El Reino De Los Cinco Elementos

CAPÍTULO 29

Regresaron inmediatamente al Palacio a informar sobre su misión, al entrar en la sala del trono Zen se encontraba junto a los tres Generales y como siempre esperaban las buenas noticias de ellos. Zen levanto ligeramente la mirada para verlos, los cinco hicieron una reverencia.

–Los rebeldes han sido eliminados, Majestad –respondió Natalia.

–Perfecto –lo decía como si nada importante fuera para él, como si se tratara de matar a simples moscas. –Vayan a descansar… después vuelvan a sus actividades –ordeno Zen.

–Si –respondieron todos menos Sorel. Él no le debía lealtad mucho menos obediencia y si hacia lo que Zen ordenaba era, más por obligación que por gusto dio la vuelta con el resto saliendo de la sala, separándose del resto del equipo –Voy a entrenar –dijo desapareciendo de la vista.

El resto fue a su habitación al, entrar se acomodaron Ángel tomo una botella de vino del estante, repartiéndolo entre sus camaradas todos bebían tranquilamente. Natalia se encontraba junta la venta mirando el horizonte moviendo su copa de vino, levanto su copa y bebió un poco.

–Sorel. Hay algo extraño en él… ¿verdad? –expuso Tarniel mientras se servía otra copa de vino.

–¿A qué te refieres? –contesto Ángel quien no entendía la actitud de Tarniel, o solo lo haya expuesto por lo que, paso en la misión.

–No te hagas él que no entiende –cometo Chris –lo sabes muy bien… prácticamente sorel no debería estar en este escuadrón con nosotros, el debería estar luchando junto al General John y la Princesa por recuperar el Reino.

–Y en su lugar está aquí con nosotros –concluyo Tarniel –él era un discípulo del General y la persona a quien más admiraba.

Ángel se mostraba pensativo todas las palabras de sus compañeros tenían lógica. ¿Por qué alguien con ideales de justicia? Estaría cometiendo todo esto incluso, semanas antes se enfrentó a mismo General John. Regreso ileso y había una señal de satisfacción en su rostro.

–Ya te disté cuenta –hablo Chris mirándolo fijamente –tiene que haber una razón, para que este aquí.

–La razón no importa –la voz oscura y fría del General Carl cruzado de brazos en una de las esquinas –lo que importa, es que hace lo que se le ordena –hizo una mueca de gusto –aunque le provoque desagrado profundo cada misión realizada –comenzó a caminar en dirección a Natalia, quien no desvió la mirada de la ventana sorbiendo un poco más de su copa de vino.

Se detuvo a un metro de ella y observo lejos de la ventana –pero díganme… ¿Qué les pareció la técnica Desintegración Elemental? –era con su ayuda que habían logrado realizarla.

–Estuvo genial –contesto Chris.

–Si –concluyeron sus otros dos compañeros.

–Quiero volver a utilizarla –expuso Tarniel con gran emoción, como si esa técnica fuera la más maravillosa del mundo.

–NO… –sentencio Natalia volteo la mirada de manera asesina y despiadada, dejando el lugar en completo silencio –no volveremos a usar esa técnica, ni siquiera lo piensen. En cuanto a ti –miro con furia al General Carl –o hare que te arrepientas.

Sus compañeros se encontraban atónitos ante las palabras de Natalia, en su mirada se mostraba furia e indignación contra el General quien actuaba como si poco le importara las palabras de Natalia.

–A qué viene tus palabras Natalia. Tu… quien eres la más sanguinaria, en todas las misiones nunca mostraste piedad por tus enemigos. Al contrario, disfrutabas matarlos. Oh, acaso ya olvidaste tu misión en el reino de los Pájaros.

Natalia recordó cuando masacro a todo un pueblo, para establecer las bases militares de Zen. Una mueca de repudio le dirigió al General.

–Ah, lo recuerdas. No me vengas ahora con una gran moral Natalia, no eres diferente a nosotros. Eres manzana del mismo árbol.

Natalia perdió el control –MISERABLE –empuño su espada, pero los miembros de su equipo aparecieron de inmediato para neutralizarla.

–Natalia, cálmate –hablo Ángel sujetándole la mano que empuñaba la espada y los otros dos estaban frente al General con sus manos en las empuñaduras de sus espadas para evitar la confrontación.

–Oh… apoyan a su líder –hablo el General.

–Mi escuadrón no realizara nunca más, esa maldita técnica y si me entero que alguno de ustedes la uso –las últimas palabras las dijo con un tono oscuro dando a entender que no jugada –lo matare yo misma. En cuanto a ti –su mirada era fulminante –no te acerques más a nosotros.

–Muy bien, después de todo ya obtuve lo que quería –camino hacia la puerta deteniéndose antes, de abrirla hablo –ah… se me olvidaba, el Lobo del Rayo ahora está junto a John y la Princesa y también una muchacha que se negó a ser la concubina del Príncipe. Será muy divertido ver como se enfrentan a ellos esta vez, si saldrán vivos o… John los matara a todos –abrió la puerta y la voz de Sorel se pronunció.

–El que va morir aquí, serás tú sino te largas –estaba arrimado contra la pared al lado de la puerta. El General se acercó para hablarle a su oído.

–Muy pronto te hare probar mi espada –y se marchó alejándose de ahí.

Entro al cuarto noto como sus compañeros detenían a Natalia, un combate se iba a desarrollar antes que llegara.




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