El Regreso

50

Peyton

 

Escuche murmullos lejanos y una puerta cerrándose, trate de abrir los ojos, pero lo sentí de demasiado pesados. Traté de hacerlo una vez más y lo conseguí, pero cerré rápido los ojos por la luz que me cegaba. Mierda. Traté de hacerlo nuevamente para acostumbrarme a la claridad y lo conseguí. Me dolía todo el jodido cuerpo. Tantee para saber sobre que estaba, era una cama. Miré ceñuda a mí alrededor hasta que me di cuenta de algo

Mate a Alex

Me relamí los labios, suspiré cansada. Al fin me había desecho de esa alimaña que tanto me hacia la vida de cuadritos. Quise pasarme las manos por el cabello, pero algo tenia retenida mi mano. Ryan. Estaba dormido mientras tenia sujetada firmemente impidiendo que alguien me moviera.

–Ryan –susurre suavemente pasando mi otra mano por su cabello. Maldita sea. Lo había extrañado y ahora no sabía cómo sentirme al respecto sobre lo que me había enterado. Él no me había engañado, todo fue plan del bastardo de Alex. Él se levantó sobresaltado mirando por todas partes –Tranquilo –dije

El me miro y sin esperar mucho tiempo se lanzó hacia a mi sin hacerme daño estrechándome en sus brazos. Le correspondí el abrazo con la misma intensidad.

–Estas bien –dijo para sí mismo que para mí. Paso sus manos acariciándome el cabello unos minutos hasta que me sujeto delicadamente mi rostro. Hice una mueca por los moretones que tenía –Pensé que te iba a perder –murmuro con la voz rota volviéndome abrazar.

–Lo siento tanto –dije en un hilo de voz, el me miro sin comprender –Lamento no haber confiado en ti. Sé que tu no me engañaste –desvié la mirada sintiendo cristalizar mis ojos

El me agarro las manos mirándome a los ojos. Me sentí estúpida. Tenía un nudo en la garganta y sin decir nada cogió mi mentón para besarme. Cuando sentí sus labios contra los mío automáticamente dos lágrimas rodaron por mis mejillas.

–Eso ya no importa –dijo –Yo te amé, te amo y te amare por el resto de mis días –termino de decir volviendo a unir nuestros labios. Después de tanto tiempo me sentí en paz

 

Creía amar alguien, pero me equivoque. Amaba a Ryan, siempre lo hice sin saberlo. Él era la luz de mis días oscuros, mis sonrisas en mis tristezas junto a mis hermanos y amigos que tenía. Lo amaba sin importar nada

Era, es y será el amor de mi vida.

–Ya todo acabo amor –susurro cerca de mi oído –Ya no más fantasmas –beso mi frente mientras me sentaba en su regazo y me abrazaba.

–Ya nos mas demonios –termine de decir cerrando los ojos abrazándome más a él. Temiendo que solo sea un sueño.




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