CAPÍTULO 11

May perdía el conocimiento era, la primera vez que usaba de esa manera su poder cuando se desvanecía sintió unas manos levantarla no podía hacer nada más para protegerse y protegerlos. Todo había acabado, o eso era lo que pensaba.

Despertó a los dos días, sumamente adolorida tenía el cuerpo cubierto con algunas vendas, en la frente, brazos, y parte de su extremidad superior. Se levantó un poco y se encontró con Alex, Marcus y John quien parecía ya haberse recuperado.

–¡Estas despierta! –hablo Marcus. Su hermano y John la miraron felices de verla despierta.

May miro a su derecha, estaba la Princesa aun inconsciente aun no despertaba. Ella le acaricio el cabello feliz de que estuviera, sana y salva.

–No te preocupes por ella. En tres días despertara –hablo John.

–Me alegro –contesto May muy relajada.

–Descansa May. Después de una gran batalla el descanso, es bienvenido –hablo John.

–¡Si! Sentimos un gran poder cuando nos dirigíamos aquí –hablo Alex.

May se recostó junto La Princesa acurrucándose junto a ella se quedó profundamente dormida.

–Gracias por salvarnos. Esa neblina es una bendición –hablo John.

–Agradezcan a nuestro abuelo, fue quien nos envió. –hablo Alex.

–¡Su abuelo!  

–¡Si! Tiene una gran percepción para sentir el poder. Haces tres días detecto que alguien muy fuerte se dirigía hacia ustedes. –hablo Marcus.

–Entonces debe estar enterado de todo. ¡Que más sabe!

Ambos hermanos se miraron de reojo –hay rumores de que el Lobo del Rayo fue herido gravemente en un combate con el Escuadrón Dragón –hablo Marcus.

–Además el sujeto con quien lucho la señorita May. ¡Está muerto! –hablo Alex. John se sorprendió al escucharlo –¿Quién lo hizo?

–El Lobo del Rayo –lo dijo Marcus, con la voz muy sorprendida –a pesar de su batalla con el Escuadrón y salir herido. Logro vencer a Darnael el Capitán del Rayo.

John estaba sorprendido mientras movía las brasas del fuego con una rama gruesa. Ser capaz de enfrentarse a los cinco miembros del Escuadrón Dragón de Asalto y sobrevivir, y ser capaz de derrotar a Darnael en mal estado era muy impresionante. A su punto de vista era alguien con quien podían unir fuerza para luchar y recuperar el Reino.

Miro a los hermanos –¿ustedes van a regresar a la ciudad?

Los dos asintieron la cabeza afirmando la pregunta de John –así es, estamos acatando las ordenes de La Princesa. Estamos protegiendo nuestro clan, y nos preparamos para el día en que La Princesa vaya a la Capital a recuperar el Trono.

–Muy bien, para mañana estaré recuperado yo me hare cargo de ellas.

–Bien. Mañana partimos –hablo Alex.

Todos descansaron alrededor del fuego. A la mañana siguiente los hermanos partieron.