El reflejo de tu alma

Capítulo 26

Damián: haces demasiado bien en respetar la decisión de tu futura esposa. Eso me recuerda cuando tu madre y yo nos casamos, nada más que al principio no sabía cómo acercarme a ella.

Regina: es porque nunca hiciste ningún intento. Solamente que no debemos de recordar el pasado y únicamente necesitamos concentrarnos en nuestro hijo.

Damián: se perfectamente que no fui un buen esposo para ti. Pero el único error que cometí contigo es que no sabía cómo confesarte mis sentimientos y siempre pensé que con hechos era más que suficiente.

Regina: ese es un error de las personas que no les gusta expresarse. Ahora cambiaste conmigo y me has demostrado ser un buen esposo.

Damián: puedo decir delante de las personas que te amo y te prometo no guardarme mis sentimientos para mí. Porque también necesito que me ames.

Alejandro: no puedo creer que hayan olvidado que estamos con ustedes. Necesitare darle una explicación a mí prometida sobre su comportamiento.

Camila: no necesitare ninguna explicación. Ellos solo están enamorados y tú más que nadie debería de entender cómo se sienten o pensándolo bien en verdad estás enamorado de mí.

Alejandro: por supuesto que te amo y no me gusta que sigas teniendo dudas de mis sentimientos, pero sabes que si quiero esta noche serias mi esposa.

Camila: mi padre no iba a permitir que lo hicieras de esa manera, así que tienes que saber esperar y si lo haces me demostraras que me quieres. Además, me prometiste que tendría una hermosa boda y eso lo tendrás que cumplir.

Alejandro: por esa razón no lo hago y soy un caballero que cumplirá su promesa. Solamente quiero que seas completamente mía.

Camila: pienso que no es correcto que me hables de esa manera delante de tus padres. Porque ellos merecen respeto y sobre todo debemos de empezar a cenar.

Alejandro: tienes razón. Siempre necesitare recordarlo, sabes que será difícil hacerlo si solo tengo ojos para mi futura esposa que eres tú.

Ellos empiezan a cenar y sus padres estaban felices al ver como se comportaba con su prometida. Ellos querían saber si está enamorado y sus acciones se lo aclararon y tiempo después terminan de cenar.

Regina: la cara de tu prometida se me hace demasiado conocida y presiento que conozco a su familia. Pero conociendo su apellido sé a qué familia pertenece, nada más que nunca habíamos escuchado hablar de ti.

Camila: lo que pasa es que crecí en un colegio de monjas. Además, mis padres nunca pudieron hacerse cargo de mi educación y no tuvieron otra opción que dejarme en ese lugar.

Regina: eso no es ninguna justificación para dejarte sola y en cambio con sus otras hijas fue totalmente diferentes. Seguramente eso se debe a tus padres.

Camila: ellos les dieron todo a mis hermanas. Estoy segura de que me rechazaron por no ser como mi familia, ya que tienen otra apariencia física y para mi madre siempre he sido una persona imperfecta que no cumplió con el deber de ser su hija mayor. 

Regina: entiendo perfectamente cómo te sientes. Precisamente me paso exactamente lo mismo y nosotras no tuvimos la culpa de ser diferentes.

Camila: mi familia siempre se ha considerado demasiado perfecta y nunca tuve la oportunidad de conocer a mis hermanas. Porque desde mi nacimiento mi madre me rechazo y con mi padre es diferente.

Regina: solo he escuchado hablar de ellos y mi hijo seguramente los conoce perfectamente, ya que hace tiempo tu madre intento relacionar a nuestro hijo con una de tus hermanas.

Camila: eso Alejandro no me lo había dicho y me hubiera gustado saberlo antes. Entonces no te interesaste en alguna de ellas y lo único que he escuchado de ellas es que son demasiado perfectas.

Alejandro: nunca me interesaron como mujer y no tenía caso de que habláramos de algo sin importancia para mí. Ahora la única mujer que quiero que este en mi vida eres tú.

Camila: estás seguro de que no sentiste nada por ellas. Solamente que estamos a tiempo de terminar antes de que te arrepientas, ya que yo no soy perfecta para ti.

Alejandro: acaso no escuchaste lo que te acabo de decir. Porque eres y siempre serás la mujer que amo y no me importa nadie que no seas tú.

Camila: ahora siento que les debo una disculpa a tus padres por ser tan insegura conmigo misma. Nada más que el mundo real es nuevo para mí, a pesar de que tengo tiempo de haber dejado el colegio.

Alejandro: siempre voy a querer que te sientas segura de mi amor. Ahora que hemos terminado de cenar te llevare a tu casa y será mejor que nos despidamos de mis padres.

Camila: no saben cómo lamento mi comportamiento y lo único que quería es que se llevaran una buena impresión de mí, solo que eso no será posible.




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