El regreso de la oveja

Capitulo 62

Él siguió por la anterior para acorralarlo mientras Edward lo seguía y miró al que habló (el que escuchó los disparos) tirado boca abajo con las manos en la cabeza asustado.

Edwin perseguía al extraño (por una calle sin luz, porque lo demás al otro lado de la calle era monte), el extraño le disparó sin fijar la puntería, solo disparó para asustarlo. Edwin se cubrió el rostro y luego se detuvo y apuntándolo le disparó en la espalda y cayó. Se acercó rápido y l dio una patada en la costilla para que se volteara, y al hacerlo, Edwin no lo conocía

— ¡¿Y quién eres tú?! ¿Tengo pe’o contigo?

— No, pero tú no puedes llegar así echando tiro a otro barrio.

— ¿Bueno, y quién eres tú, Robín Hood?

Le disparó en el rostro.

Edward perseguía a gallardo, lo apuntaba, pero por la corredera no apuntaba bien. Además, tenía miedo, quizás eso era lo que no lo dejaba apuntar bien y recordó su conversación con el pastor cuando le dijo, “Él quiere que esa oveja regrese ”. Hasta que gallardo cruzó la esquina, y cuando iba llegando a la otra se encontró con Kelvin quien inmediatamente lo apuntó y disparó al rostro, pero antes que disparase el reflejo de gallardo lo hizo esquivar el arma (el tiro rompió una ventana y una mujer gritó) y darle un golpe en la cara haciéndolo caer y siguió corriendo doblando la esquina y llegó Edward

— ¡¿A dónde fue?!— preguntó Edward.

— No, ya está listo, vámonos, vámonos— dijo levantándose.

Gallardo entró a su casa (por los ruidos y a veces voces quiere decir que había gente en la casa) y viendo de lejitos por la ventana, o mejor dicho, lo que dejaba ver la cortina, llamó por celular.

— Habla, ¿Qué hay?

— ¡Me tiraron un atentado, loco!.

— ¡¿Qué?!

— ¿No escuchaste los tiros?




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