"All my fears turn to rage
And I'm alone now
Me and all I stood for
We're wandering now"
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El humo interfería entre ella y el teléfono que se encendía como árbol de navidad, poco le importaba estar ensuciando la isla con las cenizas, de vez en vez, sus ojos se perdían en la caída.
No era la primera vez que la llamaban e incluso toda su familia lo había hecho, podría haber esperado eso de los gemelos, ellos eran por naturaleza unos metidos, de Tristan obvio, expresando su preocupación, su madre… bueno era una sorpresa pero no dejaba de ser esa mujer que muchas veces la protegió. Pero ¿Robert Hansen? jamás había actuado con benevolencia, mucho menos en torno a Valerian, cosa que en cierto punto llenaba de rechazo a su hija menor. El desinterés que el patriarca demostró en algunos mensajes, los había desencriptado sin mucha vuelta, quería sacar ventaja de algo.
Ella lo sabía a la perfección, por la última semana, desde que vio esa noticia, pasó sus noches revisando todo tipo de información en línea, conocía bien el número de la policía de Manhattan, eso incrementaba el nerviosismo. Volvió su cuerpo hacía donde estaba su pequeño amigo, él sí era un ser desinteresado y muy pomposo, el único en el que no desconfiaba.
— ¿Quieres comer algo?— preguntó tomándolo suavemente, lo había bañado haciendo que su pelaje luciera brilloso y suave —Debería buscar a tu familia… ¿Qué crees tú? — como si la hubiera entendido, hundió su cara debajo de su pata, haciendo que por primera vez riera de ternura.
«Genial… ahora también robas gatos Ivy, buen trabajo» bramó la vocecita de Betty
Podía sentir como la delgada línea de colapso se difuminaba, todo esto era mucho para una sola cabeza. Por unos instantes debatió cuál sería su próximo movimiento. Sus opciones se reducían a terminar de mirar la cinta, que denominó como “rompe corazones” o huir al pueblo por un par de horas.
—Bien pequeño, iré a caminar —una risa socarrona tomó lugar en sus labios; cerrando bien cada puerta y ventana de la casa, le dejo a Redrum un tazón con leche y salió. La cinta podía esperar un poco más.
Se dirigió casi de forma inconsciente al lugar donde Logan la había llevado en esa muy extraña cita, su intención ni siquiera se acercaba a regresar, sin embargo, su cuerpo solo continuó su paso hasta dar con el sonido del arroyo. Ese sonido que le hacía sentir una paz renovadora. Una vez allí lo contempló como si fuese una película dramática.
Continuó hasta dar con ese precario altar, o al menos eso creía que era, para verlo un poco más a detalle, cualquiera que tocara esta parte de la tierra sentiría el dolor de todas las familias, algo en el aire se volvía denso, tan oscuro que seguramente haría lágrimas caer. Cada pequeña parte estaba cubierta con un nombre seguido de un número, junto a aquella tan tajante inscripción, una mueca de incomodidad se coló en el rostro de Valerian, entendía, por supuesto que lo hacía, todas esas familias desoladas.
Pero también sabía, que Alexander tenía muchas cosas que nublaban su juicio, recordando la primera parte de la cinta, su corazón se contrajo «siempre viéndole lo positivo a lo decadente» últimamente, la vocecita que la atormentaba parecía volverse más fuerte, se sentó cerca de donde estaban las iniciales de Moore y después de un rato pasó su mano lentamente sobre estas. Estaba desgastado por el clima. El sonido de su celular, la sacó de aquel tranque que por un momento la absorbió, aun con la mirada perdida, atendió, cosa que lamento apenas oyó esa voz
—Hasta que atiendes Valerian ¿qué carajos ocurre contigo? —la recibió la chillona voz de su hermana
—Se habrá congelado el infierno si América Hansen está llamando — le dijo con una sonrisita
—No creas que me agrada esto, pero no podía dejar que Frances volviera a fracasar — agregó con un a autoridad petulante y de fondo, su hermano gemelo lanzó algunos improperios que cesaron cuando posó sus ojos en él — te habrás enterado de que tu guapo noviecito murió
Valerian alzó sus cejas en una genuina sorpresa, esa chica no tenía en absoluto algo de tacto para hablar «¡eres demasiado hipócrita rojita!» gritó Betty.
— Vaya… eres toda una considerada por avisar— calló por unos segundos — me enteré por el noticiario ¿para qué nombras a Jeremy? — su voz salió gélida y punzante, algo que la tomó desprevenida incluso a ella, podría malinterpretar incomodidad con defensa y eso fue lo que creyó América.
— La policía está buscándote — soltó sin más, su hermana menor se sujetó de la primera cosa que sintió cerca suyo, en un disimulado movimiento — eres la última persona que creen lo vio vivo, de todas formas… esa parte no me es relevante, quiero que firmes la transferencia de acciones o…
— ¿O qué? — desafió la pelirroja
— Puede que se enteren de dónde vives, esa información puedo sacársela a Frances, cree que puede tener ventaja y no ha dicho nada —rodó sus ojos en fastidio e internamente Valerian le agradeció a la pequeña astucia de su hermano
— Bueno… ¿me río ahora o espero a ver como todo te sale mal?— ironizó — mira hermana, ya se lo dije a tu sombra, no intenten intimidarme, eso es algo penoso ¿por qué crees tú cabecita que les cedería mis acciones?
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Editado: 26.07.2025