— ¿Qué, vas a revivir?
— No. A través de los míos.
— Adiós— dijo después de verlo por un momento.
Edward llegó y miró la escena, quedó perplejo y decidió irse, pero uno de ellos lo vió
— ¡Eh, eh, eh!
Edward se detuvo y Víctor se volteó
— ¿Ese pana viene contigo?
— No, déjalo que se vaya.
Víctor se levantó y se le acercaba
— ¿Tú andas con este pana?
— Si— respondió asustado—, pero yo no tengo que ver en sus problemas.
— ¡Mira tú problema es conmigo no con él!— dijo con su hinchado rostro.
— ¡Sh, sh, sh! Cállate la boca que no estoy hablando contigo— dijo devolviéndose y apuntándolo.
— ¿ Entonces, no tienes nada aquel ver con esto?— preguntó acercándosele.
— No.
— Bueno, pero por sali’o, ahora si estás involucrado.
— ¿¡Qué!? No, no.
— Cállate. Ve, yo tengo que matar a ese pana, pero vamos a hacer algo, ya que según tú eres inocente te la voy a poner fácil— Edward asintió