El Reino De Las Hadas

11

¡Tres intentos! ¡Tres malditos intentos! Y nada, siempre me encontraba Finlay, en todos los malditos escapes me encontraba, estaba pensando que tenía un radar para encontrarme, siempre terminaba en los hombros de él como un saco de papa, y siempre le daba su merecido por encontrarme, su risa era peor, se reía como si hubiese hecho una travesura muy burlesca, más me enfurecía, ni que hablar del rey de la corte negra, la copia barata de Damen como lo llamaba yo, ni mi miraba, ni mi hablaba, todas las veces que nuestras miradas se encontraba, me ignoraba con desdén, y eso hacía que mis ganas de golpearlo por ser un tirano aumentaran el doble.

Dos toques de puerta y entró el hada que siempre me visitaba, yo estaba mirando hacia el ventanal con los brazos cruzados, lo iba a ignorar, aunque no valía la pena, siempre terminaba hablándole.

─Me alegro de verte tan alegre como siempre, mi hermosa Melody.─ su voz tenía ironía pura.─ también me gusta cómo te alegras al verme.

─Púdrete.

─Esa palabra no debería decir una prin…

Ladee la mirada y lo fulminé con la mirada. Sonrió de medio lado al verme como quería.

─Cierto, no eres una princesa, sino mi pareja.

─Ahorremos las mentiras y vete, no quiero mirar tu rostro en estos momentos.

Dio un silbo.─ yo me muero por estar contigo, no dejo de pensar en ti de día y de noche, siempre me pregunto qué estarás haciendo. Es por eso que siempre termino visitándote.

─Vaya, tu amor es tan puro que me hace querer volar por los cielos.─ contesté con ironía y sorna mezclada.─ ¿Algo más que tengo que saber de tu gran amor por mí?

─Sí. Eres hermosa y me vuelves loco que quiero saltarme encima de ti y hacerte mi pareja.

─ ¿Qué? ¿Qué dijiste? Oh Dios, dime que no escuché lo que pensé escuchar.─ lo miré molesta.─ ¿Te me quieres lanzar encima como un perro en celo? Si así ¿Por qué no vas con una de tu especie y te le tiras encima y hacen hijitos hadas? Eso estaría bien.

Se carcajeó, fue hasta mí y me rodeó en sus brazos tiernamente. Su risa era cálida, y su abrazo tierno, no tenía ninguna malacia en nada de lo que estaba haciendo.

─Melody, sé mi pareja.─ musitó.

Me tensé y me alejé suavemente de él.─ no puedo hacerlo, no te amo, ni me amas.

─ ¿Cómo lo sabes?

Arquee una ceja y sonreí de medio lado.─ no me querrás decir que estás enamorado de mí, porque no te creo nada. Recién me conoces, sería absurdo.

Alzó mi mentón y me miró con profundidad, eso me hizo sentir con miedo.

─Estoy enamorado de ti desde el primer momento que me noqueaste.

Solté una risa.─ ¿Acaso eres masoquista?

─Puede ser. ¿Qué tengo que hacer para que me creas? Dime, haré lo que sea.─ comentó, mirándome con calidez y profundidad.

Sinceridad, verdad, realidad. Su mirada proyectaba todo lo que sentía, tan diáfana que supe enseguida que no me estaba mintiendo.

─Fin…

─Me gusta mi nombre abreviado en tu boca.─ sonrió y acarició mis labios con su pulgar.─ eres el primer ser que me llama así, y me siento honrado de escuchar de tu boca mi nombre de esa forma.

Abrí la boca para hablar, pero un ruido nos hizo saltar a los dos. Unos pasos corrieron por el pasillo, Finlay se levantó y miró por el ventanal, su rostro se puso rígido, tenía las manos apretadas como también la mandíbula.

─Vinieron.

─ ¿Qué? ¿Quiénes vinieron?─ pregunté confundida.

Él ladeó el rostro y me sonrió tristemente.─ las hadas de la corte blanca, vinieron por ti, están atacando al castillo. Si no te encuentran rápido, se formará una guerra.

Me levanté de golpe y fui hasta el ventanal, y era cierto, muchas hadas con traje blanco estaban peleando con las hadas de traje negro, las dos cortes estaban peleándose.

─Creo que será mejor….

─Que te vayas.─ completó. Lo miré sorprendida. Él me sonrió leve.─ esta es la prueba que estoy enamorado de ti. Ahora entiendo a Damen Black cuando ayudó a escapar a la princesa Aria.

─Yo….

─No digas nada, y vete. Solo recuerda que esta es la prueba de que te estoy enamorado de ti.─ acarició mi mejilla y rozó sus labios en mi mejilla.─ nos vemos, mi hermosa Melody.

Me alejé de él y asentí con la cabeza. No esperé más y corrí hacia la puerta, di una última a Finlay y salí de ahí sin dar marcha atrás.



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En el texto hay: romance, magia, hadas

Editado: 22.07.2020

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