El Regreso

26

Peyton

 

Ya estaba llegando donde se encontraba mi oficina, estaba en donde mi otra vida. La Diabla. Tenía que revisar algunos papeles que me habían dicho los cinco. Todos me saludaron cuando me vieron. Cuando iba a entrar a mi oficina me informaron que encontraron un sobre en la entrada de los almacenes con mi nombre. Frunciendo el ceño cogí el sobre mientras entraba.

Mire ceñuda el sobre y busque en los cajones de mi escritorio el otro que tenía aquí. Era la misma letra. Me tense. Abrí el sobre y todo mi rostro perdió color

 

Diabla

 

Pensé que todo este tiempo había servido de algo, pero veo que no. Sigues siendo una jodida estúpida. Pensaste que te podías deshacer de mí, pero déjame desilusionarte.

Eso jamás pasara.

 

Esta vez no solo vengo por ti, vengo a destruir todo lo que más quieres

 

Con mucho amor

 

Ax

 

Abrí mis ojos como platos. Mierda

¡No!

No podía estar pasando. Joder, esto tenía que ser una broma, no podía ser cierto. No ahora.

Con las manos temblorosas cogí el otro sobre y lo abrí

 

Pequeña diablita o debería decir Peyton o…

¿Emma?

 

De todo lo que más quieres será mejor que te despidas ahora, ya que no habrá oportunidad de hacerlo después.

 

Te hare llorar lágrimas de sangre, suplicándome clemencia para que pare mi ira.

 

Comenzó la cuenta regresiva

 

Con mucho Amor

 

Ax

 

–¡No! –grite. No podía pasar.

No lo permitiré, aunque en el intento me cueste mi propia vida.

No podía creer lo que estaba sucediendo. No lo aceptaba. Una fuerte tempestad aparecía augurando mi destrucción. No tenía miedo por mí sino por ellos. Mi Familia.

Mis hermanos.

Ellos eran todo lo que más quería. No podía permitir que nadie los lastimara no sin antes pasar por mí.

Salí rápido de ahí, caminaba a toda prisa buscando a alguien que podía ayudarme. Lo conocía desde hace muchos años. Para ser más exacta desde la primera vez que estuve aquí.

–Asthon –dije al mirarlo. El susodicho alzo las cejas en forma de sorpresa al verme aquí. Mis ojos se cristalizaron al instante.

–Ha regresado –mi respiración se volvió errática –Volvió para destruirme –dije. de inmediato abrió sus ojos como platos y su rostro se volvió pálido como el mío. Sin más me lance a sus brazos a llorar como nunca lo hubiera hecho. El me susurraba que todo va a estar bien, pero sabía que nada estaba bien.

Él iba a cobrar las cuentas pendientes que tenia

La cuenta regresiva había comenzado, ya no había marcha atrás. Por más que quisiera evitarlo, ya no podía hacer nada. Era en vano cualquier intento y eso me frustraba

 

Solloce, no podía con esto.

– Yo... no puedo permitir que alguien les haga daño –murmure entre sollozos débiles –Tengo que impedirlo –susurre – ¡Mierda! –grite desesperada, me quite bruscamente las lágrimas que rodaban por mis mejillas. No le daría el gusto de verme así al infeliz ese. No iba a rendirme sin antes pelear. Mire a Asthon y el comprendió todo lo que pensaba.

No nos equivocamos

El volvió por mí.

 




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