Ian
Todos nos miraban con furia en sus ojos. Era normal después de enterase que su hermana que adoran casi la matan. No sabía cómo mierda explicar lo que había pasado aquel día tan desastroso que gracias a nuestras jodidas idioteces estemos así en este momento.
–No lo volveré a repetir una vez más –gruño – ¿Que mierda paso? –pregunto entre diente Tyler muy enojado. Era la primera vez que lo veía de esta manera ya que desde que lo conocí fue más agradable que el cabron de Bruno, pero ahora todos parecen asesinarnos con la jodida mirada.
–Nos metimos en unas mierdas ilegales –hable un poco avergonzado por mis acciones del pasado. No me orgullecía para nada lo que habíamos hecho –Fuimos a unas carreras clandestinas y retamos a los que mandaban en esa zona –mire hacia al piso para evitar esas miradas acusadoras
Todos estallaron en carcajadas como si les hubiera contado el mejor chiste de todos los tiempos. Los mire confundió y mire a mi lado que estaba mi hermano de igual forma consternado.
– ¿Sola por esa razón casi los matan? –pregunto Jayden recuperándose del ataque de la risa, asentí dudoso. Los demás estaban con el ceño fruncido.
–Pero si Peyton manda en esos lugares –murmuro Mason. Lo mire sorprendido.
– ¿Y que hizo Peyton cuando paso eso? –Pregunto Jasón ceñudo –Me refiero a eso –sé qué se refería de lo que casi nos matan. Suspire.
–No sé cómo se dio cuenta que esos hombres nos estaban persiguiendo para matarnos, pero saco una arma y mando a Bruss a que nos saque de ahí –conteste cohibido por todo lo que había pasado aquel día –Cuando nosotros habíamos llegado a su departamento ella no tardó en llegar para amenazarnos y prohibirnos que vayamos a esos lugares de nuevo –omití la parte de mis gritos hacia ella
Todos se quedaron en silencio. No era un silencio incomodo es como si estuvieran analizando todos lo que les había contado.
–Sé que ustedes y peor nuestra hermana andan metidos en esas cosas ilegales por eso nos arrepentimos lo que hicimos ese día –dijo Josué haciendo una mueca, asentí
Bruno soltó una risita que me hizo irritar. Me gire hacia él, enfrentándolo.
– ¿Se puede saber de qué mierda te ríes? –pregunte entre dientes al ver que no se intimido ni nada por el estilo cuando lo mire, sino que me miro burlonamente.
Negó con la cabeza mientras ocultaba esa sonrisa irritante. Lo mire mal mientras estallaba en carcajadas. Y lo peor era que no entendía por qué.
–Es-espera un momento –dijo entre risas cuando ya se puedo recuperar. Se arregló bien la ropa mientras me miraba con superioridad –Veras querido Ian lo que tu dijiste de ilegal nosotros lo hacemos y Peyton, es decir mi princesa, es la que manda en todos estos territorios –miro a los demás y por último a mi hermana.
– ¿Que mierda dices? –pregunté confundido, no entendí nada. Bufo el muy idiota.
–Que ella –miro a Peyton –Es la Diabla. Una gángster poderosa en todos los continentes. Y lo que ustedes hicieron aquel día fue hacerle quedar mal –dijo.
Mis ojos se abrieron como platos que pensé que iban a salir. Por un momento pense lo que había escuchado era mi imaginación, pero me equivoque. No le creía hasta que mire a todos que asintieron con orgullos por lo que era mi pequeña hermana.
Una gangster, una jodida mafiosa
Ahora entendía todo. Cuando ella había llegado habían rumores que la Diabla iba a rasar con todo y así lo hizo. Siempre estuvo enfrente a nuestras narices, pero nunca no dimos cuenta, aun con los rumores que había por todas partes
La Diabla llego
Vino a dominar toda la zona
Lo hace por sus hermanos
No olviden sus reglas
No toques a su Familia
Mierda, ahora todo tenía sentido. Recuerdo cuando aquel día Emma que diga Peyton nos fue a dejar a la universidad y todos nos miraban con miedo. Desde ese día nadie se atrevía a jodernos como lo solían hacer. Y cuando fuimos a enfrentarnos con esos mafiosos en carreras clandestinas
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Editado: 16.04.2019