con la cabeza—: vas a pelear con él— señaló al cuadrado—. Si tú le ganas, tú y tu amigo se van, pero si no, lo voy a matar y eso será tu culpa ¿Si va?
¿Qué podía hacer? Si no aceptaba, de todos modos los matarían porque ya estaba involucrado y les vió la cara a todos; no tenían tapaboca y solo Víctor y uno de ellos tenían gorra, pero igual se podía ver su rostro, y al fin y al cabo es un cabo suelto, o al menos eso pensó él y aceptó.
En la iglesia terminó el culto y el pastor se acerca a la madre de Edward que saludaba a los hermanos
— Hermana Mical.
— Pastor, ¿Cómo está?
— Bien. Hola, Andrés.
— Hola.
— ¿Y la pastora?
— Quedó de darle clases a una pareja recién convertida, el varón no tiene tiempo sino hasta la noche.
— Ah, que bueno.
— ¿Y Jon, en el trabajo?
— Si.
El grabó se quitó la camisa y entró en combate con Edward, todos los miraban, hasta el feo José. El chamo se le acercó a Edward cubriéndose cómo boxeador y Edward le tiró una patada y él esquivó y luego le tiró un golpe a la cara y Edward se cubrió recibiendo el fuerte golpe. Y le siguió tirando más golpes y Edward se los desviaba mientras retrocedía y cuando el chamo apenas hizo pausa, Edward tiró una patada a la costilla y le dio, pero el chamo se la sujetó y le metió el pie haciéndolo caer. Y cuando le fue a dar una patada al estómago Edward rodó y se levantó rápido
— Yo he visto a ese pana, ese es de por aquí mismo— dijo uno a Víctor.