Cap 5 Encuentro casual

Antonio tenia un mes trabajando en el  pais de Bélgica, lo contrataron para un megaproyecto, se trata de construir una gran autopista en el norte de la capital, el tiempo aproximado para terminarla es año y medio, no cree que pueda durar todo ese tiempo allí y más porque tiene mucho que hacer en Venecia.

Harold le envió el correo del proyecto que está liderando la asociación C&C, le habló maravillas de ellos y revisando su informe, ve que son muy organizados, el diseño de los planos le gustó, calcularon el gasto de materiales y la utilización de mano de obra con un noventa y cinco por ciento de probabilidad, quiere decir que son recursivos, minuciosos y eficientes en cuanto al manejo de los recursos. 

Escuchó de asociación C&C, en un viaje a Estados Unidos, pero no tuvo la oportunidad de reunirse con ellos, solo sabe que está conformada por cinco ingenieros de diferentes nacionalidades entre ellos un español.

—Irma, ¿cuántas personas han entrado nuevas? Envíame los currículum, apenas tenga el tiempo voy revisando. 

—Si señor, ya están casi listos, ayer fue la última entrevista. Término de organizarlos y se la envío.

—gracias, Irma, mi Irma... te extraño mucho nena!, no sabes cuanta documentación tenemos que organizar aquí. 

—Antonio acá también te necesitamos, recuerda que te comprometiste con el alcalde para lo del proyecto Salvare Venecia, él te está esperando, querido no te ocupes tanto, que acá también haces falta! —. Le dice con determinación. Irma es su segunda madre, es su consejera, su amiga, a ella siempre la escucha, parte de lo que dice tiene razón.

A él gusta trabajar, lo llena de orgullo, pensar que puede ser útil, lo llena de satisfacción, pero piensa que va demasiado rápido, hasta el momento no ha rechazado ningún proyecto, desde que llegó a Bélgica, no he tenido tiempo ni para divertirse.

—Hoy es sábado— le dice Rainer, su amigo y colega, ambos están alojados en el mismo edificio y comparten piso—, mañana no hay trabajo, ¡Antonio no seas aguafiestas y vamos a divertirnos! 

—me siento ansioso, creo que necesito distracción!—, extrañaba a sus padres, tenía mucho tiempo afuera, y poca comunicación con ellos.

—No se diga más, ve a cambiarte, que vamos a relajarnos, deja y le aviso a los demás. Sacando su teléfono para enviarles mensajes.

Llegan a Fuse Club, un establecimiento nocturno, Pietro y Lois, los estaban esperando, el lugar estaba fantástico, se sientan en una mesa y piden cóctel, de pronto Pietro se levanta y se pone a cantar, los demas gritan, Antonio se levanta y le sigue el baile, sin parar de reír los cuatro se divierten con el karaoke, la música, la bebida. Salen de allí tipo cuatro de la mañana, Rainer casi no podía caminar y Pietro estaba dormido en la mesa, Lois hablaba con alguien telefónicamente.

—Pietro levántate, tu esposa te va a matar—. Le dice Antonio riendo y él levanta la cabeza al instante, —vamos debemos irnos.

Lo agarra con un brazo, con el otro lleva a Rainer y le hace señas a Lois que lo siga.

A la mañana siguiente, tiene una jaqueca, se da un baño, se pone una sudadera con capucha y sale a trotar. Sus amigos, quedan durmiendo. 

Ellos son buenos amigos, uno de ellos, Pietro está casado, es Albanés y llegó también para trabajar en la obra, Rainer era su vecino, estudió en Estados Unidos, no volvió a verlo hasta que se encontraron acá, y Lois es de Bruselas. 

Los cuatro son ingenieros, tienen una gran amistad, le parece muy admirables sus logros, ha aprendido mucho de ellos.

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Está en la construcción cuando siente que timbra su teléfono, ve en  la pantalla que es de su padre. Se apartó un poco del ruido para poder escuchar, han pasado cinco meses, y están bastante adelantados, ya el terreno tiene cara de autopista, antes solo era pequeñas montañas rocosas, y arbustos.

—Hola papá ¿cómo estás? —. Le pregunta tapándose una oreja, por el ruido del taladro. 

—Antonio hijo! Necesito que me acompañes a..—. Se pierde la señal

—Papá, hay mucho ruido acá, no te logro escuchar, yo te llamo más tarde—. Le grita

—¡me escuchas! Te llamo más tarde—. Le cuelga.

Al terminar la jornada, Antonio se acuerda, que debe llamar a su padre, saca su móvil y le timbra.

—Hola Papá, ¿cómo has estado?, me llamaste, pero estaba ocupado y el lugar donde estaba hacía mucho ruido.

—Hola hijo, estoy bien, tu madre también, te llamaba porque necesito que me acompañes a la Empresa Colunga, Marcos me llamó y me dijo que el Martes llegara a su oficina para la transferencia del veinte por ciento de las acciones.

—Padre, no puedo estoy trabajando, pensé quedarme por cinco meses y ahora tengo una responsabilidad por un año y medio aquí en Bélgica.

—Antonio pide permiso por unos días y luego te regresas, inventa cualquier excusa, además tu madre también te quiere ver. Adiós, hijo —. Cuelga

Tuvo que mentir en la empresa, para pedir una semana de licencia, no entiende porque su  padre no puede ir solo a esa reunión y también diciendo que su madre lo extraña, hizo que no tuviera tranquilidad.

Cuando llega a Madrid se baja en su departamento, le habla a Harold diciéndole que se encuentra en Madrid y que le cuente las novedades de la Empresa. Lo puso al tanto de todo, también le dijo que la asociación C&C, le dieron un nuevo reconocimiento por sostenibilidad y cuidado del medio ambiente. Noticia, que lo alegra muchísimo ya que hacen parte de su compañía.

Llega a casa de su madre, la saluda con abrazo y un beso, ella cuando no lo ve por unos meses, comienza a inquietarse.

 ¿Qué puedo decir? Soy hijo único, tenía un hermano mayor, pero él murió cuando yo era un niño, fue un momento terrible para mis padres, yo casi no lo recuerdo, era muy chico cuando pasó lo del accidente. A mis padres si le afectó su muerte.