El regalo del Emperador.

Capitulo 1

Danae.

Si eso es voy a ser la emperatriz.-me dije.

-Buenas tardes princesa, enseguida vendrá el emperador a saludar.Soy Marcela y seré su sirvienta,la estancia que esté aquí.

-¿Él vendra ahorita?

-Si,viene a darle las instrucciones de el harem.

-También yo le daré mis "instrucciones".-replique.

-No debería hacerlo enojar, princesa usted aquí es una invitada.

-No me interesa,que venga para decirle también que haga y que no.

-Perfecto, dígame.-contesto el emperador.

Me quedé sin palabras y ni siquiera voltie,hasta que recordé que al final él era mi mandatario.

Hice una reverencia.

-Alteza, disculpé mi actitud,me presentó soy Danae, princesa de el reino Smirnova.

-¿Que me iba a decir que hiciera y que no?

Alze la mirada y me encontré con los ojos azules más hermosos que jamás vi,y el rostro más perfecto que nunca mire,una cara angelical digna de un emperador,era hermoso,hermoso;hasta su voz era perfecta para su personalidad.

-¿Bien?

-Fue...error...y yo.-tartamudee

-Su padre no me comentó que usted no sabía hablar.

-Disculpe alteza,quedé impactada con su imponencia,me dejó sin palabras tanta presencia.-mencioné tragando saliva.

-Bien las reglas son sencillas:

1.-Llevarse educadamente con las demás damas sin importar clase social.

2.-Pasar una noche a la semana con el emperador.

3.-No intentar escapar.

-¿Una noche a la semana?.-replique.

-Si una,o dos depende de la disponibilidad que necesite.

-Alteza,tengo que decirle que yo soy una dama en todos los aspectos;una dama pura y casta.

-Ya se,eso no me interesa,una noche a la semana dije.-contesto.

-Si alteza.-respondí.

-Llámame Alexander en privado, y en público alteza o majestad.-dijo.

Me quedé impactada, porque yo no sabía ni siquiera como estar una noche con él,yo era intocada,casta,en otras palabras VIRGEN.

-Bien entonces te veré el próximo viernes, prepará tus aposentos mientras tanto.

Salió de mi habitación.

No puede ser esto iba a ser más difícil de lo que pense,nadie me dijo que era tan bello, joven y tan exquisito;era como un día lluvioso y una taza de té juntos.

-¿Princesa? Quiere dar un paseo en el jardín.

-No,dime quienes viven aquí.

-Las demás señoritas son 7,con usted 8.

-Dime todo de ellas Marcela,todo.Serás mi sirvienta y estás para servirme,así que debo saber quiénes son-le dije.

-Si princesa,son 7 damas.

Kaila:hija de el duque Artemio.

Samanhi:noble de oriente.

Filipa:Hija de el conde Phillip.

Anayeli:plebeya de occidente.

Marieta:hija de el rey Leplúe.

Raquel:plebeya de el reino Smirnova 

Leilani:princesa de Canéon.

-Valla,estás bien informada.-dije.

-He sido sirvienta de todas,cuando una nueva llega,me convierto en su instructora por así decirlo.-contesto.

-¿Escuche a una tal Raquel de Smirnova?

-Asi es,hace un año llegó después de el incidente de su hermana.

-¡Ah si! y ¿porque razón?.-pregunté.

-El emperador solo la trajo,por consejo de Dessire.

-¿Que tal es,esa Dessire?

-Eso es imposible responderlo.-dijo.

-¿Te lo prohíben?.-pregunté.

-No, ni yo se como es princesa, siempre está en silencio y lejana de el harem.

-Yo solo he escuchado que es demasiado poderosa.

-Pues si es sumamente poderosa y su mano derecha del emperador.-dijo.

-¿Sabes que? Ya me dieron ganas de dar un paseo.

Lo dije porque ví pasar a una dama hacía el jardín.

 

Alexander.

-¿Alteza? La princesa Smirnova ha llegado.

-Excelente,démosle la bienvenida entonces.

Me dirigí rumbo a la habitación de la princesa,sería la primera vez que la miraría a los ojos.

Al llegar al harem escuché que gritaba que me daría sus instrucciones entre de momento tan rápido,para que me dijera cuáles eran, desde este momento sabía que era una princesa rebelde y testaruda,la tenía que moldear a mi manera.

Cuando ella me miró,no creí que lo de su belleza fuera como decían, rebasaba todo lo que yo imaginaba,tenía una mirada tan tierna y unos ojos azules grandes muy hermosos,sus pestañas eran muy tupidas y largas y sus labios eran suaves y carnosos,tenía el cabello largo, azulado tal cual una noche veraniega,las mejillas rosadas y el corset me hacía notar lo bien distribuido que estaba su cuerpo,como iba yo a lastimar una cosa tan bella.

Después que se presentó,le di las reglas y salí de ahí,me sentí extraño como si su mirada me hubiera hechizado,jamás había sentido una energía tan impregnada en mi como la de ella,llegué a mi estudio y me senté a tratar de seguir con mi trabajo imperial.

-¡Te lo dije,sentiste algo por ella!

-De que hablas Dessire,ella solo sirve para purificación.

-Yo sentí,que se conectaron,ella solo vino a romper nuestro lazo y a desconcentrarte de tu misión.

-Ni siquiera la conozco bien,además le dejé bien en claro que soy el emperador y no está sobre mi.

-Alexander,tengo un presentimiento con ella y no es bueno.-Dijo.

-¿Sientes energía mala en ella?.-pregunté.

-No,es solo que no le muestres lo que verdaderamente eres.Es mucha luz para una persona.

Pronunció eso saliendo de el estudio.

Claro que lo que me dijo no me dejó nada tranquilo,pero a la vez guarde paciencia ya que en la llegada de cada dama Dessire se comportaba asi,luego pensaba que eran celos y más porque está princesa era la más joven de el harem.

Organize mis noches para estar con ella un viernes, puesto que era lunes tendría bastante tiempo para adaptarse;yo no era un garañón,y por esa razón no visite a mis damas ninguna de las noches siguientes,para que pudieran sentir mi frialdad, pero un beso de ella,si quería hacerlo mío,quería tocar su suave piel y sentir ese aroma tan dulce que dejó impregnado en mi mente.




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