Sorel y compañía partían en dirección donde posiblemente se encontraba Natalia solo esperaban que no fuera demasiado tarde en las, condiciones en las que se encontraba no sería capaz de mantener una pelea contra ellos cuatro. Dando grandes saltos sobre las ramas de los arboles John cambio su expresión.
La Princesa se percató de su reacción –¿los encontraste? –pregunto de manera suave.
–Si… hay cuatro con un gran poder y uno pequeño debe ser ella.
–¿Por qué quieren matarla? –pregunto May.
–En la última misión que nos encargaron –contesto Sorel en su voz se notaba el odio y la furia –ellos cuatro con la ayuda del maldito del General Carl usaron la. Desintegración Elemental.
Ren recordó aquella masacre en ese pueblo y las evidencias que dejaron al usar esa técnica, apretó su mandíbula al igual que sus puños.
–Al regresar al Castillo y dar el parte. Ella fue la única en demostrar arrepentimiento por lo que hizo y en presencia de los cuatro y de Carl amenazo, con matarnos si lo volvían a hacer. Del mismo modo yo también, los amenace con matarlos.
–Por lo tanto, esos tres, de su grupo están molesto por esa prohibición –comento Ren –de todos modos, si ella no los mata, lo hare yo. Recientemente esos malditos lo volvieron a intentar –Sorel volteó la mirada hacia él con algo de incredulidad.
–Así es –comento May –esos cuatro atacaron una pequeña aldea e intentaron, usar esa técnica con cuatro personas.
Sorel se adentró en sus pensamientos y recordó el día cuando ellos tres desaparecieron y llegaron muy agitados. PUMK… una gran explosión se escuchó a la distancia. Cambio su expresión –Rápido –ordeno.
Natalia estaba cubierta por un domo de tierra protegiéndose de los ataques de sus ex compañeros y del General. El domo se derrumbó a su alrededor estaba exhausta una raya de sangre salía de su frente recorriendo su mejilla derecha, apenas se podía mantener en pie usaba su espada como apoyo.
–Has resistido bastante niña –exclamo el General Carl mientras. Ángel, Chris y Tarniel se posicionaban a sus extremos manteniendo una sonrisa de satisfacción en sus rostros.
–No les será fácil acabar conmigo. Ahg… –cayo en posición cuadrúpeda, estaba al límite sus ex camaradas saltaron sobre ella para atravesarla con las espadas rápidamente se cubrió con una barrera de tierra –Domo Protector –las espadas chocaron contra el domo y al instante varias estalactitas surgieron para atacar causándoles algunos cortes.
Al instante ella salió y ataco consecutivamente a los tres derribándolos, se dirigió hacia el General Carl a gran velocidad, pero este pudo bloquear su ataque comenzaron a cruzar espadas. Sin embargo, el cansancio de Natalia era su perdición ya no podía mantener un buen ritmo pues su combate con John, la había agotado de sobremanera.
En el instante Ángel apareció a los pies de ella y trato de hacer derribar, pero ello logro evitarlo saltando. Después apareció Tarniel quien le lanzó un ataque agua y del cielo caía con, un ataque de rayo golpeando de lleno Natalia, lo que hizo que ella soltara su espada e impactase fuerte contra el suelo trato de poner de pie, pero su cuerpo ya no podía estaba completamente paralizado.
–Acabemos con ella –demando Chris. Los cuatro se lanzaron sobre y aun en el estado que se encontraba logro cubrir con una barrera.
–No te servirá de nada –grito el General Carl –Tornado Ascendente –el tornado elevo la barrera en el aire con Natalia dentro de ella y en un instante destruyo la barrera. Ella se encontraba totalmente expuesta los cuatro saltaron.
La Princesa y los demás finalmente llegaron al lugar solo para presenciar Natalia en el aire, mientras Ángel, Chris, Tarniel y el General Carl saltaron y la atravesaron con sus espadas y la sangre se deslizaba cayendo al suelo. –NATALIA –grito Sorel y se lanzó y ataco a esos cuatro miserables, ella su detenida por los brazos de John quien la acomodo suavemente el suelo toda su, cavidad torácica se encontraba manchada de sangre y de su boca en cada extremo se derramaba más líquido vital.
–MISERABLES –grito eufórico Sorel sostenía su espada y un fuerte viento lo envolvía.
–Tranquilo. Pronto te unirás a ella –dijo el General Carl.
–VOY A MATARLOS –se posiciono para el combate al igual que sus contrincantes en ese instante la Princesa se interpuso en medio frente a esos cuatro canallas los, mirada fijamente, causando que ellos cuatro sintieran un nudo en el cuello y un profundo temor. Comenzó a caminar despacio hasta ellos. Estos retrocedieron alejándose rápidamente de aquel lugar –Malditos –exclamo Sorel.
–Aww… –Natalia escupió sangre Sorel corrió hasta ella, pero ya nada podía hacer sus heridas eran profundas y había perdido una gran cantidad de sangre –pa… parece que, hasta aquí llegue… quien diría que mis propios compañeros me traicionarían.
–Esos, no son tus compañeros –dijo Sorel.
–Al final, nunca encontré mi lugar… solo… quería un lugar al cual pertenecer. Creí que lo había encontrado al unirme a las filas del Príncipe. Quería… que pensaran en mí, para llamar hogar a ese lugar, pero… al igual que mis padres, nunca pensaron en mí.
Los presentes notaron la sinceridad en cada una de sus palabras. Natalia solo quería un lugar al cual llamar hogar, pero nunca lo consiguió ahora está ahí en el suelo desangrándose. –Creen… que es tarde para pedir perdón –su voz estaba completamente débil.