El Reino de las Tablas Mágicas

Capítulo 9: El Mago Nueve

El cielo comenzó a oscurecerse cuando Tobías entró en un bosque encantado. Los árboles brillaban con luces rojas y doradas, y cada hoja parecía llevar el número 9 dibujado. Se escuchaban chispas mágicas como fuegos artificiales escondidos entre las ramas.

De pronto, apareció un hombre elegante con túnica púrpura y un sombrero puntiagudo. En su mano sostenía una varita de cristal que despedía destellos. Sus ojos brillaban con misterio.

—¡Bienvenido, aprendiz! —dijo con voz profunda—. Soy Nueve, el Mago de la Energía Infinita, y hoy aprenderás mi tabla mágica.

Tobías lo miró con admiración.

—¿Eres un mago de verdad?

—Sí —respondió Nueve sonriendo—. Mi poder es especial: cada multiplicación revela secretos ocultos. ¡Observa!

Con un movimiento de su varita, aparecieron sus ayudantes:

  • La Doncella Dieciocho, que lanzaba chispas de fuego de sus manos.
  • El Guerrero Veintisiete, que gritaba: “¡Soy tres veces nueve, la fuerza del triángulo mágico!”.
  • La Dama Treinta y Seis, que brillaba como un espejo de cristal.
  • El Sabio Ochenta y Uno, un anciano misterioso que murmuraba: “Soy nueve por nueve, el círculo completo de la sabiduría”.

El mago levantó su varita y dijo:
—Mira atentamente, Tobías. La magia del nueve nunca falla.

✨ Una estrella apareció y se multiplicó en nueve.
✨ Dos estrellas brillaron, y fueron dieciocho.
✨ Tres estrellas estallaron, y se transformaron en veintisiete.
✨ Hasta que finalmente, ochenta y una luces llenaron el cielo formando un círculo mágico perfecto.

Tobías comenzó a repetir la tabla mientras el mago la iba mostrando en fuego brillante:

9 × 1 = 9
9 × 2 = 18
9 × 3 = 27
9 × 4 = 36
9 × 5 = 45
9 × 6 = 54
9 × 7 = 63
9 × 8 = 72
9 × 9 = 81
9 × 10 = 90

La Doncella Dieciocho lanzó un destello y dijo:
—Soy la primera chispa del nueve.

El Guerrero Veintisiete golpeó el suelo con su lanza.
—¡Soy la fuerza que surge del tres multiplicado por nueve!

El Sabio Ochenta y Uno se inclinó lentamente.
—Yo soy el cierre del círculo: nueve por nueve. Aquí está el secreto de la perfección.

Tobías quedó fascinado.
—¡Increíble! ¡Ya sé la tabla del 9!

Y como siempre, rodando entre chispas de magia, apareció Cero, carcajeándose.
—¡Ja, ja! Pero si el mago me invoca, ¡su hechizo se apaga! 9 × 0 = 0.

Nueve agitó su varita y lo hizo girar en el aire como si fuera parte de su espectáculo.

—Cierto, pequeño Cero. Incluso tú formas parte de mi gran truco.

El bosque se iluminó con fuegos artificiales que dibujaban todos los múltiplos del nueve en el cielo.

Nueve le entregó a Tobías un cristal mágico.

—Guárdalo, guardián. Es la chispa que te recordará la energía del nueve. Ahora tu viaje se acerca a su gran final… te espera el más grande de todos: el Diez, el Gigante de la Plenitud.

Tobías apretó el cristal contra su pecho, con el corazón palpitando de emoción.




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