El regreso de la oveja

Capitulo 30

¿Será la misma de anoche? “pa’ que veas que si sé con quién me meto”, parece que sí es, además, es alto, flaquito y negro justo cómo aquel, pero, este tiene tapaboca colorido y un jean azul marino, pero, no son el mismo, ¿o si?

— ¿Qué tienes? ¿te gusta?— preguntó su amiga.

— ¡ Chama, ese es el tipo que le disparó a Víctor!— dijo en voz baja y dándole la espalda a José.

— ¡¿Verdad?! ¡¿Estás segura?!

— La cara no la reconozco, porque anoche la tenía tapada, pero la voz es la misma.

— ¿Y qué hacemos? ¿o qué vas a hacer?

— Lo voy a seguir. ¿Vas conmigo?

Edward consultó la hora, 11:50. Falta poquito.

— Muchachos, antes que se vayan necesito un favor de uno de ustedes. Que vaya a buscar el almuerzo a la tienda.

— Dale, Edward — se apresuró a decir su compañero para no ir él.

El jefe lo miró y a Edward no le quedó de otra más que ir.

Caminaba por el centro hacía la tienda, iba pasando una esquina y a su derecha estaba un predicador y se detuvo a escuchar lo que decía

— Muchos dicen en oración, perdona nuestras ofensas así como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no saben lo que quiere decir eso, eso quiere decir que si tú estás molesto con tú vecino no le pidas a Dios perdón por algo hasta que te hayas reconciliado con el vecino. Porque si tú no perdonas ¿con qué derecho esperas que te perdonen?

Edward iba a irse, pero el predicador le dirigió la mirada.




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