El regalo del Emperador.

Capítulo 8

-¿Que le dirás a el príncipe Donatello? ¿A quien presentarás cómo tú conquista? ¿porque pediste a ambas ponerse sus mejores sedas?.

-Porque Dessire,será presentada cómo mi feroz hechicera no como la empleada doméstica de mi princesa.

-Te resistes demasiado a los encantos de Danae ¿Que pasará cuando toques sus labios y ya no puedas detenerte?.-decia.

-Desaparece ya de aquí,me confundes mucho más.

Todo se llevó a cabo para dar la bienvenida al príncipe Donatello;en el palacio principal decidí pasar la noche solo y arreglarme ahí,cómo decía aquella voz,estar solo con Danae ya era muy peligroso,ya que los últimos tres días al ver su ropa interior levantada o la transparencia de sus prendas en el pecho,solo pasaba saliva y contenía mis ganas de hacerla mi mujer al momento.

Cuando llegó el gran momento pedí que escoltaran a la princesa y a la hechicera al salón principal,puesto que el príncipe no tardaba en llegar.Me tocó recibirlas y al observarlas a ambas note la dulzura y la acidez juntas, una tan colorida llena de vida y sonriente y la otra con ropajes negros como la noche,pálida y con el gesto más insípido posible.

-Princesa bienvenida, gracias por acompañarme,se ve usted exquisita con ese color,no sé si le comentaron,solo por esta noche Dessire no podrá servirla es para dar una buena imagen.-dije.

-Si me comentó su embajador,no se preocupe.

Bese su mano y me acerqué a Dessire.

-Pudiste quizá,arreglarte un poco más.

-No me siento bien,ni tampoco cómoda, regrésame mi poder,siento en los huesos que está noche me hará falta.

-Ya te dije que en un mes.

-Seguire sirviendo a la princesa,te lo imploró.

Me negué de nuevo,y me acerqué a la princesa.

-Princesa,yo contestaré cualquier cosa que el príncipe pregunté;Dessire permanecerá a mi lado para aparentar y cuando te sientas cansada dímelo.

-Si Alexander.

-El príncipe es muy abierto e incluso muy efusivo,si te toca o te incomoda,igual dímelo.-replique.-Igual para ti Dessire si te acosa dímelo.

Ella asintió.

Sonaron las trompetas y se escucharon al por mayor el relinchar de los caballos.

-Alteza serenísima emperador Alexander Ülker, princesa Smirnova, hechicera Dessire,damas, caballeros y nobles,ante ustedes el príncipe Donatello Dryfor de el reino desértico.

Sonaron castañuelas y empezo a sonar música originaria de su reino,entrarón algunas bailarinas y apareció el príncipe entre tantos velos de colores.

Danae estaba perdida entre todos los colores y la música al contrario de Dessire que al igual que yo se mantenía alerta entre tanta fiesta.

-¡Oh mi gran emperador y amigo! Tome usted todo este maravilloso tributo de oro de las tierras Dryfor.

-¡Muchas gracias! Príncipe Donatello usted siempre tan espléndido.

-¡Pero mire nadamás que belleza!.-enfoco su mirada en Danae.-Con esos ojos color cielo me hipnotiza,ya veo el porque usted está atraído a esta mujer, parece una muñeca,está bellísima.

Sus palabras hacían que sintiera punzadas en el pecho.

-Si,que lastima que es prohibida.-dije tajante.

-¡No,no,no! Cómo niega usted tanta belleza,no sea tan avaricioso alteza.

-Ya lo dije,es prohibida.

-Que lastima hermosa,no podrás divertirte conmigo.-replico burlón.-¡Oh! Y mira esta hermosura de negro,me encantan las mujeres obscuras,son perversas.

-Principe sus comentarios,no van con ninguna de estas mujeres,ambas son parte de mi imperio y merecen respeto.-dije cortante.

-¡Asi soy de alegre Alexander! ¡Vamos que siga la fiesta y traigan buenos vinos!.-grito.

Guarde la compostura ante tantos invitados,pero no me agradaba la manera en que miraba a la princesa y a Dessire.Me entretuve con algunos nobles y perdí de vista a ambas damas así como al príncipe,tenía que disimular pero tragaba saliva pensando que ese sujeto las estuviera intimidado Danae era muy ingenua y Dessire tenía un inhibidor; pasarón alrededor de dos horas y no podía desafanarme de tantos nobles.

¡Ahhhhhhhhh!

Se oyó un grito agudo que alarmó a todos los invitados,yo reconocía perfectamente de quien era.Corri con todas mis fuerzas asustado a defender a mi hechicera,pero la encontré riendo después de tal escándalo.

-¿Dessire,estás bien?.

-Mejor que nunca alteza,me encanta este vino desértico y la compañía de un hombre tan hermoso como el príncipe Donatello.

-¿Bebiste?

-¡Y comí! No sabía las delicias que me perdía.

-Principe Donatello,ella no se encuentra bien.-le dije enfurecido.

-En ella no tiene control alteza,déjela divertirse,usted no piensa hacer un escándalo por tal cosa ¿O si?.

-Si Alexander,quiero estar con este hombre.Tú no eres mi dueño,yo no soy tu princesa inútil.

-Dessire,por favor ven conmigo te prohíbo seguir bebiendo.

-Hermosa,ve con él,no quisiera problemas en mi bienvenida además estaré un buen tiempo por aquí,ya sabe alteza negocios.-sonreia burlón.

La tome de la muñeca y la llevé rumbo a una habitación cercana a la mía.

-Juguemos maliciosamente,cómo cuando tenias 19 años.-dijo.

Al momento que me sujeto y comenzó a besarme desenfrenada,por un momento solo un momento me envolvió en su beso,yo tenía deseo guardado,pero no era por ella,así que me detuve,ella me tomo otra vez por el cuello y metió su mano en mi pantalón.Trate de zafarme.

Justo en aquel momento,sentí una mirada y cuando enfoque a la persona ví como la princesa Danae corría.

-¡Princesa!.-grite.

Al paso que trataba de alcanzarla.

 

Danae.

Para el día de el baile escogí un vestido de color rojo vivo,me encantaba ese color y me resaltaba mucho la piel blanca.

-Princesa, buenas tardes.

-¡Que tal buenas tardes!

-Soy el embajador Kazu,tengo unos informes que darles a usted y a la hechicera Dessire para el día de hoy.

-Bueno, Dessire está aquí, díganos.-Respondí.

-El día de hoy por la noche,la hechicera no puede ser tratada como empleada,cómo sabe ella es la fortaleza del imperio,por lo que llegará a la par de usted y evitará tratarla como su sirvienta.




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