El Reino De Los Cinco Elementos

CAPÍTULO 3

El sonido del viento afuera de la taberna, los tarros de cerveza de los clientes contra las mesas. Cinthia, May y John bebían sus tarros de cerveza.

John miraba atentamente el ambiente a su alrededor todo estaba tranquilo, alzo su brazo para beber de su tarro, deteniéndose a medio a camino estaba algo tenso, su respiración algo agitada.

Las chicas lo miraron notaron el temblor de su brazo que sostenía el tarro de cerveza. Rápidamente se levantó tomo a las dos chicas y grito fuertemente –SALGAN TODOS DE AQUÍ –las personas del local no atendieron su alerta, tampoco el cantinero todos ellos se quedaron dentro.

John tomo las chicas de la cintura arrojándose fuera de la taberna al salir a la calle.

–PUMM –la taberna se vino abajo.

Tendidos en el suelo observaron como el lugar caía en pedazos levantando una gran cortina de polvo y algunas flamas de fuego nacieron de los escombros.

–¿Qué paso? –pregunto Cinthia.

–Prepárense –ordeno John. Se colocó delante de las chicas.

Una risa provenía de las ruinas de la taberna –ha pasado mucho tiempo John –él reconoció la voz era Sorel quien se aproximaba fuera del local, la columna de polvo no lo tocaba pues llevaba puesto una barrera de viento a su alrededor.

–Has cambiado… Sorel –hablo John –Miro a su antiguo aprendiz no parecía al joven muchacho que conoció en el pasado, un joven tranquilo y con gran sonrisa en su rostro, ahora lucia más imponente con rasgos más fuertes y una mirada serena y siniestra.

Llevaba puesto un pantalón gris al igual la camisa con capucha cubriendo su cabeza por la cual cruzaba desde su hombro hasta el tope de la camisa una cinta blanca ancha con un dibujo del Dragón Blanco empuñando su espada impresa con su elemento.

–Eso crees… –se miró un instante –no veo diferencia, soy el mismo. Tiempo de no verlos, General del Viento John y Princesa Cinthia.

May que mirando sorprendida a sus acompañantes como si no pudiera creer tal revelación de aquel sujeto.

–¿Cómo fuiste capaz de esto? –hablo Cinthia. –Había gente inocente ahí –reclamo.

–Hay que dar una buena impresión al inicio –refuto Sorel –verdad maestro… pues eso marca el destino de las personas. No es eso lo que me enseñaste.

–¿Primera impresión?, pero no para bien… así que tú eres parte del Escuadrón Dragón de Asalto.

–¡Así es! El Príncipe Zen vio y libero el gran potencial que tú, siempre trataste de ocultar. Me volví más fuerte que los Generales, incluso más que tú.

–Nunca te limite. Siempre supe que algún día me superarías, pero no como estas ahora. Con ese razonamiento en tu mente nunca me ganaras.

–Interesante –fuuu... en un pestañeo se encontraba tras ellos tres con su espada sostenida en el aire mientras ellos se arrodillaban en el suelo. –¡Qué opinas ahora! John se levantó, sujetando con su brazo izquierdo, presionando con su mano mientras la sangre se escapaba entre los dedos – “Que veloz” –hablo para sí mismo. –“No vi su movimiento”.

Cinthia y May estaban aun de rodillas afectadas por los ataques.

–Suficiente… or… ordeno que, te detengas –hablo Cinthia incorporándose –pero era evidente que le costaba mantenerse en pie –hay gente inocente aquí.

–Princesa… ellos no me importan –miro alrededor varias personas estaban asustadas, algunas mujeres eran madres abrazaban a sus hijos. –Además usted no me ordena, solo… recibo órdenes del Príncipe.

–Entonces… eres la misma basura, que él. Por lo que mereces morir –hablo May mientras se incorporaba lentamente.

–El poder lo es todo. Quien tiene el poder, hace lo que quiera. Por ejemplo, ahora… quiero que tú, mueras –en un instante estaba frente a ella dirigiendo su espada para asesinarla.

Tac… John aprecio justo a tiempo frenando el ataque con su brazo lastimado y con el otro le provoco una pequeña cortada en el rostro. Sorel retrocedió.

–No esperaba menos de ti. Ahora –se impulsó hacia delante chocando espadas con John, con cada choque de espadas el viento alrededor de ellos se elevaba violentamente.

Ambos bloqueaban sus espadas formando una cruz mirándose a los ojos se empujaron hacia atrás. Saltaron hacia adelante chocando espadas en el aire. Aterrizaron ahora luchaban manipulado en viento formándose un gran remolino en la ciudad.

–¡Es verdad! Te has vuelto muy fuerte. Pero, con ese pensamiento no me ganaras.

–Eso crees, Haaa… –ataque se volvió más fuerte, John tuvo que responder.

Cinthia miro como aquel combate comenzaba a destruir la ciudad, sino se detenían mucha gente inocente sufriría choco sus manos contra el suelo dos montículos de tierra aprisiono a los dos combatientes. Levanto su mano derecha deshaciendo el choque de viento. –Es suficiente –su voz era seria con un tono amenazante –Sorel… ve, y dile a mi hermano que pronto El Reino Cambiara –una fuerte ráfaga de viento choco contra Sorel enviándolo lejos en dirección a la Capital del Reino.

El ambiente se suavizo la gente que se encontraba en el lugar la miraban con asombro, pues todos pensaban que había muerto hace diez años.




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