El regresar de la princesa

Capítulo 06

Roberto ha salido hace más o menos una hora atrás y solo ahí me sentí segura, o me llego la valentía, para bajar en busca de alguna entretención. Con Atka encadenado en la biblioteca se ha hecho mucho más aburrida mi tarde, pues se encuentra tan débil que no quiero molestarlo mucho. Quiero salir de esta casa, el encierro no me gusta, no desde que supe que era la libertad. Lo que más me molesta, es que aún sigo sin saber nada de Dana, me siento terrible por eso.

  1. Rhys.

Todo lo que nos dijo Pam hace algunas horas ya, se encuentra rodeando mi cabeza impidiéndome descansar. La información que ha dado me ha dejado mal ¿Cómo puede ser eso posible? Me tiro en la cama en la cual solo dormi una noche con mi hermosa pareja. La necesito tanto.

—Mierda… — me cubro el rostro molesto conmigo mismo y con todos.

Este mes es el de los problemas y desapariciones, primero el imbécil de Roberto, ahora Erin junto a Dana y el lobo. Luke se encuentra peor que yo, esta devastado. Él se encuentra deprimido todo el día, yo por otra parte me encuentro nervioso de lo que va a pasar. Chad, mi lobo, no se encuentra de buen humor, lo entiendo, es normal. Más de una ocasión, desde la desaparición de Erin, he tenido que luchar con él para que no tome control de mi cuerpo y asesine a todos los que se opongan a alguna idea mía. Esta actitud es normal teniendo en cuenta que su pareja de por vida ha sido secuestrada, o por lo menos los que comparten mi sangre. Los lobos de mi familia se descomponen por completo y arraízan con todo a su paso, no nos logramos contener hasta que estemos en compañía nuevamente de nuestra pareja.

Déjame ir en su búsqueda… — suplica.

No. Ya hemos hablado de esto Chad, no dejare que tomes control de mi cuerpo — cierro mis ojos y me conecto por completo con él.

Eres un estúpido, sabes bien que en cualquier descuido que tengas, tomare control de tu cuerpo y todos sabrán lo que siento — amenaza, como muchas otras veces más — asesinare a todo aquel que le haya tocado un pelo a algunas de las chicas. Es una promesa. Un juramento.

Tras terminar de hablar, corta la comunicación conmigo. Dejo que un suspiro se escape de mis labios, me siento tan cansado. Mantengo mis ojos cerrados, esperando que el sueño me llegue, desde hace días que no puedo dormir como se debe. Que cansancio,

Erin…

Pov’s Coel.

—Sigo sin poder creer lo que dices… — susurro y ella ríe a mi lado.

—Ya me encantaría decirle todo a Erin…

— ¿Por qué, a pesar de todas las veces que pudiste hacerlo, no le dijiste lo que ocurría? — la atraigo a mis brazos y sonrió.

Y pensar que esta hermosa chica es mí… vaya, jamás me lo imagine. Todo esto me trae demasiada felicidad, un que no debería estar dentro mío en estas circunstancias.

—Una noticia como esta no se da mediante sueños… — ambos reinos levemente — ni siquiera le he dicho que soy real, una persona de carne y hueso, sigue creyendo que soy un ser que ella misma ha creado cuando más débil se encontraba.

— ¿Por qué no has aparecido antes? — pregunto a la misma vez que le beso la frente.

—Si aquel maldito no se encontrara detrás de mí, lo hubiera hecho sin problema alguno — muy bien sé que se refiere a el no papá de Erin, el mismo hombre que la hizo pasar por tanto sufrimiento durante muchos años, que lastima que Pam también lo haya pasado mal por su culpa — él no solo quiere hacerle daño a Erin, quiere lastimar a todas las personas que se encuentren relacionadas con ella. Cuando nací y no pudo ver mi futuro, me envió lejos, sabía que era un problema a futuro, pero aun así no me quito la vida en ese mismo momento. Grave error.

— ¿Fue ahí cuando te enviaron donde tus padres adoptivos, los brujos, verdad?

—Si — aplana sus labios y se queda en silencio unos cuantos segundos, no quiero presionarla a hablar, no debe ser fácil para ella recordar su pasado — cuando cumplí los cinco años él envió una ordenen, la cual era darle fin a mi vida, ellos me habían tomado mucho cariño para ese entonces que no cumplieron con su misión.

—Lo lamento mucho… — susurro dirigiéndome por el tema de sus padres adoptivos, esos que la sacaron a delante con esmero y que pagaron un precio demasiado alto.

—No pasa nada… — junta sus dos manos, molesta pero sin demostrarlo mucho — pero ya verás que lo hare pagar por todo el daño que nos ha causado a Erin y a mí.

—Claro que lo harás — la animo sonriendo y dándole un leve apretón en el hombro — le darás una lección que jamás olvidara. Espero que sea más pronto de lo que los dos pensamos.




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