Capitulo 27

pasando porque era calmada. Edward reconoció la voz, se dio medía vuelta y si, justo lo que pensó, era Natalia, que lo miraba sonriente y cargaba la Biblia

— ¿Cómo estás?

Edward estaba confundido y quizás sorprendido también, pero más confundido. ¿Qué hacía ella ahí? pero espera, eso no era todo, había algo más extraño, ese ambiente detrás de ella no era la playa, más bien se parece a… dio media vuelta y sí, era la iglesia. Estaba parado frente a la iglesia, los hermanos se estaban saludando y otros conversando, por lo que se veía había terminado el servicio, porque eso es lo que se hace al terminar el servicio.

Edward se acordó de la pistola, pero cuando se miró las manos había sido reemplazada por su biblia sujetándola por el mango (también estaba vestido como acostumbra ir a la iglesia, casi ninguna diferencia a como viste normalmente)

— ¿ Porqué te descarriaste?

Edward se volvió hacia ella

— ¿Q- qué?

— Que bueno que haya vuelto varón— dijo una voz masculina detrás de él.

Edward giró un poco porque el hombre también lo buscó (para estar frente a frente) y se estrecharon la mano y el hombre siguió de largo. Edward miró a Natalia que lo seguía mirando sonriente

— Me gustó tu predica.

En eso se escucha una moto y al pasar frente a la iglesia baja la velocidad, todos miraron, o casi todos y el tipo de atrás en cámara lenta alzó la pistola apuntando a Edward y él abriendo los ojos cuando quiso hacer un movimiento era tarde, desde la vista del arma estaba bien Precisado y se escuchó el sonido, pero no de disparo sino de la alarma del celular y se despertó asustado. Solo fue un sueño, estúpido sueño. Se sentó a la orilla de la cama un momento y se pasó la mano por la cara (no tenía camisa pues dormía sin ella y en shorts).

Luego estaba sentado a la mesa, ahora vestido y bañado. Frente a él un plato y sobre él una empanada y eso gracias a qué su mamá se le ocurrió la idea de guardar un poquito para guardar ese día. Edward típicamente estaba sin hallarle sentido a la vida, y miraba a su hermanito comerse esa empanada (y