El regalo del Emperador.

Capítulo 9

-Me da gusto en serio regresar al harem,aquí es un poco aburrido.

-Si me imagino,no hay nada que hacer más que tomar té.-dijo Anayeli.

-Bueno chicas las dejo un momento,iré a cambiarme estos tacones.

Me despedí de ellas,en realidad quería estar sola,yo pensaba que las acciones del emperador eran porque quería que fuera su emperatriz pero solo deseaba usarme para dar una falsa imágen.

Me quite los tacones,y caminaba descalza por los pasillos de el palacio,mis pies no hacían ruido al caminar, hubiera deseado hacerlo para no toparme con la imágen más devastadora.Dessire y el emperador se besaban efusivamente y ella tenía su mano dentro de su pantalón.

Me quedé sin habla,mi corazón sintió punzadas y mi respiración de aceleró cómo cuando quieres llorar,el se apartó y me miró,me llamaba con desesperación,pero yo solamente corrí lejos de ahí,mi corazón latía rápido y no escuchaba nada más que mi respiración acelerada,no se de donde saque tanta adrenalina para correr tan rápido que no pudiera ser alcanzada.Entonces una mano me sujeto y me escondió en la habitación donde estaban los retratos.

-¿Estás bien?.-preguntaba el príncipe Donatello.

Lo abraze por instinto,pero me aguanté mis ganas de llorar,no le iba a demostrar a nadie lo que me había dolido esa escena.

-No te preocupes,no creo que ella sea importante.Esta muy ebria.

-No se de que hablas,solo extraño mi hogar,a mis hermanas.-dije disimulando lo que me dolió.

-¿No te ha dado permiso de visitarlas?

-Oye,estamos aqui solos,y tú eres un pervertido.

-¿¡Que!? ¿Quien te dijo eso?.-respondio sorprendido.

Caí en cuenta que había dicho lo que pensaba, sentí vergüenza y baje el rostro.

-Olvidalo,solo quiero descansar me siento algo mareada.

-¿Cuál es tu habitación?.-preguntó.

-El harem,llévame al harem.

-¿Pero que no debes estar en la recámara de el emperador?.

-Por favor, acompáñame al harem.

-Si así lo prefieres está bien.Sube en mi espalda te llevaré de inmediato.

¿A su espalda? En el momento que le toque el hombro,su cuerpo empezó a brillar en un color rojo brillante y de su espalda surgieron dos hermosas alas de fénix.Quede sorprendida que hasta tuve que recobrar aliento.

-No tengas miedo,el emperador no es el único llenó de magia.

-¿El emperador tiene magia?.-pregunté en trance.

-Pero si tú también estás llena de ella,si que eres ingenua.-rio.

-¿¡Que!? Que dice príncipe Donatello.

Cada palabra me daba más vuelta en la cabeza,el príncipe me dió la mano para ayudarme a subír a su espalda;así lo hice y salimos volando al harem.La suavidad de sus plumas era perfecta y tenía una gran ubicación volando,la manera en que volaba era única,cuidando que el aire no pegará en mi rostro,lo único que casi no me agradaba esque tocaba mis piernas para sostenerme,y yo tenía la idea de que era un pervertido.

En cuanto descendimos me sentí aún mucho más mareada.

-Creo que me mareé demasiado.-dije

-Estas teniendo una carga de energía, deberías descansar.

No le di las gracias,solo entre a la habitación y me tire en la cama,podía ver ondas eléctricas color azul saliendo de mi,me asustaban,todo lo que estaba pasando me asustaba, empezé a respirar rápido y en un grito ahogado,me desmayé.

Cuando desperté,estaba en otra habitación,era una habitación de mujer por los colores y el olor.

-¿Hola? ¿Alguien está aquí?

-Princesa hola ¿Cómo se siente?

-¡¿Anayeli?! ¿Que hago aquí?.-pregunté.

-Yo sabía,que tú tenías algo en común con la reina emperatriz.

-¿Mande? ¿Que dices? Aún me siento mal.-contesté.

-Si yo sé,esto le pasaba a la reina emperatriz,tiene algo que ver con su collar.

-¿No entiendo?.-respondí.

-Princesa,usted tiene magia,lo que le pasó ayer fue un choque de energía,contuvo alguna emoción y como usted no sabe manejar la magia,la afecto,todo ese cúmulo de energía tenía que salir de alguna manera.-replico Anayeli.

-¡No,no es cierto!

-Princesa créeme,eres especial.

-¿Cómo sabes tú,tanto de este tema?

-Porque desde que nací he servido al palacio,veo lo que pasa,este imperio siempre ha sido sobrellevado con magia,era pequeña pero recuerdo perfectamente como la reina pasaba por estas crisis, siempre se contenía su poder,ella tenía el mismo collar que usted y tenía una enorme marca en su pierna y al igual que la he observado a usted, estaba fascinada con la luna.

-Una marca así.

Me alze el vestido para enseñarle la marca de mi pierna.

-¡Princesa! La marca es idéntica.-dijo asombrada.

-¡Anayeli! Estoy muy asustada.-dije.

-Princesa,yo no puedo responder todas sus dudas,pero creo que el emperador si puede.

Recordé la escena que había visto la noche anterior y no me daban ganas de charlar con Alexander.

-El príncipe Donatello, también me comentó algo acerca de que tengo magia ¿Pero como?.-pregunté.-¿Y quién me trajo aquí Anayeli? ¿Cómo llegué a tu habitación?

-Pues precisamente fue el príncipe Dryfor.

-¡¿Cómo?!

-Usted estaba llena de brillo azul, él la tenía en sus brazos y me dijo te ví platicar con ella,no puede estar sola,cuídala está noche,nadie la debe alterar,si la busca el emperador niegala,y se marchó de aquí.

-¿El emperador vino a buscarme?

-Aqui no princesa,pero si escuché mucho movimiento fuera de mi habitación.-contesto.

Respiré un momento,no podía creer todo lo que escuchaba,que yo tenía magia,que el príncipe Donatello era un fénix,que el emperador era mágico,el beso entre él y la hechicera,el poder de la reina emperatriz y yo

¡Que estaba pasando!.

 

Alexander.

-¡Princesa!.-grite.

Al paso que trataba de alcanzarla.

No sé si fue tanta preocupación o todo el peso de mi armamento,que por más que corrí no pude alcanzarla, sentía un sentimiento que jamás había tenido,entre tristeza y preocupación juntos,porque ella me importaba,la princesa me importaba.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.