hubieran disparado a ti se hubieran asegurado que murieras porque a ti es al que odian y esta historia no fuera la misma— Edward pensó en lo cierto que era eso—. Gracias a Dios que abriste los ojos y volviste al camino, ahora, debes compensarle a Dios todo ese tiempo perdido.
— Lo haré.
— ¿Te has vuelto a juntar con esos chamos?
— Los visité para predicarles y no los he vuelto a ver.
Días después, Edward estaba predicando en la iglesia, pero en ese momento daba su testimonio:
— Y todo eso se debía a causa de la desesperación por la situación, la desesperación no conlleva a nada bueno. Miren a dónde me llevó a mí y me arrepiento. También quiero disculparme con mi amigo aquí presente, Luis— él estaba junto a la familia de Edward, si, incluyendo su padre— el otro día él me invitó a la iglesia que él asiste y fui grosero con él—. Y bueno, también quería aprovechar para decirles algo: como prueba de que me arrepiento a Jehová, me voy a entregar a las autoridades— se sorprendieron, sobre todo sus padres, pero él estaba seguro de lo que decía—. Debo pagar por mis acciones.
El servicio terminó y todos estaban afuera saludándose, Edward que salía con sus padres los hermanos lo felicitaban al saludarlo por su valiente decisión. Sus padres se apartaron para saludar y también su hermano y él se acercó a Natalia
— Sonríe que así te ves fea— bromeó él.
— Estoy sonriendo, estúpido.
Él suelta una pequeña risa. Se veían como enamorados.
— Sabes, quería pedirte que seas mi novia, pero… será después que salga de la carcel.