Llegó a la misma parada, no había autobús, pero habían personas, se presentó y dijo que necesitaba una colaboración, que iba a cantar y el que quiera colaborar… bueno… y mientras hablaba eso un hombre llegaba a la cola hablando por celular; era de esas personas que visten bien, y discutía:
— Tengo rato esperándote. ¿Te robaron la gasolina? ¿cómo? No, déjalo, ya estoy aquí esperando carrito.
Edward puso una pista de trap en su celular y suspiró preparándose. El hombre escuchó la pista y miró a Edward, pero ésta vez prestándole atención y le dijo al que le hablaba que hablaban después y sonado el intro de la instrumental Edward comenzó a cantar una letra propia:
(Intro)
Dime, si ésta noche quieres que vaya hacía ti y derramemos la pasión con está canción y me digas bonito al oído que me amas
(Coro)
Y dime qué me amas, que me quedé contigo porque tú cuerpo me reclama, quédate conmigo toda la noche y si me voy temprano ella me llena de reproche
Siguió cantando hasta llegar al coro nuevamente y lo dejó hasta allí. Una letra sensual y un tanto de atrevimiento . Estaba un poco nervioso, pero ésta vez lo hizo con mayor seguridad.
— Bueno, gracias por escucharme, voy a dejar esto aquí— un papel arrugado que puso en el suelo— por si a alguien le gustó. Y bueno, si alguien quiere colaborarme.
Caminaba, el hombre que hablaba por celular lo miró alejarse y miró el papel arrugado.
Edward caminaba mirando lo que le dieron, apenas daba para un canilla y sobraba algo, quizás medio pan. Escucha una voz que lo llama, “chamo”, él se detiene a mirar hacia atrás y era ese hombre
— ¿Cómo estás? mi nombre es Nick— dijo estirándole la mano.
— Edward— le estrechó la mano.
— Me gustó como cantaste—dijo sonriendo.
— ¿Ah, si? no te debió haber gustado tanto porque no me diste nada.