El jueves en la noche no tuve tantos informes ni notas,deje todo en ordén para visitar a mi nueva adquisición.Dessire me informaba sobre mi harem y la convivencia dentro de él.A la princesa Danae Smirnova,casi no la habían visto convivir con las demás nobles más que con las plebeyas,era muy raro en una princesa.
-Ella siente mi mirada,y mi energía.
-Pues no has de ser tan discreta.-dije.
-Es especial Alexander,no creó que sea cualquier princesa.
-¿Dessire,estás celosa de ella?.-pregunté.
-Es hermosa,yo creo cualquier mujer lo estaría,la apodaron "duraznito".
-Y seguro fue Marieta.
-Asi es,se sintió dezplazada porque efectivamente le quitaste su día, alguien sale sobrando.-contestó.
-Algún día sabrán la verdad.-dije.-Mañana en la noche procura que,nadie me molesté.
-¿Si piensas poseerla?.
-Depende como se de la situación,es un...un...un durazno sin morder.-replique sonriente.
El rostro de Dessire se puso rojo como una manzana y en ese momento se abalanzó sobre mi envolviendome con sus largas piernas.
-Alexander el lazo que nos une va más allá de una simple virginidad, concéntrate en el plan y lo que buscas en la princesita lo has tenido conmigo y no solo una vez.-dijo amenazante.
-Tú no me vas a decir que hacer,el emperador y el soberano soy yo,lo que pasó entre nosotros fue el deseó del momento;cómo ha pasado con todas las damas.
-Actuas muy bien,sigue así.-se sonrió.
No cabía duda alguna;estaba celosa de la princesa Smirnova,alguna que otra vez, Dessire y yo hicimos cosas prohibidas fue la locura de un momento,pero no sentía más que un gran cariño por ella, físicamente a pesar de su belleza no me atraía,y lo que había pasado entre nosotros fue hace 3 años y no me permiti enamorarme de ella, ni de ella ni de nadie.
Me retire a mi habitación a descansar, pues el día de mañana tendría una noche pendiente.
Al amanecer pedí mi desayuno favorito a la cama y ordené a las sirvientas que prepararán uno de mis mejores ropajes,pase el día desesperado porque anocheciera,se me hizo el día más eterno de mi vida, y en cuanto ví la primera víspera nocturna, corrí al harem.
Los sirvientes me guiaron a la habitación de la princesa Danae;me concentre en la personalidad que ella tenía de mi,en mi imágen fría,y desinteresada.
Abrí la puerta en silencio.
Cuando entre,estaba sentadita en la orilla de su cama,toda la habitación olia a un dulce perfume,pero ninguno de esos aromas sobrepasaba el de su piel,era un olor embriagante y suave,que se metía en cada poro de mi piel.
-Princesa Danae Smirnova.
-Alteza Ülker,bienvenido a mis aposentos.
-¿Que tal se ha sentido en el harem? ¿Le gusta mi hospitalidad?.-dije.
-¡Oh si alteza,es usted un excelente anfitrión!.-contestó.
-¿Como le dije que me llamará en privado?.
-Alexander, alteza.
Que hermoso se oía mi nombre pronunciado por su dulce voz.Me serví un trago de la bebida que preparaban para mí,en mis visitas al harem,ella estába muy nerviosa aúnque disimulaba bien.
-Trate de relajarse,hasta acá puedo escuchar su corazón latir.-dije.
Alte...mhh mhhh digo Alexander no se que debo hacer.-contesto.
-No le estoy pidiendo hacer nada.
Tome mi trago y procedí a desvestirme de la cintura hacia arriba.No ví los colores de su rostro porque me dió la espalda
-Ya acuéstese,o que toda la noche estará ahí parada.
-¡¡A su lado!!.-replico.
-¿Que? Tan repugnante soy.-dije.
-No,no... voy.
Se recostó al otro lado de la cama, con el vestido puesto,mi intención no era hacerle daño,ni sobrepasarme en ningún sentido con ella solamente necesitaba su energía pura.
-¿Duerme con las ropas puestas?.-pregunté.
-¡No! Es... Alexander siento que no estoy lista para lo que usted busca en mi,soy una princesa inexperta en las áreas íntimas,quisiera complacerlo en el sentido que busca,se que es mi obligación y no me estoy negando,solo le pido paciencia para la posesión.-replico.
-La pregunta era ¿Duerme con la ropa puesta?.-repeti.
-No,yo uso un chemise para dormir.
-Pues úselo.-ordené.
-Si, enseguida llamaré a la sirvienta que me ayude al cambio.
-¿Cómo? Insinua que su servidumbre me vea el pecho desnudo.
-No Alexander.-dijo con voz tímida.
Todo esto lo decía sin verme ni un momento a la cara o al cuerpo,la jale hacía mi y la voltie para empezar a aflojarle el corset,sentí como su cuerpo temblaba en cada jalón de la agujeta,no me hacía feliz su miedo,pero eso daba a entender que mi apodo no era de embalde.Cuando terminé de aflojarlo la empujé hacia enfrente.
-Ya valla a cambiarse,sola puede.
Se metió a el biombo cuidando que no se escapará ninguna parte de su piel para mi vista,salió con la delgada ropa interior.
Se recostó al lado mio boca arriba.
-Princesa no pasará nada que usted no quiera,tenga eso por seguro.-le dije.
-Pero usted quiere que pase,yo estoy para complacerlo.-respondío.
-Solo cierre los ojos.
Los cerró temblando y decidí someterla a un sueño profundo, después prosegui a aspirar toda su energía pura,era como hacer una niebla en mis manos y después toda ella,junto con una invocación purificaba todo el imperio,este proceso las dejaba cansadas,y ellas suponían que era por estar conmigo íntimamente,la realidad esque no había tocado a ninguna.
Algunas de ellas amanecían adoloridas pero se reponían muy rápido,y no les causaba ningún mal,puesto que todas ellas eran "especiales".Pero la princesa Danae tenía muchísima energía,tanta que aseguraba el bienestar del imperio por un bimestre entero;no se que me dió por esperar que despertara bien,jamás me había quedado a esperar el despertar de alguna de mis damas,la espera me venció y en un pestañeo me dormí profundamente a su lado.
Danae.
El emperador se veía tan elegante,si no fuera porque estaba ahí aseguraría que iba de una ceremonia;sentí nervios y decidí no moverme,hasta que él abrió tema de conversación;pronunció que tal era mi estancia en el harem y cosas como que en privado lo llamará Alexander,se sirvió un trago y me miro de arriba a abajo, sabía bien lo que quería,cuando lo ví que se empezaba a desvestir.
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Editado: 02.06.2024