El Reino De Los Cinco Elementos

CAPÍTULO 25

Los cuerpos sin vida de los Generales a los pies de Zen algo en el cambio.

–RETOCEDAN –grito John.

La Princesa, May y el Lobo se colocaron a la altura de John.

El viento soplo y varias hojas de los arboles giraban de forma espiral sobre Zen –dije que no vengo buscando pelea –apretó el mango de su espada –pero, quiero ver… que tan fuerte te has vuelto hermana. ¡FUSIÓN ELEMENTAL!

–¿Qué? –hablo John sorprendido

El viento alrededor de Zen giraba violentamente y en la punta de la espada brillaba intensamente.

–¿Qué sucede? –hablo May.

–La técnica, que la Princesa ha estado entrenando. Él… –hablo John.

–Ay que alejarnos –soltó el Lobo.

–No –intervino la Princesa – si lo esquivamos, el ataque golpeara contra el pueblo. Debemos desviar el ataque o destruirlo.

–No les servirá, cualquier intento que hagan –hablo Zen –HAA… –un rayo de luz blanca salió disparado hacia ellos.

–¡JOHN! –grito la Princesa.

–Si. Huracán Nivel doce –potente tornando choco contra la fusión elemental del Príncipe Zen.

–Impresionante, pero no te será suficiente –dio un salto alejándose del lugar. A pesar de no estar para empujar el ataque, tenía suficiente potencia para hacer retroceder a John.

–Escuchen, deben alejarse de aquí. ¡VAYANSE! –ordeno John.

–Claro que no –hablaron las chicas juntas.

–Princesa –hablo May.

–Lo intentare –contesto.

El ataque de Zen seguía empujando a John.

May corrió hacia John –Dragón de Fuego, al máximo –un gran ataque se juntó con el huracán de John, y aun así no podían detenerlo.

 

–Gran trueno –por un momento el ataque se detuvo, pero los siguió empujando hacia atrás.

–Tú –exclamó May.

–Si dejo morir a toda esa gente, no podré ser un buen Rey… además faltaría a los ideales de mi madre y padre. ¡Así que! Detengamos esto.

Los tres sonrieron –HAA… –gritaron juntos.

La Princesa Cinthia sostenía su espada con ambas manos estaba concentrada canalizando todo su poder en la espada. Los cuatro elementos que manejaba rodeaban su espada de forma espiral.

Los elementos se canalizaban en la punta de la espada haciendo que los brazos de la Princesa temblaran, algo era claro aún no podía controlar todo ese poder y si perdía el control no solo destruiría el ataque de su hermano también a todos los presentes. Su cuerpo temblaba por todo el poder generado en su espada ya no podía soportarlo más.

–CINTHIA, puedes hacerlo confía en misma. Yo confió en ti –hablo John.

–Yo también Princesa, se… que puedes hacerlo.

Los tres estaban retrocediendo –no podremos seguir así –hablo el Lobo.

La Princesa recordó a las personas que depositaron su confianza en ella, las personas que murieron por causa de la injusticia de su hermano, respiro profundamente y busco en lo profundo de su corazón la paz para, contralar su poder.

No estaba concentrada completamente en enfocar y contralar su poder, estaba dudando en saber si era capaz de controlar ese gran poder, si era capaz de proteger a todos los que quería. Se introdujo en lo más profundo de su ser y una luz dorada brillo y comenzó a expandirse.

–No hay caso… si esto continua así moriremos todos. Solo hay una oportunidad –John hablaba en su mente –escuchen, tomen a la Princesa y apártense de aquí, lo más lejos posible.

–¡Que! –contestaron May y el lobo juntos.

–Háganl… –sintió un poder extraño, un poder que nunca antes había sentido. Y aumentaba cada vez más, pero no solo él lo sintió tanto May con el Lobo también, lo notaron los tres voltearon a ver y observaron a la Princesa cubierta con una con un aura dorada a su alrededor.

Su mirada era serena y su mirada centella con la luz del aura, sus elementos fluían alrededor de ella fusionándose en la punta de la espada, pero algo sucedía pequeños destellos eléctricos se desprendían fusionándose, con los otros elementos.

May y John sintieron la misma sensación la vez que estuvieron enfrentándose con el Capitán del Rayo sus elementos en ellos querían rendirle tributo.

–Hay que apartarnos –exclamo John.

Los tres saltaron y el ataque del Príncipe Zen arraso con las técnicas de los tres. La Princesa se quedó parada con el aura rodeándole –Fusión elemental real –un dragón dorado salió disparado de la espada de la Princesa colisionando, con la técnica de Zen que en un instante fue destruida.

El Dragón dorado aún seguía presente, se elevó en el cielo y rugió fuertemente desapareciendo por completo. Los tres se acercaron y miraron a la Princesa rodeada aun por esa aura dorada, sus elementos querían rendirle tributo, pero también sus usuarios.

El aura desapareció la Princesa comenzó a tambalearse cayendo hacia atrás, pero John la sostuvo en sus brazos. –Ay que irnos.         




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