento lo entenderé, ya que nunca debo de olvidar que seré una persona que siempre estará al servicio de ustedes.

Camila: entiendo perfectamente porque me lo dijiste. Eres una persona trabajadora y siento que no eres un sirviente por el gran parecido con mi futuro esposo.

Martín: ese es un secreto que nadie se ha atrevido a revelar por los rumores que podrían ocasionarse entorno a la familia Silverman y no debería de preocuparse por mí.

Camila: existe demasiado misterio con tu identidad. Nada más que yo no soy nadie para que me lo digas y antes de subirnos al auto quiero que me des mi regalo.

Él saca una pequeña cajita de su bolsillo para después dársela. Camila la abre con mucho cuidado y se da cuenta de que era un hermoso brazalete que decía su nombre, ella se lo pone en el brazo y no podía dejar de ver lo hermoso que era. Ellas se suben al auto con la ayuda de Martín y de esa manera se dirigen hacia su destino

En la empresa Silverman

Michael: no puedo creer que tu futuro suegro se vaya a presentar a la empresa. Ahora entiendo el interés de llegar más temprano, seguramente quiere arreglar el matrimonio de su hija como un buen padre.

Alejandro: jamás me ha interesado aumentar mi fortuna a través de un matrimonio. Porque no me interesa si ella es pobre o rica y Camila es la única mujer que he amado.

Michael: eso deberías de decírselo a tus abuelos cuando se las presentes. Ellos no aceptaran tu matrimonio cuando se den cuenta de su apariencia física.