El regreso de la oveja

Capitulo 29

— Mira, préstame la bicicleta ahí pues, para hacer una vuelta más tarde.

— Ya la vendí, lacra— ahí empezaron con sus palabras ridículas de malandros.

— ¿Verdad? ¿a quién?

— Al loco de Marcos, se la dí anoche.

— Mmm.

— ¿ Qué pasó con la moto?

— Mi tío la va a usar esta noche.

— Mmm. Lacra, ve, cuando estemos allá me vas a grabar con el teléfono.

— ¿Rapeando con el pana?

— Si. Quiero que quede grabado todo. ¿Qué hora es?

— Diez y media— dijo consultando el reloj.

— Voy a cocinar algo y nos vamos para allá.

José iba por el centro con un bolso pesado y miró un local de comida por el que iba pasando y entró.

— Dame dos harinas y un espagueti.

Cerca de allí venía la novia de Víctor con una amiga, o lo que sea que fuera, total, le estaba contando que más tarde ella le tenía que planchar el cabello porque se iba a pulir. Resulta que es porque un chico que le parece atractivo la invitó al matiné, y se detuvieron porque a la novia de Víctor le llamó la atención un pantalón que estaba a la venta (un local de ropa). Ella cargaba una bolsa y llevaba verduras y aliños; los preparativos para una sopa

— ¿ Te gustó?

— Le voy a decir a Víctor que me lo compre.

José salió del local, había un local de por medio entre él y ella y caminando tropieza de hombro con un tipo, el tipo se disculpó

— Tranquilo, mano— contestó José.

Ellas miraron el choque porque fue como a dos o tres metros de ellas y la novia de Víctor reconoció esa voz, “tranquilo, mano”.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.