El Regalo de la Bestia

Prologo

PROLOGO

Narrador

Él pequeño niño corría a la delantera de la niña, dos años más joven que él, por las calles del encantador pueblo de Quiet, ubicado en el sur de Virginia, colindando con el bosque, es un lugar muy tranquilo para que los pequeños jueguen tranquilamente.

—Asher… esperarme, por favor.— le grita la pequeña, ya casi sin aliento

—Vamos Mila, corre, el señor Pierre va a vender todas sus donas de chocolate.—

—Si… pero ya no puedo, ya me duelen los pies. — Asher se regresa por ella y toma su pequeña mano entre la suya que a pesar de tener 12 años era muy grande en comparación con la de Mila.

Y así corriendo se van juntos a la tienda de Pierre Brown, un señor de apariencia divertida y con un bigote chistoso, que vende ricas donas con cubierta de chocolate, pero que a los lobos les encantan tanto, que si no vas temprano se las terminan.

Si, lobos, Quiet es un pequeño pueblo de cambiaformas, la mayoría se puede transformar en lobos, pero esta cualidad solo es de los hombres, las mujeres no pueden transformarse, pero tienen sus sentidos más desarrollados que un humano normal. Todos los hombres se trasforman a la edad de 18 años, cuando han alcanzado su maduración físicamente.

Esta no es una historia, que habla de compañeros predestinados, no, aquí cada quien puede elegir a quien amar, una vez que alguien decide unirse el lobo muerde a su compañera, para impregnarla con su esencia y formar un vínculo irrompible, este lugar sería perfecto, si no existiera la constante preocupación de los cazadores, un grupo de humanos que conocen la existencia de los cambiaformas, y que están decididos a encontrarlos y acabar con todos porque creen que son una amenaza, así que es responsabilidad de los alfas de cada región velar por todos aquellos que pertenezcan a su manada, aquí el alfa es Marcus Willow, el padre de Asher, a diferencia de otro alfas, Marcus gobierna sabiamente y sin abuso de poder, esto para mantener la paz que su antecesor le dejo y que espera que su hijo mayo Asher siga.

—Señor Pierre, nos puede dar dos donas de chocolate con chispas, por favor.— dice la pequeña Mila, nada más llegar al puesto de Pierre

—Oh, claro que si pequeña y joven alfa ¿cómo les va?.—

—Muy bien.— le dice Asher aun sin soltar la mano de Mila

—Aquí tienen.— les entrega una dona a cada uno.

—Y aquí está el dinero.— le entrega Asher

—Grashias.— le dice Mila con un gran pedazo de dona ya en su boca, y así como llegaron se fueron, corriendo y tomados de la mano, pero ahora comiendo su deliciosa dona.

………………………………………………………………………………………………………………..

Asher

—No le compramos una a Celia.— me dice Mila

—No te preocupes, antes de venir le pregunte si quería una y me dijo que no. — en realidad no había preguntado, pero no quería que Mila se preocupe por eso.

Celia es mi hermana menor tiene siete años apenas, aun puedo chantajearla con cualquier dulce.

—Oye Asher. —

—¿Qué pasa?—

—¿Tú sabes si Londres queda muy lejos de aquí?—

—No lo sé, ¿por qué me preguntas eso?—

—Es que mi papá, dijo que nos vamos a mudar a Londres y quería saber si está muy lejos de aquí, para venir a verte. ——

—No lo sé pero le preguntare a mi padre. —

Ya no quise seguir con ese tema, pero algo en mi corazón estaba intranquilo, ¿por qué se va Mila? Y lo más importante ¿a dónde?

…………………………………………………………………………………………….

2 años después

Mila se había mudado a Londres y muy tarde aprendí que ese lugar está al otro lado del mundo, lo peor es que su padre se la llevo para separarla de mí, esto mi padre me lo había dicho, Peter Everson creía que me estaba apoderando de su hija desde una pequeña edad, así que lo que decidió fue llevársela lejos, mi padre me dijo que si aún la quería cuando creciera, que podía luchar por ella, sin embargo lo que me preocupa es que ella encuentre a alguien más, por eso se la llevo su padre, y solo por el hecho de que es el padre de la persona que amo, no lo voy a mandar a ejecutar cuando sea Alfa.

—Hijo, termina tu comida. — me dice mi mamá notablemente preocupada.

—No tengo hambre mamá. — le digo sin levantar la vista de mi plato de comida.

—No pasa nada, pero no juegues con la comida. —

—El ratón se la va a comer.— me dice Celia

—A la que se la van a comer es a ti.— con mi comentario mi padre se ríe, si no fuera por mi familia no aguantaría estar sin Mila, hemos estado juntos desde que tenía 8 años y ella 6, creo que de verdad me estaba apoderando de ella, quería estar con ella todo el día, todos los días.

—¡¡¡SEÑOR, NOS ESTA ATACANDO UN GRUPO DE CAZADORES!!!.— entra uno de los centinelas de la manada, que se encargan de defender a la manada, cuando mi padre comprendió lo que estaba pasando se levantó rápidamente de su silla.

—Renata lleva a los niños al sótano y quédate con ellos. —




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.