Cuatro días atrás.
El Lobo del Rayo vigilaba desde las alturas de la montaña rocosa al fondo una fortalece con soldados del Reino allí se encontraba prisioneras capturas en levantamientos fallidos, con El Príncipe Zen. Él se disputaba la vida en salvarlos con el fin de unirse a sus filas contra el Reino.
Llevaba puesto un traje negro del que se desprendía la lana negra de lobo, las muñecas de sus manos vendadas con vendas negras, botas del mismo color y sobre su cabeza llevaba puesto una capucha con el diseño de un lobo negro. Su equipo de combate consistía en dos espadas de cuarenta centímetros colgadas a través de una cinta negra.
Observaba cuidadosamente pareciera con si contara al número de soldados de la fortalece –Cincuenta en total. Bien vamos.
Parecía una locura enfrentarse a cincuenta soldados él solo. Para los soldados no sería más que un loco demente firmando su muerte, pero para los prisioneros sería un estúpido demente capaz de arriesgarse, el pellejo por liberarlos demostrando valor por el bien común.
Bajo corriendo por la pendiente de la montaña rocosa cruzo sus brazos, empuñando sus dos espadas desvainándolas listo para el combate. Antes de llegar a la mitad de la montaña disminuyo su velocidad.
Una pared de tierra horizontal salió de la montaña y fue en su dirección. Lanzo un rayo de su espada derecha destruyendo la pared, sin embargo, cuatro ataques elementales lo obligaron a retroceder y volver a la cima de la montaña.
–¡Nada mal! –hablo Natalia, mientras aterrizaba frente a él. Otras cuatro personas aparecieron tras ella. Ángel, Chris, Sorel y Tarniel.
–¡Que tenemos aquí! El Escuadrón Dragón de Asalto juntos. ¡Qué extraño juraría que no sentí su presencia! Aquí.
–Aprendimos a cubrirla con los elementos que nos rodean.
–¡Ya veo! –se levantó lentamente –tomare precauciones la próxima vez.
–No próxima vez para ti. Hoy vas a morir. Tu intención era atacar esta fortalece donde se encontraban los líderes de las revueltas, querías que se te uniera ¿Verdad? –hablo Chris.
Él solo rio suavemente –eres muy listo. Pero no pienso perder esta oportunidad –empuño sus espadas separo sus piernas listo para el combate, un combate capaz de acabar con su vida pues sus oponentes no tenían comparación con simples soldados o los Generales. Un fuerte viento cruzo entre ellos había una completa calma de inicio de batalla. –Sus soldados, supongo que no interferirán.
–No. Ni tampoco mis compañeros, conmigo es suficiente –hablo Natalia.
Sonrió –¡por favor! Luchen juntos, así tendré más posibilidades de matar a uno de ustedes.
–No cabe duda, que tu arrogancia es tu peor defecto –hablo Tarniel.
–No es arrogancia. Solo tomo el riesgo y lucho con todo. Pero basta de pláticas comencemos.
Natalia y él se lanzaron al centro y comenzaron a chocar espadas, ninguno de los dos parecía alterado mantenía la mirada serena moviéndose a gran velocidad. Natalia empezó a dominar bloqueaba las espadas del Lobo del Rayo, lanzo una patada bloqueada por el antebrazo del Lobo del Rayo.
Ella sonrió –levantamiento de tierra –dijo, una columna de tierra surgió y golpeo el abdomen del Lobo mientras lo elevaba por el aire.
Tomo sus espadas y destruyo la columna, aterrizo se arrojó hacia ella lanzo un ataque eléctrico el cual fue esquivado nuevamente se enfrentaron a espadas, separándose golpeándose el abdomen.
–Ya es hora –hablo Natalia.
–Lo mismo digo –bajo su espada derecha y un rayo surgió de la nada del cuerpo de Natalia golpeándola –No te confíes. Puedo dejar pequeños rayos en mis oponentes, pero letales.
El cuerpo de Natalia tembló por el golpe eléctrico pequeños destellos eléctricos la cubrían. Ella sonrió y la chaqueta de lobo se partió. –Tampoco me subestimes. El Lobo del Rayo se sorprendió tenía una cortada en el pectoral izquierdo. –Muy bien. Desde ahora iré en serio y los matare a todos.
El cielo se nublo, seis titanes se iba a enfrentar las espadas del Lobo se cubrían de rayo su mirada se tornó seria.
–Si tú deseo es morir rápido. Lo haremos realidad –hablo Tarniel, los compañeros de Natalia se unieron a hecha y sus elementos fluían por sus espadas, lanzando un ataque elemental conjunto.
El Lobo lo esquivo sin esfuerzo y el combate inicio las espadas chocaban desprendiendo chiscas de ellas, El Lobo parecía acoplarse a los cinco usando solo dos espadas. Bloqueo con las dos espadas los ataques de Chris y Sorel. Natalia apareció a sus pies, el aire Ángel apareció y le dio una patada lanzándolo lejos se fue tras él para acabarlo con su espada de fuego.
El Lobo lo esquivo girando y le devolvió la patada arrojando hacia arriba –Trueno –dijo un rayo cayó del cielo y golpeo a Ángel. Tarniel apareció intentado cortarlo en dos bloqueado por la espada del Lobo.
Los otros tres aparecieron en los lados faltantes y le propinaron una triple patada, elevándolo por el aire.
–Aquí también estoy –Ángel apareció su espada de fuego choco con las de rayo, pero Ángel lo arrojo contra el suelo. –Es tu fin. –Todos se acercaron para la estocada final.