CAPÍTULO 26

Todo estaba oscuro, solo se miraba nubes negras llenas de rayos, saliendo disparados en todas direcciones. Seguía moviéndose por todo el lugar los destellos de luz provocados por los relámpagos permitían visualizar, algo el lugar donde me encontraba, pero nada cambiaba.

Seguí avanzando cuando escuche unos rugidos fuertes provenían de más adelante, acelere un poco el paso y llegue a un enorme precipicio. Los rugidos provenían de allí, me agache y mire hacia abajo y escuche una voz.

–Ya falta poco, para el día del renacer.

–Un poco más.

–Un poco más.

–Un poco más.

–Un poco más.

Otras cuatro voces se escucharon desde el profundo y oscuro precipicio. Cinco pares de ojos aparecieron dentro del oscuro abismo.

–Pronto renacerá –los portadores de esos ojos dijeron al unísono y salieron disparados al cielo rodeados por la oscuridad de la noche rugieron nuevamente y desaparecieron de mi vista.

–Princesa despierta –escuchaba una voz pidiéndome que despertara, lentamente abrí los ojos y encontré a May y John junto a mi tenían un aspecto que parecían no haber dormido en días, al abrir los ojos May se abalanzo sobre mi dando un fuerte abrazo.

–No sabes cuánto, me alegro que estés despierta –dijo May liberándose de una carga pesada en el pecho, pude sentir como sus lágrimas sobre mi hombro.

Miré a John, tenía una sonrisa expresando alivio –no me abrazaras –dije algo triste, sabía que él no expresaba mucho sus emociones. Aun así, se acercó a mí me acaricio suavemente la mejilla con su mano y dijo.

–Estoy muy feliz que hayas despertado.

Escucharlo decir eso hizo que el corazón me saltar –¿Dónde estoy? –pregunte.

–Tranquila, estamos a salvo –respondió May. –Después que perdieras el conocimiento John, nos trajo aquí para descansar.

–Perdí el conocimiento.

–Si. Después de destruir el ataque de tu hermano quedaste inconsciente por una semana –era el Lobo del Rayo estaba arrimado en la entrada de la puerta, cruzado de brazos. Me miró fijamente –Dinos. ¿Qué eres en realidad?

–¿Qué dices? –pregunte confusa.

–En todos los años de historia del Reino. Nunca escuche de un ser humano, que emanara un aura. Como tú lo hiciste –respondió el Lobo secamente.

Mire a May y John también, muy sorprendidos –no sé de qué hablas –respondí aún más confusa.

–Eso no es importante ahora. Lo único importante para mí, es que esta despierta. Así que deja tu interrogatorio –contesto John.

No sabía exactamente qué había pasado, John y el Lobo salieron de la habitación dejándome sola con May –¿Qué pasa con él? –pregunte.

–Tal vez se dio cuenta que no, podrá tener el trono –contesto May con una sonrisa.

–Espera… estuve inconsciente por una semana. Entonces el festival del fuego –respondí exaltada. May tenía mucha emoción de ver el festival, pues ella pertenecía a este clan. –May no sabes cuánto lo siento.

–No te preocupes. Habrá más festivales, después de derrotar a Zen… además si salí a ver un rato el festival. –la quede mirando un rato, pero finalmente reventamos en una risa.

John estaba en la mesa del bar de la posada, donde estaban alojados bebiendo una botella de vino se encontraba muy pensativo con respecto a la Princesa Cinthia.

–También estas sorprendido por la Princesa. ¿Verdad? –el Lobo se sentó en la mesa junto a John.

Alzo la mirada para verlo, y lo volvió a su botella de vino dando un sorbo –siempre supe, que la Princesa no era como los demás. Hay algo en ella, algo que no puedo diferenciar. ¿Tú que crees?

–No sabría qué decir. Estoy más perdido que tú.

–Te distes cuenta –el Lobo lo miro confuso.

–¿Qué cosa?

–Cuando ella canalizo su poder en ese ataque, no solo estaba sus cuatro elementos naturales. También estaba el rayo… a mi parecer, ella puede contralar los cinco elementos de la naturaleza.

–Eso es imposible –respondió el Lobo –en la línea de sucesión de los herederos, del trono solo ha habido herederos capaces de controlar hasta dos elementos.

–Si. Pero… en esta nueva generación de herederos, tanto Zen como la Princesa han sobrepasado ese límite. Zen maneja tres elementos. Agua, tierra y Rayo. La Princesa contrala cuatro elementos, Agua, Tierra, Fuego y Viento si le sumamos el Rayo.

–Los elementos no despiertan desde de varios años –el Lobo lo interrumpió es algo, con lo que naces.

–Tú eres usuario del rayo, debes sentir cuando otro usuario lo va a usar. Acaso no lo sentiste.

El Lobo recordó –puede que sí, pero… no entiendo ¿Por qué mi elemento y yo queríamos inclinarnos ante ella?

–También me pregunto aquello. Pero, mi única respuesta es. Mientras ella siga viva el Reino tiene esperanza de recobrar la paz.

–Incluso si eso significa matar a su hermano.